Si tienes unos cuantos años, seguramente recuerdes una pregunta que solía ser muy común cuando salíamos de casa con amigos, con la familia o con la pareja, hacia alguna excursión o para hacer trámites. La pregunta, decimos, tan habitual en aquellos años era: "¿llevas reloj?".
La mayoría de las veces eran los padres quienes lo llevaban, y también quienes se aseguraban de que estuviese en la hora correcta antes de salir de casa. En el caso de los amigos, siempre había alguno que solía llevar consigo un reloj, así que alguien solía mencionarlo diciendo: "Fulanito siempre lo lleva". Un reloj, pues, servía para todos y daba la información horaria a todo el grupo o acompañantes.