Los módulos más completos e impresionantes de Casio

Si algo de siempre, de toda la vida, nos ha impactado en Casio, son sus brillantes y completísimos módulos. Desde aquellos primeros relojes con calculadora que nos asombraban, pasando por los modelos con control remoto para las televisiones por infrarrojos, hasta los relojes con sensores de Pro Trek en los noventa, y de G-Shock en la década del dos mil, los guardatiempos de Casio han sido, y son, un alarde tecnológico que nos asombra y fascina. No en vano ellos tenían como lema aquel famoso "Where miracles never cease" ("Donde los milagros nunca cesan").

Quizá nosotros, conocedores ya de tanta tecnología y hartos de pantallas a no se cuantos "ks" y "UHDs" y demás, hayamos perdido buena parte de la capacidad de sorprendernos que teníamos antes, o si se quiere ver así, de la capacidad de "gozar" de estas cosas. Aunque cuanto más años tengamos, seguro que mejor recordaremos aquellas sensaciones. La llegada de los primeros teléfonos móviles, los primeros mensajes gráficos (que casi eran mensajes SMS en ASCII, los llamados "logotipos de operador", por ejemplo), los primeros reproductores MP3 - que en realidad era un formato, y acabó por convertirse en el nombre de unos dispositivos (los "reproductores de archivos de audio digitales", que era muy largo y alguien decidió pues llamarlo "mp3" a todo, aunque en realidad era el formato y nombre de la extensión del archivo) -, y ya ni hablemos de cuando, si querías escuchar música por la calle, tenías que cargar un enorme y llamativo reproductor de casettes... Hasta que llegó el Walkman y sus clónicos.




Pues bueno, en mitad de todo eso, cómo no asombrarnos cuando llegaban a las tiendas, y por tanto a nuestras muñecas, los primeros relojes digitales. Por fin podías tener un reloj con una precisión que ya quisiera el mejor mecánico de "cientos de miles de pesetas" tener, más aún: con calendario, incluso con alarma, y algunos hasta con juegos... En un tiempo en donde las videoconsolas costaban un ojo de la cara, y si queríamos jugar con algo así (por supuesto ya ni hablemos de las últimas novedades..., las máquinas recreativas que hubiera y gracias) teníamos que irnos a una sala de juegos, y empezar a cambiar monedas y monedas. Lo que nos daban para la merienda, o "lo suelto" que conseguíamos en propinas, se iba a aquellas maquinitas. Así que tener una en la muñeca pues era casi un sueño.

Pero Casio no se detuvo ahí. También podíamos saber la intensidad de los rayos solares a los que nos exponíamos, la temperatura sin necesidad de llevar con nosotros aquellos termómetros de mercurio, o hasta la tensión arterial y frecuencia cardíaca, en unos años donde esos aparatos solo estaban en los consultorios médicos... Y no en todos.

En definitiva, modelos que nos hacían palpar mundos de ciencia ficción, y que nos hacían sentir especiales con uno en nuestra muñeca. Por supuesto no están todos, pero he aquí algunos de aquellos maravillosos módulos que hacían esta especie de fantasía, algo real.

---

- Módulo 555.
Perteneciente a los DataBank de sus primeros años ochenta, este módulo ofrecía la posibilidad de incorporar mensajes, que podíamos almacenar. Sin embargo, lo más llamativo era que con él podíamos realizar llamadas usando su altavoz frontal y acudiendo a la agenda de teléfonos. Incluso incorporaba función de "auto-marcado", como si se tratase de una centralita automática. El sueño de cualquier phreaker. Y todo en un minúsculo reloj. Increíble.

---

- Módulo 82 y 142.
Este módulo se presenta solo. Es el famoso módulo de los Melody, hoy un recuerdo casi mítico de la historia de Casio, y unos relojes - los que han sobrevivido - muy valorados y buscados. Tenía cosas muy ingeniosas, como un modo para celebrar cumpleaños, o el día de Navidad, en donde en el display la marca de "Xmas" aparecía durante 24 horas, y solo ese día. Su variedad de "musiquillas" aún asombra a propios y extraños.

---

- Módulo 103.
Se trata de uno de los primeros LCA de Casio, y de los más completos además. Con su display con tecnología Doble LCD Layer (sí, como en los smartwatches de ahora, pero casi 40 años atrás), se podía elegir mostrar las manecillas digitales, o una hora analógica convencional. Además, el temporizador era gráfico con un contador en reversa. Impresionante.

---

- Módulo 118.
¿Quién no ha soñado alguna vez con poder volver a adquirir nuevecitos estos espectaculares AX, en un nuevo lanzamiento o interpretación de Casio? Seguro que muchos. Y es que su display es uno de los más completos (y complejos) LCDs que hayan existido jamás, una delicia a la vista. Con su calendario completo en modo gráfico, uno podía ver el mes al completo de un solo vistazo, podía navegar entre meses, y encima era increíble la de funciones que incorporaba: alarma, doble horario, temporizador y cronógrafo. No se quedaba ahí, puesto que su pantalla estaba dividida en dos secciones, una de ella destinada a un LCA independiente. Pero si crees que eso era todo, ni mucho menos: las alarmas eran por melodías (se podían elegir hasta cuatro diferentes, incluyendo un pitido de 20 segundos), y el LCA no era estático, como los actuales, sino que cambiaba a un LCA gráfico animado en el modo cronógrafo. Por si fuera poco, sus dígitos podían ir en reversa, algo que Casio no volvería a incorporar a sus relojes hasta muchos años después.

---

- Módulo 119.
Si querías complicación espera, porque éste se lleva la palma. No solo eso, sino que además era táctil en un tiempo en el cual los smartphone no eran ni siquiera imaginados por los autores de la ciencia-ficción más fantasiosos. Porque, además de incorporar calculadora, este soberbio módulo era también muy completo, añadiendo las habituales y siempre útiles alarma, doble horario, cronógrafo y temporizador. Todo ello en su fenomenal pantalla con horario en todos los modos.

---

- Módulo 146.
Otro soberbio módulo para quitar el hipo. Con su alarma con pre- y post-alarma, este es uno de los módulos en donde Casio mostró lo que podía hacer en materia de alertas con despertador. Por supuesto, eso lo acompañó con elementos de personalización, como la posibilidad de elegir nada menos que entre cinco melodías, y no terminaba ahí: cada alarma podía activarse para un día, una semana, o un mes (las primeras dos, la segunda la tercera, y la tercera la cuarta). Otra peculiaridad era el alcance de su cronógrafo: 12 horas.

---

- Módulo 165 y 222.
Pongamos fin a este pequeño repaso con el módulo que seguramente todos esperábais: el de los GAME. En mayúsculas, porque menudos relojazos. Con ellos uno podía pasar un rato divertido mientras esperaba para salir del colegio, o en la parada del autobús. Además, tenía esa peculiaridad de poder cambiarle la pantalla de inicio, volverla calendario u horaria, que siempre era interesante por si querías ver algo "distinto" en tu reloj. Por supuesto, contaban con modo de alarma, y un cronógrafo de una hora. Pero lo más interesante era el juego, claro. Y por supuesto, "de marcianitos".







| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com