Esta mañana, en el himno que el breviario reserva para laudes (que según el Casio CPA-100 hoy ocurría a partir de las 7:11 horas), me encontré con una bonita composición sobre el tiempo, unas melódicas y armoniosas estrofas para acompañar al día que despertaba, y que son tan cálidas que casi acarician el alma.
Por desgracia en los libros de Las Horas no se suelen incluir los autores de los himnos, quizá era uno de los himnos antiguos, o quizá forma parte de una de las nuevas composiciones específicamente escritas para la edición española, con ocasión de la reforma de la Liturgia de Las Horas acaecida en los setenta (que hizo, por cierto, que fuese totalmente remodelada y se añadieran bonitas estrofas, algunas de ellas creadas solo con ese fin).
Sea como fuere, os ponemos el himno de hoy tras el salto porque creemos que os agradará también leerlo.