Cuando algo hace ruido es que algo está mal

Este fin de semana estuve hablando con un conocido y me contaba que desde hacía tiempo venía oyendo en su furgoneta un ruido extraño proveniente del tren trasero. Estuvo mirando suspensiones, cambiando neumáticos, probando otros de más calidad... Hasta que la semana pasada le dijeron en el taller que la causa era uno de los rodamientos, que estaba dañado.

El ruido inusual -donde antes no había- suele ser el síntoma de que algo está fallando, o de que algo no va bien. Esta máxima funciona a nivel mecánico, pero también en muchos otros aspectos de la vida. Y es que ayer, leyendo la entrada en el blog de Adan de "Casio y Nokia, un pasado mejor", me he dado cuenta de los numerosos conocedores de la marca nipona que estamos alzando la voz ante la línea de relojes que tiene Casio en la actualidad. No soy solo yo, de hecho este blog, nacido por y para amantes de Casio, debería ser el último que criticara a la marca -o mejor dicho, a sus modelos-, por ello este es un buen síntoma de que ésto que ocurre con los relojes en Casio es ciertamente bastante lamentable.




Ayer leía una review que le habían hecho al WSD-F10, y es que últimamente Casio USA está dejando en préstamo este reloj a todo tipo de publicaciones, y en estas últimas semanas las pruebas y reviews se repiten una y otra vez, saliendo nuevos reportajes de ese smartwatch casi cada día. Pues en esta que os comento que estaba leyendo, me sorprendió ver cómo el redactor gritaba enfervorizadamente las lindezas del reloj y lo aplaudía porque había salido a la playa y podía ver la hora (en el modo monocromo) a la luz del día. ¡Se estaba alegrando de que hubiera un reloj que, bajo el sol, pudieras ver la hora! Me quedé flipando, en serio. Que a estas alturas alguien se alegre de poder ver la hora (¿para qué se supone que es un reloj, entonces?) y que lo ponga como uno de los puntos más atractivos del reloj, es como si yo pruebo un Renault Clio y me alegrara de circular con él por la calle. No estoy hablando de que tome bien las curvas, de que tenga una dirección muy directa y cómoda, de que estén bien equilibradas las suspensiones... No, estoy hablando de que me alegro simplemente porque el coche hace lo que se supone que debe hacer: llevarme de un sitio para otro. Que alaben un WSD-F10 por poder hacer eso, darte la hora, es un buen indicativo de a qué extremos estamos llegando.

Por eso me alegra que haya gente que esté tratando de poner un poco de cordura -aunque en parte sea una batalla perdida, en ciertos aspectos- en todo este sinsentido. No soy yo solo, repito, no somos solamente en Zona Casio quienes decimos que Casio está perdiendo el horizonte, que también lo diga Adan, que lo diga Guti, que lo digan en foros, que lo digan las propias tiendas (muchas tiendas, me lo han dicho a mí, por supuesto no quieren que se difunda porque no quieren represalias por parte de Casio, aunque en Casio España poco pueden hacer al respecto para cambiar esa dinámica), es todo el mundo que ha trabajado o que conocía (y conoce) a Casio. Los únicos que están a favor, parece ser, son los Community Managers, o sea, la gente pagada por Casio (o por empresas subcontratadas por Casio) para que digan que ese producto es guapo y bonito.


Pero, insisto, sabemos todos que eso es una batalla perdida. Sea por las razones que sean, como que Casio quiera obtener más beneficios con menos, porque los relojes que vendía antes no les rinde lo mismo porque ya no venden las mismas cantidades, porque sus directivos actuales prefieren un catálogo elitista y analógico, porque no está de moda lo digital, y un largo etcétera con razonamientos más verídicos o no (con algunos de ellos no coincido, pero en fin). Casio parece estar esperando a que, como lleva diciendo -o advirtiendo- Guti desde hace mucho tiempo, alguien salga y "le moje la oreja", o sea, que algún fabricante "de los grandes" se decida a apostar por digitales y relojes populares de calidad y con módulos muy completos, y le ocurra como Adan cuenta en su post le ocurrió a Nokia. Parece ser, sin embargo, que a Casio no le importa, o no sabe cómo responder a ello.

No obstante también digo que Casio está a tiempo de solucionarlo. Capacidad y medios tiene, tanto técnicos como humanos. No estoy diciendo que tenga que acabar con sus líneas Mudmaster, Gulfmaster, Edifice Premium y demás, sino que tiene que potenciar y enriquecer más sus variantes asequibles. Porque lo uno no está reñido con lo otro, y si vender el módulo del GWF-D1000 metido en una caja más simple en Collection o en variantes de G-Shock más baratas le quita ventas al Frogman, pues que lo asuman y adelante. Porque eso era lo que siempre hacía Casio, sin dejar de tener aquellos modelos TW-7000 a precios astronómicos, pero que aún así había gente que los adquiría. Por supuesto que sí, hay sitio para todos. Y si alguien quiere desembolsar quinientos o mil euros en zafiro, titanio y armis macizo, pues mejor, todos nos alegramos (y en Casio los primeros), pero lo que no es de recibo es querer colar por ese precio un reloj de plástico. De plástico, de acero y de caja híbrida está bien para ofrecerlos a precios y en gamas populares, no para subirse a la parra con ellos y encima querer que se les aplauda.


Mientras esto no ocurra -que tal vez, por desgracia, no llegue a ocurrir nunca- por supuesto que seguiremos echando de menos aquéllas series Marlin y G-Shock, aquellos HD (con cajas mixtas, que pareciera que eso fuera un invento de hoy) y aquéllos modelos tecnológicos a los que Casio llegó a denominar incluso como Wrist Technology. Somos muchos lo que lo decimos: la gente va a acabar cansada; es verdad que Casio parece querer vivir ahora de venderle relojes de colores a los adolescentes, pero cuando esos adolescentes se hagan mayores no van a tener la experiencia que tuvimos nosotros, van a quitarse ese reloj de en medio en cuanto les empiece a crecer la barba y se van a sentir poco menos que estafados. ¿Es eso lo que quieren en Casio? Espero y confío que no.

| Redacción: ZonaCasio.com