El G-Shock GWN-Q1000 "Quadsensor" es inusual en muchos sentidos. No solo es inédito en Casio (y en gran medida en la relojería en general) por disponer de nada menos que cuatro sensores, sino que en parte es inusual también por su diseño. Casio ha tenido que ingeniárselas como fuera, adoptando las soluciones más rebuscadas a veces, para encontrar sitio donde ubicar tal cantidad de tecnología. Y el sensor de profundidad lo ha metido en una zona, cuanto menos, curiosa, sacándolo del lateral y llevándolo a la parte superior de la correa, justo sobre el asa superior.
En cualquier otro modelo de reloj esto nos haría llevarnos las manos a la cabeza, pero no en un Gulfmaster. Y eso es debido a que la correa de los Gulfmaster también es inusual. Construida con resina muy blanda para favorecer los movimientos en situaciones de humedad (como es habitual en labores marinas y pesqueras) y con diseño específico para favorecer la aireación, esta correa va anclada en su parte frontal y superior a la caja, colocando los tornillos de soporte en la mencionada parte frontal. Y eso es lo que ha aprovechado Casio para colocar allí también el profundímetro.
Esto hace que el reloj siga mejor el contorno de la muñeca y hace que la correa se mantenga fija en todo momento, sea cual sea el movimiento que realicemos. Y es eso, precisamente, su robusto anclaje, el que ha aprovechado Casio para colocar allí la apertura al agua de mar de su sensor de profundidad.
Es inusual porque en la mayoría de relojes con este tipo de sensores (en el propio GWF-D1000 Frogman) éste se coloca en un lateral de la caja. Sin embargo colocar el sensor donde está en el GWN-Q1000 lo hace estar más expuesto a roces y su recubrimiento de resina a color sufrirá más el desgaste y la decoloración. Es evidente que Casio ha tenido que mantener una dura batalla, una lucha entre ergonomía, espacio y durabilidad, así como en utilidad. Pero gracias a eso han encontrado una zona en donde el sensor apenas molesta (ni siquiera sobresale del espacio de la correa, evitando con ello invadir o añadir "volumen" al reloj en una de las partes más críticas de éstos: las zonas inferiores y superiores de la caja).
Otro gran acierto de este estupendo Quadsensor es que el atmosférico (o sea, el barométrico) lo han mantenido en el lateral, evitando así los inconvenientes que podrían dar lugar a lecturas erróneas cuando lo cubrimos con la ropa (en un lateral está más libre). Es evidente que en Casio han pensado y diseñado este modelo para estar al aire libre, y poner el sensor de profundidad en la zona en donde está hace que aunque esté cubierto a diario por la ropa que llevemos, no entorpezca su función, puesto que ese sensor solo mide la profundidad de inmersión, cosa que, de realizarla, lo haríamos con el reloj (y su sensor) al descubierto. Realmente muy bien pensado en Casio.
Otro punto a favor de la posición del sensor en ese lugar es que ofrece un estilo de reloj más limpio, apenas deja evidencias visibles de que es Quad-sensor y, aparte de la leyenda en el frontal, bien podría pasar por un simple triple sensor. Y es precisamente ese el aspecto que menos me gusta de él. ¿Por qué la Casio actual se empeña en disimular tanto los sensores que podrían ser tan seductores como éste, cuando antes lo que más nos atraía era precisamente eso, la voluptuosidad y protagonismo que cobraban esos mismos sensores? Ahí tenemos muchos ejemplos en los Pro Trek de los noventa pero, sobre todo, en aquellos futuristas relojes dentro de la propia G-Shock, modelos como los DW-9100, DW-9800, DWG-100, los GW-100 o el mismo DW-6700 "Skyforce".
Ya sabemos que aquellos tiempos nunca volverán, pero a veces quisiéramos que en Casio lanzaran algo similar, aunque fuera solo como un guiño a todos ellos. Y el único que se le acerca y permanece un poco inamovible manteniendo aquella "suculenta" y atractiva estética, dentro de los G-Shock nuevos y actuales con sensor, es el GWF-D1000. De ese se iban a vender a millones. Si no fuera tan extremadamente caro.
| Redacción: Zona Casio
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