Se desvelan los precios "de verdad" de los nuevos Frogman GWF-D1000

Sé que me puedo llevar una reprimenda por parte de Casio (bueno, en Japón no nos leen, así que no hay problema...) pero este es un blog informativo y tengo que hacer eso: informar, y luego que cada uno saque sus propias conclusiones.

El otro día adelantamos que el nuevo Frogman GWF-D1000 costaría en torno a los 800 €, y la variante con DLC ("la azul", para que nos entendamos) saldría a unos alrededor de 1.000 €, pero también adelantamos que con descuentos el nuevo Frogman (el básico) podría llegar a salirnos en 700 € e incluso menos, que dado el precio anunciado meses atrás era notoriamente (y agradecidamente, dicho sea de paso) reducido.




Pero todo esto se nos fue al garete porque los precios que adelantamos aquí (aplicados con descuentos según las tiendas) no eran reales, ya que Casio no permitía semejantes descuentos y las tiendas tenían que comercializarlos "sí o sí" a 1.000 € (siempre hablando sobre la versión base del GWF-D1000), o cercanos a esos 1.000, y en torno a los 1.100 € para la versión DLC.

Pero he aquí que hoy, casualidades de la vida, nos enteramos de cual va a ser el precio del modelo para las tiendas, o sea: el precio al que se lo vende Casio a las tiendas (que es muy diferente al precio al que te lo venderán a ti). Pues bien, el precio del nuevo GWF-D1000 será -agárrate a la silla- ¡de alrededor de 500 €! Es una bestialidad la diferencia. ¿Por qué esto es así? Bueno, esto es muy habitual en muchas marcas de relojería, sobre todo en las más elitistas. Como bien ha analizado Guti en su blog, los precios que tú pagas no son los precios del producto, o del coste del producto, más bien pagas por lo que se denomina posicionamiento. Es decir: el precio tiene que ser caro para que el reloj tenga una imagen de elitista; como bien han dicho muchos de nuestros avispados lectores (que os las sabéis todas, y en muchas ocasiones más que nosotros), un reloj con esos materiales y esa tecnología no debería pasar -por lógica- de los 300 € o 400 €. Todo lo demás, por lo tanto, es imagen de marca, dinero "que tiras" a la alcantarilla.

A mí me parece una burrada, será que no entiendo de imagen, posicionamiento, marketing y aspectos tan sutiles como exclusividad, y ni lo entiendo ni me importa, pero me parece una salvajada sea Casio, Citizen, Swatch o quien sea que un reloj que cuesta 300 € -que no creo que cueste más fabricar el Frogman-, y que pueda venderse a 400, e incluso si me apuráis hasta a 500 (y mirad si hay margen o no de beneficio... más de doscientos euros de margen), triplique el precio solamente porque ahora Frogman es una marca "premium" y "de lujo".

Digo esto hablando de Casio, pero sabemos que todas las marcas lo hacen, sobre todo las elitistas. Y cada vez que veo estas cosas, como me parece muy mal y muy injusto, pienso -y os lo confieso- en la fortuna que tienen los que aún conservan (no digamos ya que encima tienen el lujo -eso sí es un lujo- de usar a diario) sus legendarios DW-5000 o MRG-210 o similares con caja de metal, porque cuando los adquirieron pagaron un justo precio por ellos. ¿Qué cara se le va a quedar al que compre ahora un Mudmaster, un Frogman o un G-Steel, y descubra que de reloj ha pagado poco, y lo que más ha pagado ha sido de envoltorio? Yo no me quedaría muy contento, entre otras razones porque Casio es Casio (y nunca dejará de serlo: una marca barata, ¡BA-RA-TA!) y siempre será recordada y estará anclada a un F-91 de ocho o diez euros. Por mucho que les pese a los japoneses. Qué mas da que lleves un Gulfmaster de ochocientos euros. Cuando tu interlocutor vea la palabra "Casio" en el frontal y descubra que has pagado ese dineral por él, se reirá de ti en tu cara. Y con razón. Un Casio es para vivir, para disfrutar, para llevar. No es para exponer en una vitrina. Para eso están los Rolex. Y quien no se lo crea, que mire los catálogos históricos de Casio de todas las épocas anteriores, desde 1974 que empezaron con relojería, y los compare con Citizen, Hamilton o Seiko, y vea las diferencias. Y luego hablamos.

El problema es cuando reniegas de tu propia historia y te crees lo que no eres, y de una marca "para toda la gente" quieres pasar a una marca "solo para marqueses y condesas". Vístelo como quieras, ponle el precio que quieras, tu historia te precede y eso no se puede ocultar. Y es eso lo que es Casio, nada más. Y es por eso por lo que amamos a Casio y no a Junghans o a Citizen. Y si nos quitan eso nosotros seguiremos anclados en la Casio de antes, la auténtica. Y los nuevos ana-digis y analógicos a un millón de euros que se los cuelen a los multimillonarios incautos por donde les quepan.

| Redacción: ZonaCasio.com