Parafraseando a la popular canción de "cars & girls", el mundo de los relojes tiene con las motos una gran cantidad de aspectos en común. Lógicamente, no los vamos a comparar con una chica, pero no se entiende muy bien que haya tantos modelos de reloj inspirados (o con la estética) del mundo de la aviación, y tan pocos que aprovechen el mundo de las motos. No hace mucho una firma de encendedores lanzaba una línea dedicada a la Vespa, y aunque ya nadie fume, los han vendido como rosquillas. Es un indicio bastante claro de que el mundo de las dos ruedas vende, y mucho.
Una gran mayoría de conductores de automóviles son en realidad conductores de motos en sus más profundas convicciones. La familia, la imposibilidad de mantener dos vehículos, el miedo, la inseguridad o la simple rutina y la sedentariedad les han obligado a dejar su moto atrás (si es que en algún momento la tuvieron).