El Casio CPA-100 en profundidad (VII). Equivalencias del Salat con las Horas Canónicas en el CPA-100

· Anteriormente: Entender el Casio CPA-100.

Como no estamos en un ambiente musulmán, hemos creído muy conveniente en Zona Casio incluiros una tabla de equivalencias entre el horario de oración musulmana y el cristiano. En realidad no puede hablarse de equivalencias "perfectas", pero dado que tanto las horas canónicas -cristianas- como la salat -musulmanas- permiten bastante flexibilidad (muchas oraciones se pueden realizar durante buena parte de la tarde, la noche o el amanecer, y cada comunidad religiosa elije la hora según sus costumbres y forma de vida, mientras se mantengan el rezo del diurnal o nocturnal), podemos aprovecharlo para hacer uso del Casio CPA-100 como un reloj para las oraciones cristianas o musulmanas sin mucha dificultad. Esta tabla de equivalencias es, por lo tanto, muy importante si queremos hacer esto, ya que el CPA-100 de Casio no visualiza las denominaciones de los tiempos de oración -obviamente- cristianos, sino los musulmanes.

Equivalencias horas musulmanas y horas canónicas (entre corchetes, las expresiones tal como son interpretadas por el CPA-100 de Casio):
· Salat Al Fayr (oración de la noche) [FAJR] - Maitines (antes del alba) [horas mayores litúrgicas]
· Salat Al Fayr (oración del alba) [FAJR] - Laudes (desde las 3 o 6 AM) [horas mayores litúrgicas]
· [SHRK] - Prima (primera hora tras la salida del sol, se toma como referencia las 6 AM) [horas menores litúrgicas]
· Salat Ad Dúhur (oración del mediodía) [ZUHR] - Sexta (en torno al mediodía, rezo del Ángelus) [horas menores litúrgicas]
· Salat Al Asr (oración de la media tarde) [ASR] - Nona (novena hora, sobre las 3 PM) [horas menores litúrgicas]
· Salat Al Mágrib (oración del ocaso, comienza con la puesta del sol) [MGRB] - Vísperas (se puede rezar desde las 5 PM; lo habitual es con la puesta del sol) [horas mayores litúrgicas]
· Salat Al Ishá (oración de la noche) [ISHA] - Completas (al terminar la jornada o antes de acostarse) [horas mayores litúrgicas]

Relojes en la literatura (39)

Título: La ética del hacker.

Autor: Pekka Himanen.

Fragmento:

En Montaillou aún era, en gran medida, el trabajador y no el reloj quien determinaba el ritmo. En la actualidad, un zapatero que se dedicara a dejar el trabajo y tomarse un vaso de vino con un amigo al mediodía sería despedido sin que se tuviera en consideración cuántos zapatos produce ni la perfección de su labor. Esto es así porque los trabajadores de nuestro tiempo no disfrutan ya de la misma libertad de gobernar su propio tiempo que un zapatero remendón o un pastor en la "oscura" Edad Media. Por supuesto, ninguna descripción de lo que era el trabajo medieval quedaría completa sin mencionar que la tierra era explotada por los siervos de la gleba, pero, hecha esta importante salvedad, cabe decir que, mientras se cumplieran con una serie de metas razonables, nadie supervisaba el uso que del tiempo hacían los trabajadores en la Edad Media.

Sólo en los monasterios la actividad se hallaba vinculada al reloj; por tanto, una vez más, el antecedente histórico de la ética protestante debe buscarse en las comunidades monacales. De hecho, cuando se leen las reglas que regían la vida monástica, a menudo se tiene la sensación de estar leyendo una descripción de las prácticas dominantes en las empresas contemporáneas. La regla de san Benito es un buen ejemplo de ello. Enseña que las tareas de vida tienen que "ser siempre repetidas a las mismas horas y del mismo modo". Estas "Horas" consistían en las siete Horas de los oficios canónicos (horas oficiis): alba Laudes (laudes) 9 de la mañana; Prima (prima) mediodía; Sexta (sexta) 3 de la tarde; Nona (nona) 6 de la tarde; Vísperas (vespera) anochecer; Completas (completorium, al final del día); noche Maitines (matutinae). Las horas canónicas circunscribían el tiempo para todas las actividades. De acuerdo con esta distribución, el tiempo de levantarse era siempre el mismo, como el de acostarse. El trabajo, el estudio y las comidas tenían también asignadas horas exactas.

Bajo la regla de san Benito, cualquier desvío respecto al horario establecido para el conjunto de la vida era un acto castigable.

El himno de hoy

Esta mañana, en el himno que el breviario reserva para laudes (que según el Casio CPA-100 hoy ocurría a partir de las 7:11 horas), me encontré con una bonita composición sobre el tiempo, unas melódicas y armoniosas estrofas para acompañar al día que despertaba, y que son tan cálidas que casi acarician el alma.

Por desgracia en los libros de Las Horas no se suelen incluir los autores de los himnos, quizá era uno de los himnos antiguos, o quizá forma parte de una de las nuevas composiciones específicamente escritas para la edición española, con ocasión de la reforma de la Liturgia de Las Horas acaecida en los setenta (que hizo, por cierto, que fuese totalmente remodelada y se añadieran bonitas estrofas, algunas de ellas creadas solo con ese fin).

Sea como fuere, os ponemos el himno de hoy tras el salto porque creemos que os agradará también leerlo.

¡¡Llegan suculentas novedades a España!! (Sí, ya están aquí los CPA!)

Lo primero, llega a nuestro mercado el GA-500K-3AER, la bonita versión verde OD con negro, bisel bicolor, del que os hemos hablado hasta la saciedad en ZonaCasio. También llegan los nuevos WV-M60, los radio-controlados cuyas especificaciones no varían respecto a las que os adelantamos cuando se filtró (ejem..., cuando lo filtramos nosotros) públicamente, incluyendo el cristal de resina y una pila de tres años de autonomía (el reloj es Multiband 5, recordaréis).

Pero lo más interesante es sin duda la aparición, también para España, de los nuevos CPA-100, que ya podemos ver en todo su esplendor en la página oficial de Casio España. Este reloj es casi calcado al AE-3000, sobre todo en proporciones (ya os contamos que comparten la misma caja), pero con alguna "sorpresa".

Relojes en todas partes

Dicen que nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde, y también se dice que "quien fue cocinero antes que fraile, lo que pasa en la cocina bien sabe". Por eso, quizá, hoy se tenga en tan poca estima a los relojes. Cuando hace unos siglos - tampoco tantos - la única manera de saber la hora era esperar a que las campanas de las iglesias o catedrales tocaran (en las horas canónicas de prima, tercia, sexta, nona...), el aldeano no tenía ninguna otra manera de saber lo tarde o temprano que era, salvo guiándose por el paso del sol y la cantidad de luz que le quedaba al día.

Hay muchos que no lo saben, pero el mal llamado ahora "horario militar" que divide el día en 24 horas (y no en 12, más civil), proviene precisamente de las horas de los rezos. Las horas canónicas dividían el día en 24 horas, porque no había día ni noche: se rezaba a todas horas. Cada tres horas las campanas de los monasterios anunciaban las oraciones, e incluía horas nocturnas (maitines, a medianoche, y laudes, a las 3 de la madrugada, por ejemplo). A diferencia de hoy, las horas variaban con las estaciones, no era un horario férreo e inamovible que se movía a su propio ritmo, sino que estaba acompasado con la estación del año, e incluso cada monasterio tenía el suyo propio y particular, por el que se guiaba la comunidad, y en ocasiones toda la aldea con los repiques. Así, la hora tercia era la tercera hora tras la salida del sol, ocurriese ésto cuando ocurriese.