Un digital con caja de metal para sentirte tranquilo

Admito que hasta la llegada del A1000, uno tenía muy pocas posibilidades de adquirir un digital de metal. Aunque solo fuese para asegurarse el tener un reloj que sería muy duradero. O te ibas a los dificilísimos de conseguir GW-5000 (hubo personas que tuvieron que enfrentarse a las aduanas y pagar un alto precio por traerlos desde el mismo Japón), o te metías "en camisa de once varas" y lo apostabas todo por un Frogman de caja roscada. Si es que tenías muñeca para llevarlo, claro.

Solucionó un poco "la papeleta" la aparición de los GMW-B5000, pero lejos estaban aún de las posibilidades de muchas personas. Incluso la variante más asequible de los mismos, con correa de resina, tiene un precio similar al de los antaño únicos digitales de caja de acero, los mencionados GW-5000.




Que Casio no tuviera ni uno solo, ni tan solo uno de sus modelos, que ofreciera una caja de metal con cierre con tornillos, y en una franja de precios digamos "accesible", era algo incomprensible. Incomprensible lo era antes, cuando nosotros empezamos a escribir en este blog y vosotros a visitarnos, unos tiempos en los que aún se comercializaba el W-720 casi como el único digital old-school atractivo. Hoy tenemos una larga fila de interesantes y más que dignos sustitutos: W-202, B640, DW-291, AE-1200... Eso sin mencionar los modelos de Collection con cajas de diferentes diseños.

Pero si nos dicen, por aquellos años en los que aparte de G-Shock, poca variedad tenía uno para elegir entre un digital, que íbamos a tener ahora un reloj de clara inspiración retro y con cristal mineral (el A700), muchos ni nos lo creeríamos. Mucho menos si nos dicen que íbamos a poder presenciar la aparición del primer old-school de metal desde hace muchos, muchos, muchos años.

Claro que hemos tenido que esperar eso: diez años para tenerlo.


A veces uno se queja (nos quejamos) de los defectos del A1000: un módulo muy básico, poca autonomía, no sumergible... Y es cierto. Pero con ese WR30 hay relojes por ahí en firmas de todo tipo que los venden a varios cientos de euros, y nadie se queja. Claro que a Casio le exigimos siempre un poco más, pero como modelo de metal el A1000 no está mal, es un F-91 de metal, básicamente, ¡y no nos olvidemos del éxito de los F-91! Están en las muñecas de todo tipo de personas y en todo tipo de profesiones. Y es por algo. Si no fuera un buen reloj, nadie lo compraría, indudablemente.

Por otra parte, el mantenimiento de un WR30 es también menor. Así que eso tiene de ventaja. Es un poco como aquellos Renault 4 que se vendían por seis mil euros, era básicamente un chasis y un motor, apenas tiraban, ¡pero anda que no eran sufridos! Y su mecánica a prueba de bombas. Eso es el A1000, en el fondo. Su simplicidad es parte de su atractivo. Pensemos que, al contrario de todos los demás, no hay que preocuparse en cambiar o aceitar juntas de pulsadores, ni siquiera tener que arriesgarse con pruebas de estanqueidad. Es lo que es, un reloj para durar, y nada más. Y si lo cuidas mínimamente, seguro que dura.


Tiene otras ventajas, no obstante, respecto a los clásicos F-91, W-59, F-84 y demás superventas, y es que, por fin en este tipo de módulos básicos, no se requiere desarmar toda su circuitería para un simple cambio de pilas. Los otros es en donde tienen su punto más débil, donde a veces se daña el reloj, o donde muchos aprovechan para tirarlo y comprar otro. Esa práctica de usar y tirar ya no será necesaria con el A1000, cierto que habremos invertido más dinero en su compra, pero a cambio es un producto que ya no tendrás que volver a adquirir. Te durará sin problemas muchos años.

Otro detalle que no debemos olvidar es su armis. De tres pliegues, cómodo y robusto, y con la ligereza y forma de una clásica correa de F-91, es un armis de metal que tampoco tendremos que sustituir. Pensemos en la cantidad de correas que evitaremos comprar (que es algo de lo que todo el mundo se queja con las correas de estos relojes de resina).

Yo creo que las bondades del A1000, y ser principalmente eso: un reloj incombustible, superan en bastante a sus puntos negativos. Porque ciertamente los tiene, pero a estas alturas, ¿quién habría esperado un reloj de este tipo y con esta soberbia construcción? Casi nadie. Antes si querías un reloj así, tenías que prepararte "para una emboscada". Ahora con el A1000 todo ha cambiado. Y si Casio retoca un poco su frontal y le añade una estética más propia de la marca, más clásica, será un éxito de ventas absoluto. Porque, simplemente, a día de hoy no existe otro modelo que esté a su altura.


| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com