El reloj que nació torcido

"Si a un chaval no lo enderezas de joven, luego de mayor será imposible", dice el refranero popular. Y eso parece cumplirse en alguno de los modelos del Mudmaster GWG-1000, en donde Casio ha instalado uno de sus LEDs torcidos.

Soy de la opinión -y en esto coincido también con mucha gente- que ese, aún siendo un defecto, no deja de ser un fallo menor. De hecho la iluminación cumple su papel perfectamente y aunque sea un detalle antiestético, es un detalle que casi ni se ve.




Pero esa no es la cuestión. En el trasfondo tenemos lo que se le debería permitir y lo que no a una marca que se quiere considerar Premium, y que vende sus relojes a precios (y en tiendas exclusivas, no en bazares sino en elitistas joyerías) como tales.

Dicho de otra forma: ¿consideraríamos eso tolerable en un reloj Patek Philippe o en un Tiffany? Yo creo que a esta pregunta todos diríamos que no, de hecho creo que ni el propio fabricante Patek Philippe ni Tiffany lo toleraría.

Y eso es también lo que opinan algunos de los foreros de Watchuseek, que no dudan en aconsejar a quienes padezcan este defecto en su reloj que lo redirigan al SAT.

Yo puedo entender que un LED medio-mal posicionado sea admisible ( e incluso tolerable) en un Outgear, quizá precisamente por esa necesidad de ajuste tan preciso los LED de esa gama no van decorados como en los Premium (y sea una pieza que se incruste con el resto del módulo, muy difícilmente de colocar torcida), pero me parece muy lamentable que un reloj que haya costado casi mil euros sufra de desviaciones en las piezas que lo conforman ya desde el proceso de montaje.

Claro que en Yamagata es un señor (o señorita) quien armado con unas pinzas y ayudado por una lupa va montando cientos y cientos de relojes durante largas jornadas de unas cuantas horas, en una incómoda posición de pie.

Ya "critiqué" en su día esa factoría de Casio, y lo vuelvo a hacer. Quizá Casio se haya aprovechado demasiado de su etiqueta de factoría "premium" en donde sólo los mejores trabajan, pero a veces no necesitas que tu reloj lo haga el mejor relojero, sino que, sobre todo, lo hagan con pasión. A veces es mejor menos especialidad y más tranquilidad. Y en Yamagata deben estar haciendo horas extra con tanta carga de producto que tienen que sacar adelante allí.

Y digo esto porque me llama la atención el contraste de esa factoría en Japón con otras suizas y europeas, como la de Jaeger-LeCoultre, en donde el trabajador va montando el reloj sentado, sin prisa, con dedicación y cuidado, y si tiene que tardar dos horas en ajustar unas piezas y comprobarlas, pues tarda. Al contrario que en Yamagata en donde los trabajadores están unos pegados a otros. En Jaeger-LeCoultre cada trabajador tiene su mesa de trabajo, dividida específicamente, con espacio de sobra para moverse y con una gran flexibilidad.

No quiero parecer ni ser aquí el representante de los trabajadores en Yamagata, faltaría más, pero lo que sí digo es que si en Yamagata se trabaja de esa forma y a cada trabajador se le exige un número de piezas determinadas en cada montaje (todo eso muy alejado de lo que sería una fábrica de relojería premium tradicional suiza), ¿no sería mejor que entonces sus relojes los fabricaran directamente robots, como el Sistem51 de Swatch, de forma íntegra? Con esto no evitaríamos defectos (por supuesto), pero el precio extra del reloj podría invertirse en una mejor gestión y proceso de calidad que, a vista de lo acontecido, de momento carecen en Casio. Y es lamentable cómo un buen producto del que G-Shock podría presumir, por esta serie de contratiempos se les vaya al garete. Al menos confiemos en que Casio responda como la marca premium a la que aspiran a ser.

| Redacción: Zona Casio