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4.24.2014

Prueba: Casio F-99W, el reloj a la sombra del F-91W


Todos los que de forma habitual seguís este blog seguramente sabréis de sobra la especial predilección que siento por la gama "F" de Casio. Es una de mis favoritas, aunque admito que no tienen la "magia", el carisma o el glamour -como queráis llamarlo- de los Marlin. Tampoco la herencia de los HD (modelos pre-G-Shock, nada menos), y ni tan siquiera las brillantes especificaciones de los Data Bank, pero son modelos que siempre están ahí cuando los necesitas. Cuando no tienes a ningún otro reloj al cual recurrir, cuando buscas rápidamente algo barato pero útil para saber la hora, o cuando, de pequeño, acabas descubriendo que sólo un "F" es capaz de seguir tu ritmo diario, tus travesuras y andanzas sin rechistar, entonces, poco a poco, esos baratos pero a la vez valiosos modelos acaban calando muy hondo dentro de ti. Te acaban haciendo un huequito en tu corazón.

Y a medida que pasan los años y las arrugas (o las canas, o simplemente la experiencia, la altura o los kilos) y las responsabilidades nos recuerdan que ya no somos unos "renacuajos", redescubrimos con una sonrisa y un atisbo de melancolía aquéllos modelos de reloj que formaban parte tan íntima de nuestras desventuras y vivencias diarias. Y para muchos de nosotros esos modelos eran los F. Tal vez no fuera nuestro primer reloj, ni el segundo, pero los años que estuvo con nosotros seguro que nos acabó marcando.




Por eso, como fan y amante de estas series, para mí es todo un placer, un orgullo, una delicia, poder presentar y compartir con vosotros a este "monumental" pedazo de historia, a esta magistral creación de Casio, a este ejemplar tan singular y atractivo como era -y aún lo es- el F-99.

Hace bastantes años, cuando ni siquiera tenía proyectado llevar adelante este blog y en mi muñeca lucía orgulloso un F-91W creyendo que era el mejor de los relojes digitales, se me ocurrió consultar foros y páginas web para informarme un poco sobre él, por simple curiosidad. Mucha gente hablaba maravillas del F-91, pero descubrí que había otros modelos. Recuerdo que alguien escribía: "yo iba a comprarme un F-91, pero el de la tienda me recomendó un W-59, son iguales pero lo puedes sumergir en el agua 50 metros". Me quedé impactado, ¡Un W-59! ¿Cómo será ese reloj?, pensé. Otros hablaban de modelos más raros -para mí- aún, de la misma serie F. "O sea, que existen aún más F's que éste...". Eso empezó a animar mi curiosidad y comencé a investigar, empezando por la propia página de Casio España. Por aquella época para mí era un sueño contar con algún "F" más, aparte del F-91 que ya tenía y usaba a diario. ¡Los veía tan especiales! Quién me iba a decir que, tiempo después, tendría la oportunidad de tener en mis manos a uno de los modelos de esa serie más curiosos: al F-99W.

El F-99W no tiene la historia detrás que tienen otros "F". No es tan famoso como el F-91, ni tan superventas, ni, por supuesto, es tan famoso y conocido como el otro grande de esta sencilla gama de Casio (con el permiso del F-91): el F-100, catapultado a la fama tras su aparición en la película Alien de Ridley Scott (o más bien deberíamos decir "los F-100W", puesto que en Alien se usaron dos de estos relojes, pegado uno al otro), pero para todo coleccionista o seguidor de los "F" el F-99 sigue siendo un producto especial, singular. Un modelo que no debería faltar en cualquier colección de digitales que se precie, porque divide los "F" de los ochenta, con los "F" de los noventa. Es casi el reloj con el que, como los anillos de un árbol, se podría contar la historia de esta gama. Antes de él, y después de él. El F-99W cierra la época de los modelos más míticos y legendarios de casio (los Marlin, los HD, y los "F" básicos de resina totalmente y que carecían hasta de luz) y abre e inicia otra gran leyenda, escribiendo otra gran página en la historia evolutiva de la relojería digital: la del F-91W.


La riquísima herencia de los F99
Estos modelos son bastante raros de ver hoy en día, y suponen todo un reto para el coleccionista. Pero su gran virtud es que colaboraron a crear la leyenda que ahora tiene el F-91W. Sin ellos no se entiende la historia de Casio y careceríamos de una parte del puzzle para entender el éxito del F-91W. Son modelos como éste mismo F-99, pero también el F-87, F-84, F-100 y parecidos los que han colaborado y aportado su granito de arena para que el F-91W ocupe el lugar de privilegio, de superventas, que ocupa hoy día. Porque no hay que olvidar que fue la línea "F" precisamente la primera en la que Casio estrenó la caja íntegramente de resina, algo que ahora vemos en la gran mayoría de digitales de Casio, e incluso en sus G-Shock.

El problema con los F-99W (y muchos otros, como el W-59) es que su mercado principal no era europeo, sino el asiático, por lo que sobre sus raíces hay poca información. A Europa llegaron entrados ya los noventa, pero se dice -puede ser cierto, quién sabe...- que este F-99W ya se fabricaba bien entrados los años ochenta. En cualquier caso, como muchos otros de su serie, el F-99W no ofrecía nada diferente de lo que ofrecía un F-91W, su virtud principal era su dificultad para encontrarlo, y su atractivo su diferente diseño en cuanto a variación cromática de su frontal. Si Casio le hubiera prestado más atención y elegido como modelo base de entrada a sus cronógrafos (que era, y es, el papel del F-91W), quizá hoy en día en lugar de ser el superventas los F-91W, serían los F-99W, quién sabe. Ya nadie lo sabrá, pero jugar y conjeturar sobre esa hipótesis es un ejercicio bastante entretenido e interesante.


Hay que reconocer, no obstante, que el F-99W quizá no obtendría el mismo éxito por disponer de unos trazos más coloridos en el frontal que le dan esa imagen a reloj "de juego", más de chico, de "teens". Quizá lo que le ha llevado al éxito al F-91 sean -en parte, al menos, porque su éxito depende de muchas cosas y el estilo y diseño de colores solo es una de ellas- esos finos trazos en el frontal, casi sin colorido (y sin esas gruesas líneas que tenían otros como este mismo F-99W), que lo hacían parecer un reloj mucho más serio y convincente. Respecto a esto no hay que olvidar que modelos aparecidos antes como el F-84 también disponían de esos finos trazos, y sin embargo no cosecharon el rompedor éxito del F-91W. La razón de eso puede ser más obvia de lo que podría parecer: porque simplemente no era el momento. Como acontece en tantas ocasiones de la vida, lo importante no es solo tener un buen producto, sino lanzarlo al mercado en el momento justo. En el tiempo y momentos adecuados. Quizá el F-84W se adelantó varios años, y la gente venía un poco de estar cansada del maremágnum de modelos digitales con cajas rectangulares que asolaban las tiendas y llenaban los comercios de electrónica y relojerías en los ochenta, y en ese contexto el F-84 pasó desapercibido, sin pena ni gloria. Tendrían que llegar los noventa, la popularización de las cajas redondas, los relojes más elitistas, la drástica reducción en el catálogo de Casio (o/y en la distribución de modelos, porque nacían series como la Pro Trek, más exclusivas), y los más caros G-Shock, para que la gente volviera a darle el valor debido a un reloj humilde, y a demandar un reloj barato. ¿Quienes había entonces en el mercado? Pues coincidió que el F91-W, aunque también su "hermano", el W-59, que muchos compradores ignoraban porque "tenía lo mismo" (ambos tienen un módulo similar, aunque no idéntico pero sí con las mismas funciones) y encima era más caro. La mayor resistencia al agua del W-59 no era algo que, a tenor del éxito del F-91, importase a una inmensa cantidad de compradores, algo comprensible porque si alguien iba a por un F-91W es que quería el reloj más barato que hubiese, y no miraban demasiado si resistía el agua o no. Muchos de ellos incluso se hacían a la idea de que ya procurarían que no se les mojase, aunque luego, tras las primeras semanas de uso, esa precaución ya se les olvidase y los mojasen igual que si fueran unos WR 50.

Poco a poco el F-91 fue convirtiéndose en icónico, y daba igual el rival que Casio lanzase, porque la voz ya se había corrido y tanto los comerciantes como el público tenían muy bien aprendida la lección sobre qué modelos iban a pedirles, los primeros, y qué modelos iban a pedir, los segundos.


Luego Casio lanzó el F-105 porque "tenía que haber un F con electroluminiscencia", casi por obligación, pero hasta los nipones sabían que frente al F-91 no iban a vender muchos aunque les incorporasen esa tecnología (como en efecto ocurrió, y aún sigue ocurriendo). Una buena muestra de esto es que la versión EL de los W con módulo básico (es decir, de las variante "F" reconvertidas a "W" por una resistencia al agua de 50 metros) el modelo básico EL, el W-86, sólo se animaron a lanzarlo en el Reino Unido. Aún hoy es una versión rara -desde el punto de vista de la distribución- en el resto de países.

Toda esta riquísima historia de la evolución de algunos "F" explica con bastante claridad el por qué ahora el F-99W ocupa el lugar que tiene. Tampoco es que sea el único, y, además, tener esa historia es también parte de su belleza, de su atracción y de su encanto. Las piezas antiguas -y esto lo saben bien los coleccionistas de antigüedades- no solamente tienen el valor intrínseco del objeto en sí, sino que en muchísimas ocasiones la historia que tiene detrás es lo que le da más valor al objeto, incluso mucho más que el objeto por sí mismo. Si además añadimos que ese objeto sea raro, y con un pasado de leyenda (como en este caso tiene el F-99W gracias a su parentesco con el F-91W), nos encontramos con un círculo casi perfecto. De todo esto tiene el F-99. Ciertamente como módulo no es más que un humilde básico cronógrafo de Casio, pero a sus espaldas lleva tanta herencia consigo, y tan prestigiosa, que uno no puede menos que admirarlo y sentir ese cosquilleo, ese aroma a historia viva de la relojería. Es como estar ante un lienzo pintado por un artista famoso, ante una obra de arte. Ante el Boticelli de la era del cuarzo. O ante un fósil encontrado en el Valle de los Reyes, en pleno Egipto antiguo.


F-99W: neta y totalmente Casio.
Innegable la línea y el aire a Casio que inspiran y poseen los F-99W. Su acabado, su variedad de colores y las tonalidades elegidas, y los trazos y sutilezas de desniveles de su caja no cesan de confirmar a cada vistazo el auténtico sello de Casio. Curiosamente en esos gruesos trazos elegidos y en sus colores (e incluso en el contorno y la forma de su caja) el F-99W no puede evitar el cercanísimo parentesco que tiene con el W-59.

De hecho, para un neófito, para un recién llegado al mundo de Casio o para alguien que no conozca los modelos de la marca podría inducirle fácilmente a error y llegar a confundirlos. Tanto es así que a quien le guste el W-59 (hay mucha gente que prefiere el W-59 en lugar del F-91) casi seguro que le gustará el F-99, aunque rehuya de los demás "F's". El F-99W es un modelo con una caja "musculosa", que recuerda vagamente a los Marlin (salvando las distancias, claro) de caja de resina como los W-24 o W-26. Es un placer (ya que ni en los catálogos de la época pudimos verlos así) ver reunidos en una misma instantánea, en una misma imagen, el F-99 con sus modelos más cercanos: el W-59, o el mismo F-91, algo que en Zona Casio hemos podido conseguir y tenemos el privilegio de ofreceros. Realmente es algo para disfrutar de su visión, porque no hay ningún escaparate hoy en día, de ninguna tienda, que puedan verse estos modelos juntos. No podemos dejar de sentir un ligero escalofrío al pensar que durante un tiempo, unos años, ¡sí podían verse juntos en las tiendas, e incluso acompañados de otros modelos Marlin, como los W-24 o W-26! Pero esos años -para bien o para mal- pasaron hace mucho. Solo quedan vivos en nuestros recuerdos, en nuestra memoria, y a nosotros -y vosotros- corresponde que no se pierdan. Con reportajes como este queremos colaborar, aportar nuestro granito de arena para que eso no ocurra.


Las sorpresas que guarda el F-99W
Ciertamente, el F-99W posee el mismo módulo que cualquier otro F-91W, el 593. En eso no hay ninguna diferencia, como ya hemos dicho antes. Pero sin embargo sí tiene otros aspectos que hacen que este reloj sea distinto a muchos otros de su gama: están en su construcción.

El F-99W es uno de los pocos "F's" que posee un cristal "con efecto lupa". Casio comenzaba a experimentar por aquella época con los cristales abombados, que luego (desde últimos de los noventa y principios del siglo XXI) inundaría el mercado con modelos que poseían este "desastroso" efecto en el cristal. No se por qué los nipones se empeñaban una y otra vez en lanzar relojes con el cristal así, tal vez creyesen que eso favorecía las ventas, como si fuera un "plus" del reloj, cuando la realidad era que la mayoría producían una distorsión muy molesta de la lectura del display, incluso en algunos modelos hacía que, bajo determinado ángulo, los dígitos "bailasen", de tal modo que podías llegar a tener la impresión de que estabas mirando la hora tras haber bebido unas copas de más. Por fortuna a día de hoy cada vez son menos los relojes que tienen un cristal de este tipo.


Por suerte en el F-99W el efecto lupa no es tan notorio, e incluso llega a parecer algo bonito, un adorno diferente del reloj. Además, no deja de ser curioso -quizá esa sea la razón principal de su atractivo- ver a un "F" de una serie tan básica con un cristal así. Pero a pesar de todos los aspectos negativos de este tipo de cristales abombados hay que reconocerle a Casio la capacidad que siempre ha tenido de poner sus diferentes tecnologías y novedades al alcance de todo tipo de usuarios, desde los que podían adquirir relojes caros, hasta los que preferían (o no tenían más remedio) comprar estos modelos más sencillos y baratos. Si el F-105 es el ejemplo de la tecnología EL en los "F" (ya lo explicamos antes), el F-99W es el ejemplo de los cristales efecto lupa también en esa gama. Y así, todo el que prefería ese tipo de cristal, podía adquirir un F-99W, y los que no, pues podían comprarse un F-91W o cualquier otro.

El cristal abombado, tan desacertado en otros modelos de reloj, es, en el F-99W, una de sus cualidades y de sus puntos de interés que lo motivan a ser un reloj tan coleccionable y tan valioso para los que admiran la historia de Casio.

Pero no nos podemos quedar solamente en el cristal. Hay otros aspectos del diseño de construcción del F-99W llamativos. Y uno más de ellos son las medidas de su correa. En lugar de tener una correa de 18 mm., como cualquier F-91W (o F-94W), el F-99W la tiene de 17 mm., algo bastante raro, porque es una correa que ni siquiera utilizaban los F-28 o los F-84. Es algo que no tiene que tener ninguna razón (simplemente decidieron diseñarlo con esas medidas de asas, y está) pero no deja de ser curioso y por ello debíamos mencionarlo.


Si tienes el F-99W tú haces la diferencia
A principios de los noventa, y muchos años después también, hubo momentos en los que era fácil encontrarte con multitud de personas portando su F-91 en la muñeca. Casi parecíamos como personajes de una novela de ciencia-ficción, como adeptos de una secta o corriente críptica cuyo signo externo identificador para reconocernos unos de otros fuera el reloj. El F-91 en concreto. Había gente que se decidía por un modelo algo más robusto: el W-59. Y entonces se producía una extraña confluencia, en donde los W-59 parecían correligionarios nuestros que habían cambiado de rumbo o abrazado otra corriente de pensamiento contigua y cercana a la nuestra, pero no idéntica. Una suerte de "herejía" asumida por nosotros, los poseedores de los F-91, que éramos mayoría. Pero luego estaban "ellos". "Los otros". Se decía que existían, pero ¿quién había visto uno? ¡Nadie había visto ninguno! Y poco más se sabía, porque en aquellos años no había Internet para informarse.

Simplemente eran "ellos", los que, se decía, tenían un "F", pero no era el 91. Era... ¡El 99! Bajo nuestra forma de pensar quizá inocente y simplista, el F-99W debía tener algo más, porque su numeración era mayor. Y si el W-59 era resistente al agua 50 metros, ¿qué tipo de "extra" traería ese F-99W? Nadie era capaz de responder a esta pregunta con seguridad. Y como ocurre con los misterios, cuanto menos sabe la gente más echan a volar su imaginación, y más cosas a cual más rara e inverosímil se les ocurre. Lo paradójico es que si alguien con un F-99W hubiera entrado a "nuestro círculo", o a cualquier círculo de usuarios de los F-91W, y éstos le hubieran preguntado qué traía de extra ese reloj para ser "un 99", y el tipo nos hubiera respondido la verdad (que nada traía diferente), ¡probablemente no le hubiéramos creído! La mayoría de nosotros hubiera pensado que simplemente era una estrategia, una táctica para no desvelarnos el secreto de su reloj, para no descubrirnos a todos qué era lo que se escondía tras aquella máquina.


Hoy en día, en buena parte gracias a Internet, toda esa magia y misticismo que rodeaba a muchos modelos de reloj se ha perdido en parte, sólo queda el reloj en sí -que no es poco- como mudo testigo de un tiempo, de una época, en donde las cosas se hacían más cercanas, donde palabras como "globalización" o "mercado mundial" apenas sabíamos lo que significaban. Donde los negocios se hacían con el relojero de la esquina, y las novedades del planeta, de todo el globo, de todo el mundo, se reducían a las que él pusiera en sus escaparates.

Sí, ciertamente el F-99W es un fósil, un superviviente de aquéllos años en donde para muchos Casio era la marca que hacía no solo los mejores digitales, sino los más baratos, al no tener casi competencia de marcas "low cost". En donde la gente no llevaba "carboneros" por vérselos a una chica en la televisión, sino por pura y dura necesidad. En donde el reloj no era un artilugio de moda, sino una importante pieza en el movimiento que hacía llevadera nuestra rutina diaria.


El F-99W evoca momentos pasados en donde las tardes se terminaban con las noticias de la Primera Cadena, y en donde términos como "generación perdida", "nini" o "flux" no se usaban para acuñar a generaciones de jóvenes desilusionados. Se escuchaba a Madonna, a Mecano o a Prefab Sprout en un radio-casette, que era lo máximo a lo que la tecnología había podido llegar a combinar. Consultábamos la hora en un F-91 o un F-99 como este, escuchábamos los programas de radio en un receptor, los juegos en un videojuego, hacíamos operaciones aritméticas en una calculadora y oíamos la música de casettes en un reproductor. Cada cosa servía para un determinado uso. Hoy en día unas pocas cosas sirven para todo, y a la hora de la verdad la mayoría no hacen nada. Lo hemos sintetizado, resumido, minimizado todo tanto, que han llegado a perder su esencia y a veces su sentido, y lo peor de ello es que hemos llegado a perder el valor y el fin que de verdad tienen. Y así es que muchos niños pronto se cansan del último juguete, y no saben administrar el tiempo ni su valor.

El F-99W no tenía que estar a la moda ni hacernos soñar, simplemente debía de ser un reloj eficiente, exacto, útil y saber dónde estaba su lugar. Sabía cual era su función, la cumplía, y lo hacía muy bien.


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| Redacción: Zona Casio | Casio F-99W gentileza de Midnight Restore | Nota: La correa no es original

7 comentarios:

  1. Pedazo de reportaje. Se nota la pasión del autor por estos relojes. Yo nunca tuve un "F", ya que mi primer Casio, a pesar de mis años, fué el AE-2000, pero extrapolando esto a otras cosas lo comprendo perfectamente.

    De todas formas el reportaje es muy interesante, ya que forma parte de la historia de Casio, de la historia "gloriosa" diría yo. Un buen "curro", pero que ha valido la pena.

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  2. Que gran reportaje, que enorme curro, que gran publicación... Digno del mejor magazine de relojes. Por algo sois el número uno, por cosas como estas. Cada párrafo y cada línea es magistral, como dice Francisco, se nota la pasión. Se nota a Casio. Por algo esta marca es única.

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  3. Madre mía, te tenía que tener Casio España en nómina...

    Me parece que hay unos cuantos jefes de producto que sabrán una cuarta parte de lo que tú pareces conocer de los Casio.

    Enhorabuena por el trabajazo.

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  4. yo tengo uno pero los colores son diferentes aun lo utilizo las correas han muerto pero lleva bastantes años dentro de mi mochila de viaje

    http://imgur.com/2Qo7YvI

    http://imgur.com/Cbrut8b

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  5. Excelente reportaje! Tengo mi viejo F99 desde 1989, creo que es una joya de relojería digital y con hermoso diseño. Felicitaciones al autor!!!

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  6. Yo tuve un f99w y hace años deseo tener otro. Alguien sabe donde puedo ordenar uno? porque en mi país parece que no está disponible

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    Respuestas
    1. No está disponible en ningún lado: ya no se fabrica.

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