Vamos con un poco de cultura "relojeril". En el año 1974 Omega lanzaría al mercado su Seamaster Professional, conocido como el "PloProf" (de "Plongeur Professional"). Fueron cuatro años de arduo trabajo en desarrollo, con numerosas inmersiones en el medio marino, para realizar un reloj de submarinismo profesional. Fue Omega, precisamente, la primera en adoptar este diseño de agujas anchas de gran visibilidad, que tanto encantan a usuarios de todo el mundo en la actualidad, y por ello -y en honor a ese reloj- tomarían la denominación de "agujas Plongeur".
"Plongeur" es un término francés que significa "buzo" (en cualquier diccionario marítimo encontrareis esa definición), lo que expresa claramente para qué estaba pensado el reloj. Las virtudes de estas agujas anchas, en contraposición con las antaño más habituales agujas "de espada" ("Swords"), son evidentes. No sólo ofrecen una mejora notable de la visualización de la hora en condiciones climáticas adversas, sino que, además, y gracias a su gran superficie, se les puede incorporar mayor cantidad de lumen, para que brillen en la oscuridad de forma notable. Otra de las cualidades de su diseño es que se pueden trabajar sus bordes, bien esculpiéndolos, o cambiándoles el color (o ambas cosas a la vez), contrastando con el fondo, índices o números, para ganar en visibilidad y crear un conjunto estéticamente muy armónico y de gran atractivo.
