La difícil tarea para Casio España de cambiar nuestra forma de pensar

Casio en Asia lo tiene fácil. Muchos de sus países poseen una enorme cantidad de gente joven, nuevas generaciones que buscan relojes distinguidos, a la cual se adapta perfectamente Casio Premium. Por otra parte, una gran parte de su población, que ahora están en la adolescencia o a punto de empezarla, poco saben de Marlins, mucho menos de HDs o de modelos "vintage" de Casio y lo que representan. Para ellos su mundo es G-Shock, y en especial vistos como relojes que pueden combinar con todo y ofreciendo un amplio abanico de funciones y personalización además de, indudablemente, tecnología.

Allí Casio triunfa, y vende mucho. Es donde más venden los modelos G-Shock "de colores" y centralizados y enfocados a la moda y la imagen. Allí Casio lo tiene relativamente fácil: es lo que la gente pide y demanda, y es lo que, en las multitud de tiendas G-Factory, puedes ver, disfrutar y adquirir.

Aquí, en el Viejo Continente, y también en Latinoamérica, la cosa cambia bastante.




Aquí la gente y empleados de Casio tienen una tarea ingente, y aún así lo están haciendo muy bien y contra viento y marea están logrando unos resultados sorprendentemente buenos. Un esfuerzo descomunal que hacen con patrocinios, fiestas, presentaciones, tiendas temporales de ediciones especiales, etc., etc. Un esfuerzo monumental.

Por desgracia Casio España no son quienes mandan o "mueven el cotarro" en Casio. Ojalá fuera así, pero no lo es. Para la gigantesca Casio nosotros somos un mercado minoritario y, entre éste, tampoco tan importante. Obviamente somos importantes, pero no tanto como el asiático, el americano, o incluso en la misma Europa nos aventajan los británicos o los alemanes. Y los franceses.


Si Casio España tuviese la responsabilidad mayoritaria en Casio, hace tiempo que tendríamos no solo Marlins y HDs, sino digitales por todos lados, y pongo la mano en el fuego que incluso tendríamos reediciones calcadas del DW-5000. Pero la realidad es muy distinta, y Casio en España (y en otras partes) han de bregar con lo que tienen y pueden, en un gran número de ocasiones impuesto e, incluso, desaconsejable para su mercado. Pero tienen que pelear con las armas que poseen, no les queda otra. A veces has de hacer de tripas corazón y, más aún en algo que es tu trabajo, hacer lo mejor que puedas con lo que tengas, sea ésto mucho o, como es el caso, poco.

Casio España se enfrenta a tener que cambiarnos ahora un poco "nuestra forma de pensar" y de ver sus relojes. Tarea imposible para algunos, los cuales somos ya -y lo asumen, y lo reconocen con clarividente lógica, no en vano en parte lo entienden también- un caso perdido. España, y muchos países del viejo continente y latinoamericanos, no es Asia. Aquí las cosas no son tan fáciles como allí. Allí te puedes encontrar a un Marlin en el mercado de segunda mano por veinte euros. Aquí -y gente como Jokerblue lo sabe muy bien y lo ha tenido que sufrir en carne propia, impotente al no poder hacer nada- te pedirán por él doscientos. Aquí hay un sentimiento muy arraigado, un cariño muy especial -y múltiples foros, clubes y éste mismo blog lo demuestran- hacia los Casio originales, los vintage o, como ahora se les ha dado en llamar, los Collection. Modelos que, para desgracia en Casio España (y para su desesperación) no pueden ofrecernos porque ya no los fabrican en la casa de origen. Así que ellos -Casio España- tienen que pelear en dos frentes: por una parte, cautivar a las nuevas generaciones con esos otros relojes, principalmente G-Shock, encaminados al placer de la imagen, la moda y lo deportivo. Y por otra, intentar que nosotros, los que venimos "de tiempo atrás" y que partimos fuertemente influenciados por los modelos originales -ahora vintage- de Casio, no nos sintamos defraudados o, cuanto menos, poder adherirnos a algunos de los relojes por los que a día de hoy sí venden y ellos apuestan.


Son dos corrientes radicalmente enfrentadas, pero que, con diligencia y mucho trabajo, en Casio están sacando adelante. Es mucha la gente -aunque aquí no nos centremos en ello- que usan, recurren y se sienten atraídas por esos nuevos modelos de Casio, contra los cuales yo, y creo que hablo también por todos vosotros, no tenemos nada en contra. Nos parece genial, y si Casio tiene que sobrevivir y crecer en estos difíciles tiempos así, pues bienvenido sea. Un aplauso para Casio y para todas sus filiales, que al menos logran cautivar con un reloj (¡un reloj, un aparato para la mayoría prescindible hoy!) a las nuevas generaciones y a los más jóvenes.

Hoy, donde todo está conectado y es "smart" (inteligente), que puedan con G-Shock atrapar y conseguir que modelos de relojes los vistan los jóvenes es, seamos honestos, una excelente labor de Casio. Antes todo el mundo llevaba un reloj, lo tenían más fácil para colocarlos en el mercado, pero ahora los más jóvenes (y no tan jóvenes) buscan "otra cosa". Que Casio recurra a relojes de representación como su línea Premium, o de moda como sus G-Shock, es una estrategia que han conseguido que les funcione incluso en países tan difíciles como España, que viene -repito- de una forma de pensar totalmente y radicalmente distinta. Y Casio en España ha ido logrando que eso cambie, y solo por una razón: en beneficio de la compañía para la que trabajan, y por la supervivencia de una marca a la que tanto admiramos como es Casio.


Eso a nosotros no nos consuela, bien es cierto, porque hemos vivido y visto lo que puede hacer Casio si quisiera, y ahora lo que vemos nos deja un tanto fríos. Por desgracia, de momento, para nosotros Casio España poco puede hacer. Agradecerles que aún sigan distribuyendo modelos como los F-28, o los incombustibles W-59, y que, de cuando en cuando puedan, con no poco esfuerzo, sorprendernos con magníficas realizaciones que son solo un guiño -pero menos es nada- a lo que siempre tuvieron, como los AE-1200 o los W-202. Y que nos hayan permitido disfrutar, hasta bien entrado el siglo XXI, cuando ningún otro fabricante lo habría hecho, de realizaciones como el W-720.

Y mientras seguimos esperando -y deseando- ese "gran lanzamiento", ese "gran acontecimiento" que sabemos que puede que no llegue, pero que en el fondo confiamos en que sí lo hagan, no podemos menos que darles un voto de confianza y, especialmente a estas filiales que tan difícil lo tienen, como Casio en España, agradecerles que sigan en la brecha. Cierto que les pagan para ello, pero si no hacen más por satisfacernos no es por cuestiones de que no estén interesados o no les venga en el sueldo. Es porque realmente no pueden.



| Redacción: Zona Casio