Muchos de vosotros ya sabéis que uno de mis modelos favoritos y por el que siento predilección es el Casio F-201WA. Sin embargo, ese reloj adolece de algunos defectos que le son inherentes a su diseño: sus pulsadores son muy flojos, por lo que se presionan casi solos, y únicamente es WR.
No obstante, en el mismo periodo en el que Casio lanzó ese modelo también sacó al mercado variantes con módulos similares, dentro de su línea llamada Sport Casual, con una mayor resistencia al agua, de ya 50 metros, y unos pulsadores que, aún también fáciles de operar, estaban más protegidos. En variantes de resina eran los Casio W-101, pero además, se ofrecía ese mismo modelo pero con armis y caja metalizada (pintada). Era el Casio W-102.
Hace un tiempo me lo encontré abandonado dentro del expositor de una tienda, estaba arrinconado en lo más alejado de miradas indiscretas, y debió pasar sus buenos años incluso en el escaparate, porque su display, como veis, ya presenta algún signo de desgaste. Por supuesto, traté salir de allí con él en mi poder, y tras un pequeño "rifirrafe" con el dependiente de la tienda de electrónica (antes este tipo de relojes de Casio estaban en tiendas de electrónica, no en relojerías), pude hacerme con este bonito ejemplar que os mostramos.
Probablemente el diseño de sus dígitos, a los amantes de los solares, os resulten conocidos. En efecto: siguen el mismo patrón que los que Casio usaba para sus WL-S21 Tough Solar de 50WR, mientras que su cristal es de tipo abombado, que era la moda por aquel entonces y que Casio le incorporaba a casi todos sus relojes de cierto valor (y estos W-101 y W-102 lo eran). También tenían sus "hermanos" mayores, con unos dígitos similares pero un display más detallado, con cinco alarmas, resistentes al agua 100 metros y, asimismo, con posibilidad de variantes con armis: los W-751.
Estos modelos son difíciles de encontrar ahora y, los pocos que hay por la Red, están infladísimos de precio (aún sin ser NOS). Así que encontrar un ejemplar perdido por una tienda, y a un precio bastante "asimilable", no es nada fácil. Y es que, como ya os contamos en otras ocasiones, a veces en tiendas físicas encuentras verdaderos tesoros que son una ganga, mientras que por Internet te piden un dineral por ellos. No es aconsejable, por ello, dejarse llevar ante el ordenador (o ante la pantalla del móvil) con la tarjeta de crédito en nuestra mano para adquirir un vintage de estos. Es mucho más razonable patearse antes unas cuantas tiendas, o/y algunos mercadillos, entre cuyas estanterías o puestecillos quedan aún auténticos supervivientes que nos podemos llevar a casa a precios mucho más asequibles y lógicos. No estamos diciendo que este modelo fuese a costar trescientos o doscientos euros, pero sí que hay quienes piden por ellos auténticas barbaridades y, lo que es mucho peor: usados, cuando no en un penoso estado casi de chatarra.
Dicho todo lo anterior, centrándonos en el W-102 que os mostramos, este reloj es casi un calco en su módulo al que tienen los mencionados F-201WA: la misma secuencia de pantallas, y los mismos procedimientos de operación. Solo se diferencia en que el F-201WA ofrece cinco alarmas, mientras que el W-102 solo incorpora una (con despertador también). En todo lo demás, e incluso en el lugar en el que Casio les ha ubicado la iluminación (con el LED abajo a la izquierda) son idénticos (y también en el color del LED, por cierto, verdoso en ambos modelos).
Por supuesto, en construcción el W-102 es mucho mejor, no solo porque es más resistente al agua, sino porque ya nos ofrece opción de armis (que los F-201WA no tienen), y una protección de pulsadores mejorada, además de un diseño de caja y botonera más cuidado y elaborado.
En ambos casos, al ser módulos muy similares, llevan la misma pila, una "enorme" CR2025 con autonomía de 10 años, y también incluyen nombre del día de la semana de tres letras, así como calendario automático completo, hasta el año 2099. Como veis, y por todo ello, el W-102 es un "vintage", pero muy utilizable hoy y lleno de virtudes. Aunque no contaba con configuración de dígitos en reversa, ni con la posibilidad de silenciar el sonido de sus pulsadores (ambas innovaciones llegarían a Casio unos años después), sí tenía las novedades de los módulos más adelantados de su época, como era el paso rápido a la pantalla principal (manteniendo pulsado el botón de modo durante dos segundos).
Casio se encontraba por entonces en plena transición entre los módulos típicamente "noventeros" (como los de los DW-290 o W-94), con pilas de poca autonomía e iluminación EL, a los nuevos módulos con los que afrontaría su entrada en el nuevo siglo, con circuitería de bajo consumo, mayor protagonismo de los LEDs, y estilos de dígitos con formas más "artísticas", sin restarles la funcionalidad. Aún tendría que mejorar en algunas cosas, por supuesto, pero era un paso muy importante para conseguir módulos más útiles y espectaculares.
Lamentablemente los cristale abombados deslucirían muchos de esos logros, una práctica que Casio tardaría demasiado en desterrar, y que "estropearía" auténticas genialidades que, de no ser por sus nefastos cristales con ese "efecto lupa", habrían conseguido hacerlos más funcionales. Un ejemplo de esto lo tenemos en el EDB-111, o en el DB-70.
El W-102, y también el W-101 es, por tanto, un reloj de su tiempo, pero cuyos herederos aún podemos ver y usar a día de hoy, como lo son los F-201WA actuales, lo que muestra claramente el gran trabajo que hizo Casio en estos módulos, tan completos y tan longevos que siguen ofreciéndonos muchísimas prestaciones y siguen siendo totalmente funcionales y prácticos muchos años después.
- El módulo del W-102
Siendo tan conocido el F-201WA, y estando el módulo del W-102 casi calcado al mismo, pocas cosas hay que nos sorprenderán o que desconozcamos del 2684. Estamos hablando de uno de los completos módulos de Casio para sus variantes W estándar, es decir, temporizador y cronógrafo de amplio rango (24 horas), con posibilidad de retorno automático el primero. No posee, sin embargo, el temporizador la posibilidad de configurarle los segundos de cuenta atrás, y tampoco hace el retroceso por centésimas ni por décimas, sino segundo a segundo.
No obstante, sí tenemos un doble horario, muy útil y socorrido, y como era - y es - habitual en este tipo de modelos, una alarma muy potente y audible, que se agradece en casos de necesidad y que, como decíamos al principio, se puede activar con una función de despertador, que realizará una repetición de alarma cada cinco minutos.
Su iluminación es de un simple LED, muy básica y poco potente, pero gracias al fantástico y maravilloso Illuminator (no nos cansaremos de ponderar esta tecnología, Casio ha aventajado a todo el mundo en iluminación de relojes digitales gracias a ella, y es una de sus grandes innovaciones - y de las más importantes -), se puede ver la hora en la oscuridad sin ningún problema. Como Illuminator, además, no consume energía, la duración de la pila no se ve mermada.
Una de las cosas que más llama la atención en este modelo - y en otros de su época - son sus trabajados dígitos. Ya hacía pocos años atrás Casio había estado elaborando segmentos para sus G-Shock que no fueran las tradicionales "barritas", y poco a poco fue pasando esos estilos a las otras líneas. En el W-102 se nos muestran unos dígitos con segmentos de extremos suaves, levemente itálicos, muy bonitos y artísticos. Las líneas horizontales son más estilizadas, y las verticales le aportan carácter y personalidad. Su cuidada y bien pensada forma se muestra claramente en el hecho de que, a pesar de todo, su visibilidad es bastante buena, incluso bajo el desastroso cristal abombado de estos modelos.
Se añade al LCD la tan típica animación de muchos Casio, en este caso se trata de un pequeño circulito que tiene como único fin el añadirle un segundero gráfico, para informarnos de que el reloj está funcionando. Esto lo apreciarán las personas que deseen consultar esta información en analógico, en lugar de fijarse en el contador del segundero digital. Es de agradecer que haya aún modelos actuales que sigan implementando algo similar, sin ir más lejos los mismos DW-291.
- Construcción
Meritorio es el trabajo que Casio ha hecho en la caja, tan típica de los primeros años de este siglo y que era muy habitual ver en Casio (AW-81, LW-200, W-96...). No es una caja de un bloque sólido de resina, pero tampoco es una de las desatrosas cajas por capas que sufrimos en algunos Collection hoy, sino que va fundida o pegada, formando por tanto una robusta unión. En su parte superior se dibuja un bisel que sirve de protección al cristal, con una rebuscada forma muy llamativa y, en cierta manera, con toques de líneas futuristas.
Esas líneas, que hoy encontramos tan presentes en el mundo del automóvil (Toyota C-HR, por ejemplo), se extienden también a sus preciosos pulsadores, con unas formas en aristas que se integran maravillosamente bien en la caja. Son fáciles de operar, de hecho el dedo se apoya con comodidad en la forma cóncava de los extremos de la caja para ello, ofreciendo una sensación un tanto curiosa y diferente a la de los pulsadores tradicionales.
Gracias a los laterales, cuya foma hace de guardas de protección, se reduce notablemente la posibilidad de que se presionen sin querer los pulsadores, algo muy importante porque de lo contrario, como ocurre en el F-201, podemos estar todo el rato cambiándole de modos al reloj y trastocando sus pantallas sin que nos demos ni cuenta.
La forma de la caja sigue una sutil curvatura hasta la altura de las asas, que sirve para integrar perfectamente la correa como si fuera una unidad con el resto del reloj. Sin embargo, ha sido un problema añadido con el que se enfrentó Casio al desarrollar su variante con armis, e incluso le cambió de denominación, pasando a ser de la W-101, en correa, a la W-102, en armis, señal evidente de que tuvieron que dedicar bastante atención a ciertos detalles. Y es que el armis en sus end-links ha tenido que seguir la sutil forma de la caja, solución que, probablemente, si fuese hoy Casio lo arreglaría de una forma expeditiva: no lanzando variante de armis, y punto. Sin embargo en los años en los que estos modelos salieron, el fabricante nipón tenía la buenísima costumbre de ofrecer al menos una versión de la mayoría de sus relojes (sobre todo sus W) con armis, dándole la posibilidad al cliente que quisiera un reloj más duradero, de no tener que andar cambiándole correas.
El cierre del armis es magnífico, de hecho es de mis preferidos, un cierre que, por desgracia, Casio está dejando de ofrecer (uno de los últimos modelos que lo incluía era el W-213). En este cierre el elemento para trabar los pliegues es una pieza que se eleva desde la misma hoja metálica, así nos evitamos el riesgo de desprendimiento o rotura de los que tienen ese elemento soldado. Además, su zona de contacto es mayor.
Casio ha ido abandonando este tipo de cierres porque, quizá, le supusiera un esfuerzo extra realizar todo el entramado del corte sobre la hoja, y en su lugar el simple proceso de anclaje de la misma pieza que tienen los actuales le resulte más rápido o/y fácil de fabricar, de hecho lo usan hasta en los armis de sus G-Shock. Así, ahora mismo estos fantásticos cierres están en clara decadencia, pero no en los tiempos en los que apareció este W-102.
Obviamente, como integrante de la familia Collection el W-102 tenía eslabones de láminas dobladas, pero con una forma muy bien diseñada y un genial acabado que ya quisiésemos en otros armis, bastante más caros, de hoy.
Por construcción, diseño, especificaciones y funcionalidad el W-102 es, por tanto, un reloj muy propio de su tiempo. De un tiempo en donde la Casio todavía hacía productos geniales a un precio rompedor, donde no necesitaba "coloritos" ni "influencers" para triunfar, y donde te ofrecía estos maravillosos y completísimos digitales que ningún competidor llegó jamás ni siquiera a igualar. Un reloj que hacía enamorarte de los digitales y que, a la par, hacía que los amantes de los modelos digitales se enamorasen más de él. Casio te ofrecía un armis soberbio, un módulo fantástico, y una caja realmente muy bien diseñada. Y lo mejor era que a un precio al que casi todo el mundo podía acceder. El W-102 era uno de aquellos muchísimos modelos de Collection que nunca querrías separar de tu muñeca. Un reloj de esos que creaba afición, y que te daban muchas alegrías a cambio de solo un poco de atención y, de cuando en cuando, un simple engrase de juntas y listo: de vuelta a la acción.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Excelente artículo ZC, como siempre.
ResponderEliminarComo comentario les digo que este reloj se encuentra algunas veces en muchos "tianguis" de las colonias y a buen precio, solo que si, hay gente que los conoce y los compra enseguida, por eso es difícil pillarlos.
Gracias por el artículo y saludos.
Cierto, este tipo de modelos (y el W-87 del que también aparece un post por ahí) tuvo muchísima difusión por América, eran relojes duros y asequibles, así que la gente los apreciaba mucho. No me extraña que los que queden se los lleven.
EliminarGracias a ti Ricardo, cuídate!
Me gustaba mucho ese diseño de LCD asimétrico. Muy parecido a los que hace Seiko-Epson ahora. Pero por lo visto no era la estética que gustaba a la gente que prefería cosas más convencionales.
ResponderEliminarUn modelo ciertamento interesante, sobre todo me gusta el tamaño de los dígitos.
ResponderEliminarJusto el reloj que tiene el mancebo (creo que ahora se llaman auxiliares de farmacia) de la farmacia de al lado de mi casa y que no conseguía identificar.
ResponderEliminarSé de un bazar que aún aguanta de esas tiendas de electrónica que me suena haber visto varios de estos. Entre otros...
ResponderEliminarPero añado una pega de este modelo que nonse menciona y que me sigue pareciendo grave en cualquier reloj. Y en un CASIO de resina, más: toda parte de resina como ese frontal plateado es de los pintados. Y eso a poco uso más o menos diario que des al reloj termina desgastando y dando un aspecto asqueroso al reloj. A mí me pasó hace la tira de años con un ana-digi calculadora raro de CASIO, y una vez y no más.
Mucho mejor que este modelo el denostado HDD-600, con mejor iluminación, caja y correa de resina bonitas, curiosas pero con el color inyectado... y por lo demás casi igual o muy parecido, y más cómodo (caja más plana).
Excelente artículo.
ResponderEliminarLo tengo hace 18 años y lo he usado todos los días, altamente recomendable.
La bateria me duró más de 10 años . Creo que 12 o 13.
Tengo uno desde 2008, jamas le he cambiado la pila, sin problemas, solo con el desgaste de uso y tiempo se decoloro la armazon
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