Cuando buscamos robustez, durabilidad y resistencia, sin duda el acero no suele tener rival. Difícil de rayar, muy sufrido y que soporta bastante bien el rudo trato, fue el material elegido para las duras cajas de los primeros G-Shock. Es, por decirlo así, "el material histórico" de los G-Shock.
Sin embargo, muchos años después (más de diez años, en realidad), Casio se vio en la necesidad de ofrecer un material más, digamos, "elitista". Un metal que aunque ya no cumpliera tan bien esa labor (el titanio es más fácil de rayar), fuese muy apreciado por sus clientes. Así nacieron a finales de los noventa los G-Shock de titanio, con aquellos MR-G que todos tenemos en la memoria.
No debió ser un paso muy difícil, en todo caso, habida cuenta de que ya años antes habían construido las cajas de casi todos sus G-Shock de resina reforzada con fibra de vidrio. El titanio se eligió, digamos, como opción "exótica" frente a la gran mayoría de G-Shock, mucho más asequibles, de resina. El problema es que entre unos y otros había una gran distancia, al no ofrecer cajas sólidas de acero que podrían haber ocupado, perfectamente, un punto intermedio (en precio, pero también en exclusividad).
Las cosas han ido cambiando desde entonces. Hoy los modelos de G-Shock se pueden agrupar bastante bien respecto a los materiales de sus cajas: resina, acero, y fibra de carbono. Solo unos pocos MR-G continúan con el titanio. De hecho, en las gamas superiores abunda en G-Shock el titanio, la fibra de carbono, y el acero.
La fibra de carbono compite también hoy en las gamas medias y asequibles con la fibra de vidrio de antaño. Ahí tenemos los increíbles Core Guard que la ofrecen aunque, por desgracia, todavía en un número bastante limitado de modelos.
Es bien cierto que una caja roscada de acero o de titanio tiene su encanto, la robustez del propio metal, su durabilidad, su resistencia innata. Los monocascos de carbono y las Core Guard forman parte de esa tecnología más puntera, son ligeros, y ofrecen un sin fin de ventajas.
Ahora bien, lo mismo que un superdeportivo se hacía antes de aluminio, o aleaciones de magnesio para reducir su peso, hoy son muy pocos los que están construidos así, y ese papel se lo han cedido casi en su totalidad al carbono. Sea cual sea el auto más rabioso del momento, el carbono forma una parte insustituible e importantísima en su construcción. En el mundo de la bicicleta ha ocurrido otro tanto: de los duros modelos de antaño de cromo-molibdeno (acero), se pasó al aluminio para una parte elitista del cliente, luego al titanio - durante poco tiempo -, y ahora copa el mercado la fibra de carbono. En competición por ejemplo, tiene un papel fundamental.
Quizá los más "puritanos", los más acérrimos defensores de la tradición, elijamos el acero como producto insustituible para G-Shock. Otros, los más adictos a las prestaciones y a la última tecnología, elegirán la fibra de carbono de sus monocascos o de sus Core Guard. Lo mejor de todo es que en G-Shock, y a diferencia de otros productos como los automóviles o las bicicletas, aún podemos elegir un material u otro, habiendo opciones para satisfacer las preferencias de cada uno. Quien prefiera "cajas blindadas" de metal, las tendrán en modelos como los GMW-B5000 o GWF-D1000. Quien quiera la fibra de carbono, podrá elegirla en un GA-2000 o en un GWR-B1000 (con monocasco, en este último caso). Y quien quiera el titanio, podrá acudir a un MR-G. Tal vez falte, y echemos de menos, ese digital en titanio en el catálogo actual de Casio (con el permiso del G-9100 y del GW-S5600) pero en el resto, reconozcámoslo, estamos bastante bien servidos.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Creo que yo me incluyo entre los puritanos. La tecnología de materiales, como con el carbono tiene su encanto por se avanzada. Igual de revolucionaria que fue la resina en su día. Y si buscamos un coche de competición o de altas prestaciones, por ejemplo un Casio super ligero que puede ser muy conveniente en algunos entornos, esa sería la opción.
ResponderEliminarSin embargo el resto buscamos una pieza duradera, y para mi, el titanio con los últimos tratamientos de endurecimiento son la mejor alternativa.
Debido a mi edad no sé cómo era percibida la resina por el consumidor cuando salieron los primeros relojes de ese material. ¿Era vista como un avance y se ponían en valor sus aspectos positivos o es como ahora que se asocia, en general, como un material de relojes baratos y menos resistente? Hablo del público en general. Un artículo sobre este tema sería interesante.
ResponderEliminarAl menos en aquella época para mi representaba un avance. La tecnología plástica. Correas que no necesitaban matar animalitos, relojes ligeros y a su vez más baratos.
EliminarCon pilas de 7 años, creo que no había problema. Resistían que se abrieran 3-4 veces fácilmente, lo que les daba un gran longevidad. Eso sí, recuerdo que los cristales eran minerales, no como ahora.
Si, además las resinas suponían un gran avance debido al abaratamiento de costes de producción y materiales. Podías tener un reloj, incluyendo colores, por una quinta parte del tiempo de una caja de metal con su correspondiente recubrimiento si lo querías a color.
EliminarYo soy "fan" del acero, el titanio tiene algo que no me acaba de convencer, tengo 2 de este material pero no me acaba de gustar debe ser el tacto o a saber xD
ResponderEliminarCarbono y tal sera lo mas pero no necesito esa sofisticacion en un reloj :)
Acero. No hay color.
ResponderEliminarAún no he probado el carbono resina, así que esperaré a que saquen un G de verdad con ese material en la caja para decidir.
ResponderEliminarUno de los aciertos en mis compras de este año...hasta que ahorre el dinero necesario... el b5000...acero...todo acero...que grata sorpresa cuando lo tuve en la mano. Me recordó al origen pero con un módulo de hoy día
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