El anuncio del Apple Watch con caja de oro a precios astronómicos ha vuelto a reabrir el eterno debate: ¿por qué se fabrican tan pocos relojes de oro y de plata? Y, con los recubrimientos actuales, ¿son necesarios este tipo de materiales tan monstruosamente caros y tan escandalosamente dañinos al medio ambiente?
Antes de la llegada del titanio y de los elementos llamados "tecnológicos", como la fibra de carbono y demás composites, uno de los mejores materiales en los que se podían construir las cajas de los relojes era el oro, un metal que no causa alergias, que no se oxida y que es fácil de mantener.