Recuerdo los años setenta. La última oleada de los coches con techo de vinilo, los tocadiscos portátiles con "cuarenta pilas" "de las gordas", las patillas hasta el cuello, los pantalones de campana y la música de Olivia Newton-John.
En España los críos (y los no tan críos) íbamos cada semana al quiosco, en donde teníamos una cita habitual con las llamadas entonces "revistas juveniles". Era una cita ineludible en unos tiempos muy diferentes a los actuales (no se si mejores o peores: diferentes), en los cuales no había videojuegos, ni por supuesto smartphones o internet. Lo más avanzado que existía eran unas calculadoras portátiles que empezaban a hacerse populares, pero ni mucho menos podía acceder a ellas todo el mundo.
De manera que el entretenimiento más a nuestra disposición de entonces eran esas revistas, la mayoría aún en tonos grises (o con gamas de ocres con un resultado que simulaba el color "fenomenalmente", la falta de medios técnicos la suplía con creces la imaginación). Las había para todos los gustos, de aquella portentosa y magnífica editorial de entonces, la catalana Bruguera. Sus títulos evocan todo un mundo de aventuras infantiles y juveniles: Rompetechos, Zipi y Zape, Mortadelo (luego Súper Mortadelo), el DDT (y Súper DDT), Gran Pulgarcito... Pero mi preferida era la titulada Sacarino (o Súper Sacarino, como vendría a denominarse luego, en esa costumbre tan curiosa de Bruguera de ir poniéndoles el adjetivo de "Súper" a los personajes más famosos de sus historietas que daban nombre a sus revistas), un chico rebelde surgido de la mente del genial Ibáñez, con aventuras que eran guiños de las de Mortadelo y Filemón pero con notas mas frescas, no tan repetitivas como su "hermano" de cómic. Por aquellos tiempos soñábamos que cuando consiguiésemos trabajo podríamos ser igual de rebeldes, luego la vida nos pondría en nuestro sitio, pero ese es otro cantar...
En esas revistas de fino papel solía haber fantásticas novelas dibujadas en su hojas centrales, que se entregaban por capítulos, de una calidad gráfica soberbia. Así leí, por ejemplo, "El hombre invisible". Por supuesto no olvidemos a los geniales "secundarios": Tete Cohete, Segis y Olivio, Felipe "el Gafe", Pedrusco Brutote, Rosita "la vampiresa", Prudencio, Microbio, Ángel Siseñor, doña Urraca, la familia Cebolleta, Anacleto "agente secreto"...
Prácticamente nada de eso existe hoy. Cuando paso ante un quiosco sus escaparates están llenos de los "Holas", las "Semanas", y revistas de moda y fascículos de las tonterías más inverosímiles. Ya no se ven montones y montones de revistas con los dibujos arquetípicos y tan llamativos de los Superlópez, de los Pepe Gotera y Otilio, de los Tio Vivo, Súper Carpanta, Lily, o de mi querido Sacarino. Las revistas de hoy "tiran para atras" incluso en sus precios, mientras que con unas pocas pesetas antes salías del quisco con una revista juvenil "sabrosa" en aventura y diversión. En unos tiempos donde aún el vídeo doméstico era ciencia-ficción, y la televisión se compartía en el hogar, esas revistas era la forma de disfrute individual para uno solo (aunque luego acabásemos compartiendo números antiguos con amigos, claro).
Recuerdo un anuncio a toda página en una de ellas, con una nave alienígena en primer plano y el críptico texto: "Alien, el 8º pasajero". Era el anuncio de la primera película de Alien, en la cual compartía protagonismo con Sigourney Weaver un reloj que ante nuestros infantiles y juveniles ojos era de pura ciencia ficción, un digital de resina "todo negro": el Casio F-100.
Claro que en los setenta había digitales, pero la mayoría eran inalcanzables para nosotros, eran "de gente mayor", tenían LEDs para visualizar los dígitos por lo que, encima, demandaban mucha pila (más o menos como los smartwatches de ahora) y eran de macizo metal, muy pesados para nuestras inquietas muñecas. Casio tenía sus Casiotron, que seguían la ola de diseño de los Seiko, Citizen, y tantos más.
Por otro lado, ver un reloj en negro era extrañísimo. Los relojes eran de metal o dorados, en negro era algo inusual. Esto nos parece algo difícil de entender ahora, donde la mayoría de resina son negros y muchos de cajas de metal ofrecen ese recubrimiento, pero en los setenta no era ni mucho menos así. Solo era necesario ver las muñecas de los que había a nuestro alrededor, de nuestros padres y abuelos: aquellos "monótonos" analógicos metálicos, plateados, dorados, de índices o números. Y para de contar. El Casio F-100 fue toda una revolución, no por el modelo en sí, que no tuvo una divulgación excesiva, sino porque dio pie a todos los modelos de resina que llegarían después, los "F" básicos, los HD, y por supuesto algunos de los Marlin. Y luego, en los noventa, hasta los G-Shock. Casi nada.
Casio se empezó a dar pronto cuenta de los beneficios de la resina: más ligera, inmune al óxido, barata... Pero nadie se había atrevido a hacer un reloj para las masas íntegramente de ese material. Hasta el F-100. Y fue tan innovador que un director de la talla de Ridley Scott lo escogió como reloj "del futuro" para su famosa película.
Hoy Swatch, Hamilton, Tissot y todas las demás marcas se pelearían a rabiar por ese puesto, pero por aquél entonces había que tener un reloj futurista. Y Casio lo tenía. Por desgracia, nada comparado con lo que tiene ahora, copias burdas y caras de relojes suizos. Si cualquier otra firma tuviera la envidiosa historia relojera que posee Casio, la aprovecharía al máximo (ahí tenemos a Omega con su reloj de la NASA, o a Breitling con su historia aeronáutica como proveedor para aviación). Ninguna de ellas ha renunciado a su propia historia, a lo que le da carisma a la marca excepto, curiosamente, Casio. Es cierto que con G-Shock tiran de historia (al menos, de su historia juvenil con el éxito en Estados Unidos de relojes para los chavales), pero la tradición de Casio en relojería parte de muy atrás, como vemos, y no nace con G-Shock únicamente. Quién nos lo diría, y quién le iba a decir a Casio que, de ser la imagen de la microtecnología y la innovación, se iba a pasar a convertir en esa cosa "rara" llena de analógicos insulsos que es ahora.
Han quedado pocos modelos F-100, casi como aquellas viejas naves que vagan por el espacio tras una dura batalla entre imperios planetarios de siglos atrás, tan reflejada en algunas películas y novelas; los que hay están por las nubes (nunca mejor dicho, en cuanto a su precio, aunque, por cierto, siempre hay alguna excepción) y son muy buscados por los coleccionistas. No es extraño, porque no es solo un reloj que marcó toda una época: inició toda una revolución que es tan imparable que llega aún hasta nuestros días.
Es cierto que los relojes íntegramente de resina están muy bien en sus vitrinas como modelos de exposición, pero en el día a día son bastante "complicados" de usar, por decirlo de alguna manera. Yo era muy aficionado al Casio F-24, otro de los "all resin" heredero del F-100, pero me cansé de romper la frágil tapa trasera de plástico. Lo mismo con las correas, son geniales, pero si usas a diario el reloj es una molestia llevar cada día una de resina que acaba quedando fea, rajándose y deteriorándose (incluso si la decides guardar para recambio). En ese sentido cambié la del mío por un armis, y tan contento. Al menos así me ahorro visitas periódicas al relojero en busca de recambios. Por lo demás mi digital tiene caja de resina, y cristal de resina, y ambas -dentro de sus límites, claro- tienen muchas ventajas, sobre todo para quien le preocupe el peso y para quien prefiera tener la opción de pulir el cristal por sí mismo, llegado el caso.
No obstante no es objeto ahora de ponernos a comparar virtudes y defectos de la resina frente al metal, sino de traer de nuevo a portada el Casio F-100 para recordar que la resina y los digitales van íntimamente unidos, aunque por supuesto también admiremos los relojes digitales de metal, el F-100 fue en su tiempo una auténtica revolución. Gracias a ello, por fin chavales como nosotros podíamos tener un reloj a nuestro alcance y, mira tú por donde, gracias al módulo digital, con prácticas funciones muy por encima de los analógicos de nuestros mayores. Pronto, como las revistas gráficas que os contaba al principio, se convirtió en el reloj preferido de la juventud. Hoy quien ocupa ese puesto es el smartphone pero nosotros, cuando queremos volver a sentirnos jóvenes (el espíritu es siempre joven) nos ponemos un digital. Porque -y lo sabes muy bien, tanto en la capacidad de presentar todo tipo de información, como en la de una lectura fácil- no hay nada, absolutamente nada, que supere a un digital.
Y un poco de melancolía...:
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
No fui de cómics. Y mis recuerdos de los 70 son muy escasos. Si que recuerdo el comienzo de los 80. Me gustaban los relojes de resina, precisamente por lo futuristas que eran. Por ser diferentes a los relojes de mayores que estaban aún anclados en el pasado.
ResponderEliminarCasino era lo que siempre nos ha gustado. Tecnología muy avanzada, fácil de usar, duradera, y a precios lógicos. Casino es ahora mal marketing y moda, a precios Caros.
Mencionáis Breitling y Omega. Pero hubo además Strela con los sovieticos. Entre los japoneses, Casio, que con el DW5600C, estuvo certificado para vuelos espaciales, y era el preferido por los astronautas, incluso frente al Speedmaster. Y eso que los pagaba la NASA y no los astronautas. Así que eso dice mucho de sus virtudes objetivas.
Si yo fuera Casio, volvería a lanzarlo debidamente actualizado. Copiando las campañas de Omega o de TAG Heuer.
Te refieres a que vuelva a lanzar el 5600c pero actualizado?
EliminarMe olvidé mencionar lo que me gusta el AL-190WD que sale en el artículo. Batteryless eso sí era la caña.
ResponderEliminarOstiassss!!
ResponderEliminarUn Casio F-85. El mito de mi adolescencia... me lo compraron por haber aprobado todo en 8º EGB. Estuvo en mi muñeca hasta llegar a la Univeridad.
Todavía lo tengo, sin la correa. No me desharía de él por nada del mundo.
una pregunta los relojes de resina que salen en alien 2 son casio espero sus respuestas
ResponderEliminaruna pregunta los relojes de resina que salen en alien 2 son casio espero sus respuestas
ResponderEliminarEs conveniente que las preguntas tengan al menos un signo de cierre de interrogación, sino pueden confundirse con una afirmación facilmente.
ResponderEliminarNo se a que relojes de resina te refieres en Alien 2, yo estoy al tanto del Seiko Speedtimer.
Siempre me han gustado los relojes, pero casio no me había llamado la atención salvo en dos ocasiones. Cuando tenía unos diez años había un modelo digital muy grande que me encantaba, no se si sería un gshock. Y ahora desde los 30 sólo llevo los nuevos gshock. Son cómodos, resistentes y me gustan en colores llamativos. Eso sí, son algo pasados de precio y cuando se te estropea la correa casi sale mejor comprar uno nuevo por el precio de la misma. Mi reciente adquisición pero no la ultima https://relojesdorados.com/casio/ Saludos
ResponderEliminarJon, tu reciente adquisición han sido una treintena de relojes Casio dorados?
ResponderEliminarNunca he sido de dorados, y tampoco creo que en el caso de un G-Shock cueste más la correa que el reloj. Incluso si hablas del más asequible, el DW-5600E, que podrías llegar a obtener por unos 60€, la correa te costaría unos 15€. Tienes 3 correas por el precio del reloj.
Por cierto, que parece puro spam. Una web que te redirige a Amazon con un código de referido, y que encima está mal. Por ejemplo el A168WG9BWEF dice que está a 39,90€, en cambio, vas a Amazon, y está a 38,45€. Ya que hablas de referidos, te dejo mi enlace con un poco de mala idea, para quitar SEO: Reloj Casio Dorado A168WG9BWEF.
También veo el DW-6900, lo indicas a 79€, pero en Amazon ya no está disponible... Hay que cuidar más esas webs antes de darlas a conocer.
Vaya, vaya, al final va a dar más juego esto de lo que pensaba, porque veo que tienes también onlytrendy.es/producto/casio-vintage-barato/ donde muestras un Casio F-91W, con la foto original de Casio, pero que el producto tiene más pinta de ser falso que otra cosa, sobre todo a 5€, lo cual es además un delito.
ResponderEliminarSaludos.
Jaja, pues sí que te dio juego mi comentario. La verdad que no recordaba este comentario pero es totalmente cierto, no era spam y seguramente puse ese enlace por equivocación haciendo copy y paste. El g-shock en cuestión era un ga100 creo recordar y la correa rondaba los 30 euros, un atraco. Si consideras eso buen precio para un reloj que ronda los 80, yo opté por dejarlo y pillarme otro, aunque tambien g-shock.
EliminarEl de Aliens 2 ya era Seiko, el marketing por 1987 (o 1986, no recuerdo muy bien el año de la secuela) ya estaba más desarrollado :D El digital del protagonista era el Seiko S234, al que le habían tapado media pantalla con un plástico y le habían colocado una correa de nylon en color caqui; un modelo muy parecido al Casio W-500/SDB-300.
ResponderEliminarYo era de Mortadelo y Filemon, Carpanta, Rue 13 del Percebe, Zipi y Zape...Super Lopez y claro Spiderman...era otra vida distinta donde las cosas tenian el valor exacto, el real.Como ya dije el mundo que conociamos ya no existe...
ResponderEliminarY en cuanto al tema de los relojes G-Shock...ya no se trata de acero o "resina", y es que si un DW-5000 es excelente, un DW-6600 es una maravilla, por que ambos tienen protección interna...¿Acaso pueden superar los relojes de hoy a un DW-6600 en resistencia, utilidad tactica/profesional?...Pues no...Pero esto es lo que algunos directores de Casio han elegido, olvidar su pasado glorioso y dedicarse a querer imitar el estilo Suizo o costumbrista de la relojeria.Con 43 años no cambio un G-2000 ó un GW-200...o el que llevo ahora mismo y alucino con el...mi DW-6600...un reloj para toda la vida.
Casio se esta "españolizando" no sabe vender la moto y no tiene memoria.