Cargado de funciones, muy actual, con cronómetro, temporizador, gestor de actividad, conexión al smartphone (pero no es un smartwatch, lo hace mediante Bluetooth), alarma y tecnología táctil (solo se le hecha en falta un segundo horario, aunque tiene doble horario siendo el segundo el horaria de internet -"beat"-), llega a las calles el nuevo Swatch Touch Zero Two un poco adelantado (el reloj en teoría pertenece a la colección otoño/invierno de Swatch, pero ya puede adquirirse).
Por desgracia en estética es muy parecido al Touch Zero que, sin ser realmente una estética desacertada, hubiera sido de agradecer algunos cambios más profundos y no hacerlo tan parecido al modelo precedente. Por ejemplo, una caja en horizontal -y no en vertical- y, sobre todo, una mejora en el sistema de sujección con la correa, porque por desgracia en este, tal como ocurría con el anterior, solo se pueden usar correas de Swatch. Otro notable defecto son los iconos, desperdigados por toda la pantalla como si los hubieran puesto donde hubiesen caído. Habría sido de agradecer una línea de iconos o una barra donde unirlos todos y evitar así ese desastroso aspecto caótico, para que el usuario no tuviera que andar revisando cara rincón de la pantalla en busca de lo que tiene o no activado. Otro enorme defecto -este imperdonable, a mi entender- es que funciones como la personalización de los pasos no se pueden ajustar desde el reloj, hay que usar un smartphone para hacerlo, lo que deja a esta función de adorno si careces -o no quieres usar- un smartphone.
