En mi larga andadura por el terrenal espectáculo conocí a muchas personas que deambulaban por las calles sin tener a dónde ir, con su F-91. Personas que fingían tener un trabajo cuando habían sido despedidos, y cuyos únicos relojes a los que podían acceder, y que podían mantener, eran F-91 y W-59. Toxicómanos en los últimos coletazos de aquella perdida generación de los ochenta, que se llevó por delante prácticamente los años -y las vidas- de muchos jóvenes. Las grandes ciudades con jeringuillas por los parques, en las esquinas, con la sombra del SIDA y de las ETS siempre deambulando sobre sus cabezas.
Yo recogía memorias en noteblocks con mi F-91. Por supuesto, también me ilusionaba por chicas con él. Era obvio que el siguiente paso lógico fuera el W-59.
Y es que a medida que pasan los años menos quieres preocuparte por tu reloj: menos quieres darle cuerda, menos tener que configurarlo, menos pantallas que recorrer en su display. Menos preocupaciones si lo pierdes, y que sea más fácil (y sencillo) de reponer.
Las pérdidas a lo largo de tu vida habrán sido constantes, de personas, de amigos, de familiares queridos, y de objetos preciados también: relojes de los que te has tenido que desprender y echas de menos, relojes que te han defraudado, relojes de los que esperabas mucho y fueron solo cantos de sirena. Relojes con muchos meses de ahorro detrás, y que dejaron un gran vacío luego.
Así que acabamos admirando un reloj simple y básico no solo por lo que ofrece y tiene, sino también por su disponibilidad, porque podemos encontrarlo allá donde vayamos, y puede ser nuestro inseparable y fiel compañero sin pedir a cambio demasiado. Casi sin pedir nada.
No se trata de que sea el mejor reloj del mundo, ni siquiera el más completo ni el más exclusivo, sino algo sencillo que pueda servirte en el día a día. Y si eso admiramos, eso el W-59 de Casio lo tiene.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
La mayoría de la gente aficionada admira a poseedores de grandes piezas. Yo a las que un reloj barato pero de calidad es suficiente para satisfacerle. Para mí el w 59 tiene un diseño perfecto. Y al ver sus formas y sus terminaciones te das cuenta de que su diseñador lo pensó detenidamente. Ojalá esté siempre en catálogo.
ResponderEliminarYo es un reloj que descubri en este blog y me encanta.Tiene las virtudes del f91, pero ademas es sumergible, y en mi opinio mas bonito
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo en que el reloj debería ayudarnos, no complicarnos. Algo preciso, algo fiable y algo asequible.
ResponderEliminarPero ante esa cara, está también la cruz, lo que vemos en la fotografía de una correa partida. O cristal de resina destrozado, ...
Por eso creo que hace falta un reloj digital verdaderamente duradero, preciso, y asequible. Un GW-5600D por ejemplo :-)
No me pongas biseles porque sino la liamos.
EliminarTe felicito por el artículo.
ResponderEliminarDebido a mi profesión, he de enseñar el complejo mundo de las horas a niñas y niños con grandes necesidades educativas (diversidad funcional) [no a todos porque muchos no llegan] Cuando les recomiendo a las mamis y papis un Casio (muchos me miran extrañado) Acto seguido, les muestro mi muñeca y nos echamos unas risas. Para ellos y, sobre todo, para mi es el mejor reloj del mundo. Porque juntos contamos segundos, horas, descubrimos las letritas del dia, ponemos la alarma...
Tal vez, para llevar un reloj caro sólo hace falta dinero. Pero para contar y descubrir la vida con mi Casio me sobra.
Perdón si se me ha ido un poquito el tema.
[Sergi]
Así es, Sergi, gracias por compartir tu experiencia. Ademas que al ser bastante asequibles, y duros como rocas, no hay miedo con ellos.
EliminarEnconmiable labor la tuya, hay que tener mucha paciencia pero animo porque haces mucho bien.