El Oceanus fue el primer modelo cronógrafo analógico con tecnología solar y de radio-recepción que lanzó Casio, hace ya diez años (el 11 de enero de 2004), y para celebrarlo el fabricante japonés ha lanzado una serie especial denominada OCW-S3001C. En la actualidad, este tipo de combinaciones de tecnologías de primer nivel en el mundo de la relojería electrónica se ha extendido a múltiples gamas, incluyendo modelos WaveCeptor específicos de su serie Collection, lo que ha posibilitado que todo el mundo pudiera disfrutar de un reloj enormemente fiable gracias a la sincronización con relojes atómicos (hasta seis estaciones en la actualidad) en combinación con unos paneles solares y un acumulador que no solo hacen más económico el mantenimiento del reloj al prescindir de pilas, sino más ecológico su uso.
Este nuevo Oceanus posee el sistema de transmisión sin piezas mecánicas de la corona "Multi Mission Drive", que, junto al Smart Access, favorece el uso de múltiples funciones mediante un mecanismo común. Del Oceanus OCW-S3001C sólo se realizarán mil unidades numeradas, que saldrán a la venta el día 13 de junio a un precio de unos 1.400 euros. Por ese dinero, además de un reloj exclusivo, como te puedes imaginar obtendremos también un modelo construido con los más modernos materiales, como bisel de cerámica, recubrimiento PVD azulado en los subdiales, cristal de zafiro con tratamiento anti-reflejos en ambas caras, y caja y brazalete en titanio. Gracias al uso de este ligero metal el peso del OCW-S3001C se queda tan sólo en 92 gramos.
Por supuesto, también incluye una tapa trasera específica para esta edición.
Su sistema de almacenamiento de energía posee una autonomía (con PS activado) de 22 meses, y, por supuesto, incluye corrección automática de agujas, horario mundial, visualización simultánea de dos horarios, cronógrafo de 60 minutos, y función de advertencia de acumulador bajo. Sus dimensiones son de 47,6 x 42,7 x 12 mm.
| Redacción: Zona Casio
Tiene buena pinta, muy bonito, pero mil y....
ResponderEliminarQué pena que no traigan éstas maravillas a España...
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