Casio quiere que los usuarios de G-Shock y las usuarias de Baby-G se enamoren (literalmente)

Uno de los mayores problemas de l@s adolescentes japoneses/as, es que no logran encontrar pareja estable. Sobre todo las nuevas generaciones, inmersas en su mundo de smartphones y redes sociales, tienen muchas dificultades cuando salen a la calle en busca de "su media naranja".

Para ayudarles en esa situación, Casio lleva tiempo trabajando concienzudamente en un reloj que pueda ser capaz de empujarles a dar ese primer paso de abordar a la persona del sexo opuesto.

MTP-1314 y LTP-1314: la pareja perfecta por 40 euros

Casio es uno de los fabricantes de relojes con mejor relación calidad-precio, y en estos modelos lo demuestra una vez más. Aparecidos en sus primeras versiones en el año 2010, los MTP-1314 y LTP-1314 se han ido enriqueciendo con nuevos colores y variaciones, tanto de armis como de correa, convirtiéndose en uno de los relojes más equilibrados en cuanto a precio y calidad del mercado. Es, sin duda, el reloj ideal para regalar a tu pareja (a él, o a ella), si estás pensando en un modelo para ir "conjuntados", ya que, aunque se pueden adquirir, obviamente, de forma independiente, también tienen su símil femenino, ya que forman parte de las variantes "pair" de Casio.

Cada uno de ellos ronda los 40 euros, y por ese precio tienes una caja metálica, un display de muy buena legibilidad, pulsera de triple cierre (tanto en el modelo para él, como en el de para mujeres) y un cristal mineral. Sin olvidar, además, un recubrimiento iónico en su acabado. Por suerte Casio sigue potenciando esta serie (acaban de actualizar sus variantes en la India), y en estos tiempos en los que todos estamos bastante "pillados" de dinero, tener este tipo de detalles con tu pareja sin que tu cartera no se resienta es digno de admirar y tener en cuenta.

¿Lo mejor que puedes regalarle a tu pareja? Un reloj: cada vez que mire la hora tendrá que pensar en tí

Paseábamos por el parque mientras ella me hablaba de lo mucho que echaba de menos a su marido, fallecido hacía algunos años. Mientras lo hacía, miraba el reloj, y entonces me dí cuenta de que algo relacionaba su recuerdo con el de su difunto esposo. Fue entonces cuando me contó su historia, y me dijo que el reloj había sido un regalo de él, cuando aún eran novios, y que no había dejado ni un solo día de ponérselo.

Me llamó la atención porque el modelo del reloj no era realmente muy llamativo. No era un carísimo Jaeger-leCoultre, ni un Hamilton, sino un Casio. Lógicamente, un Casio muy bonito y pulcramente cuidado. Pero lo que quiero decir es que no era un reloj por el que alguien se gastaría algunos miles de euros.