Te lo adelantamos aquí, que Casio iba a apostar por el cristal de zafiro en algunos de sus nuevos Edifice. Pero lo que no sabíamos era que iba a salir caro poder llevar zafiro en nuestra muñeca, porque el precio se va a ir por las nubes. En efecto: tanto los EFB-105, como los EFB-104, como los EFB-103 (en las imágenes) rondarán todos los 350 €.
Casio debe haber reconocido que es un precio excesivo y, por lo tanto, no se distribuirán en todos los mercados, de manera que no llegarán a todas partes. El resto del reloj es de acero inoxidable, y dentro encontramos un módulo que, con toda probabilidad, es de origen Miyota y que vemos con Citizen en sus EcoDrive.
Tengo que reconocer, no obstante, que estéticamente son mucho más bonitos los Edifice que los de Citizen (al menos la gama Eco Drive que tenemos en España, porque en Asia es otro cantar, pero claro, ocurre como en tantas otras marcas: lo que aquí nos llega es solo una pequeña parte de lo que tiene Citizen -o Casio- en catálogo, y a veces, nos llega lo peor y lo más caro -por eso de que a los europeos nos sale el dinero por las orejas..., o eso se creen en algunas partes, y no nos duele pagar más por menos-). Todas esas "horrendas" políticas que nadie entiende pero que son leyes de mercado (y del consumo) al final ocurre que acaban pagando el pato las tiendas, que no venden, o tienen que pedir fuera el producto que el cliente demanda porque aquí los distribuidores oficiales no sirven (o no quieren servir, más bien).
Es una lástima que en un mundo tan globalizado aún quieran levantar estas fronteras artificiales (porque es lo que son) marcas como Citizen o Seiko, pero no solo ellas, también Orient, Timex, o Fossil juegan en esa misma liga. A veces propiciado por los propios distribuidores, que o bien por despreocupación, o por intentar colocar en el mercado los modelos más caros, refuerzan y afianzan esa malvada situación.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com