El FEMA (que viene a ser como el Servicio de Protección Civil de Estados Unidos, para que nos entendamos, aunque es una agencia mucho más grande) ha elaborado unos informes de cara a la población ante la probable llegada de un Impulso Electromagnético de grandes dimensiones sobre la Tierra. Como sabéis, el sol está entrando en una fase de gran actividad (lo que los científicos llaman "ciclos solares"), que podría llegar a producir, si nos ponemos en el peor de los casos, la destrucción de todo tipo de aparato electrónico que esté en funcionamiento.
Según han dado a conocer los diferentes informes científicos, la máxima actividad solar ocurrirá desde finales del próximo año, y hasta principios de 2014. Para intentar evitar sus efectos, el Congreso de Estados Unidos ha emitido un texto preventivo y realizado un llamamiento a la población y a los diferentes organismos ciudadanos para que se desarrolle un plan de emergencias. La intención es que, en el peor de los casos, se pueda garantizar un mínimo de alimentos y energía.
En España también se están desarrollando planes parecidos, entre ellos, una resolución de "buenas prácticas" para intentar responder a las amenazas que se puedan producir.
Ya hemos hablado varias veces aquí sobre cómo podría afectar a nuestros relojes este tipo de impulsos electromagnéticos, también conocido como "evento Carrington" por el astrónomo británico que, el 2 de septiembre de 1859 (es decir, que no es la primera vez que ocurre) registró la primera tormenta solar. Obviamente, han habido muchos más de este tipo de eventos, pero como ni la sociedad estaba tan industrializada ni era dependiente de la electricidad, ni tampoco el conocimiento astronómico era el actual, pasaron bastante más desapercibidos (o, si lo queréis ver así, sus consecuencias prácticamente fueron inexistentes).
En ese año de 1859, una llamarada solar emitió tal cantidad de energía sobre la Tierra, que colapsó las redes de telégrafos en Europa y Norteamérica, es decir, las mayores que había en aquéllos tiempos. Aparecieron auroras sobre los cielos de Roma, Madrid y el Caribe. Se cree que si la misma llamarada se produjera hoy en día, sus efectos serían devastadores sobre los países más desarrollados y sus redes de telecomunicaciones, además de sobre todo aparato electrónico que estuviera en funcionamiento.
Hay que recordar que, en el peor de los casos, si una tormenta solar logra romper el escudo defensivo de la Tierra (esto es, la magnetosfera, o el campo magnético), se cortocircuitarían todos los aparatos y se producirían, según un informe de la NASA, éxodos masivos de gente desde las grandes ciudades, ya que quedarían totalmente "mudas" y "ciegas" (las ciudades, me refiero, lógicamente).
¿Y los relojes? Bueno, los relojes automáticos y mecánicos seguirían funcionando como si nada. Al carecer de dispositivos electrónicos, para ellos un impulso electromagnético es como una brisa de viento. Es decir, no tendrían ningún efecto. Respecto a los demás, en Casio tenemos los antimagnéticos de G-Shock: los GA y GAC, entre otros. Poseen una caja con un blindaje estructuralmente pensado para soportar campos electromagnéticos, que puede resistir hasta 4.800 A/m (amperios por metro).
¿Por qué 30 minutos?
Se dice que la población tiene 30 minutos de margen ante un evento de éste tipo, porque es el tiempo máximo que se calcula podrán ser alertados desde los medios de comunicación. En realidad, esto solo es válido para Estados Unidos, ya que es el periodo en donde el Presidente de los Estados Unidos alertará a la población tras ser confirmado un "Evento Carrington". En otras partes del mundo, y en otros países, el tiempo puede ser mucho menor o, incluso, no llegar a alertarse a la población y verse sorprendida por sus efectos de forma repentina.
Grados de EMPs y sus efectos sobre nuestros relojes
Existen diferentes tipos de impulsos electromagnéticos (EMPs). Los solares, y algunos artificiales, son de tipo E3. Este tipo de impulsos afectan a las grandes instalaciones, a los satélites artificiales y a centros de energía y abastecimiento, debido a que sus servidores y líneas informáticas se verían totalmente inutilizadas, fundidas.
Sin embargo, pequeños aparatos como relojes, linternas o radios portátiles, no se verían afectados y seguirían funcionando normalmente, ya que sus chips no tienen un gran nivel de energía.
En los EMPs artificiales (por ejemplo, los producidos por una bomba atómica), sí se verían afectados todo tipo de aparatos, incluso los marcapasos de las personas. Estos son los de grado E2 y E1.
En un escenario así, los solares serán los primeros en caer. Las conexiones de sus placas fotovoltaicas dirigirán la sobretensión directamente hacia el circuito impreso, quemando todo lo que encuentren a su paso. A continuación les tocará el turno a los más sensibles de caja de metal o latón, y a los modelos de la línea básica. Una vez que lleguen a cortocircuitarse, sus displays digitales se quedarían en blanco y, si son de cuarzo y analógicos, sus agujas se detendrían, marcando para siempre la hora exacta del fatídico momento.
| Redacción: Zona Casio
Lo de 30 minutos no me ha quedado muy claro...
ResponderEliminarel presidente de Estados Unidos alertará a la población 30 minutos antes de que se produzca el fenómeno, de ahí lo de 30 minutos.
ResponderEliminarMuy interesante. He oido tantas cosas que tenia ganas de un articulo asi. Al final nuestros relojes no se verian afectados, es un consuelo.
ResponderEliminarNo entiendo por qué casio no saca antimagneticos tambien en los digitales.
ResponderEliminarPorque para tumbar un digital el pulso electromagnético tiene que ser de órdago, de hecho, tiene que ser tan enorme que sólo se puede conseguir con armas atómicas o en centros experimentales (como el gran colisionador).
ResponderEliminarLa razón de que Casio haya incorporado protección antimagnética en algunos de sus duales es por el movimiento analógico: las agujas, los motores que las mueven, y todo el mecanismo de movimiento pueden verse afectados por campos electromagnéticos muy comunes en nuestra vida diaria que, aunque a simple vista no lo notemos, pueden hacer que adelante o atrase. Uno digital no tiene esos inconvenientes, no hay piezas que se muevan, no puede verse afectado. Incluso aunque su display se exponga a campos electromagnéticos intensos, una vez se aleje de ellos volverá a recuperar la normalidad.
Otra cosa muy diferente -insisto- es que sea tan grande que afecte la propia pastilla de cuarzo, y si ésto pasa muy pocos relojes de cuarzo (analógicos o digitales) sobrevivirían. Pero tal intensidad no se produce de forma natural.
¿Y si una boma atómica lo produce?
ResponderEliminarSi una bomba atómica estalla y estás tan cerca del lugar de la explosión como para que tu reloj se destruya, creo que en lo que menos deberías preocuparte es en tu reloj.
ResponderEliminarBueno ..... antes muerta que sencilla
ResponderEliminarBueno, ya tenemos pega para comprarnos on seamaster ...
ResponderEliminarVoy a ver si Iker gimenez convence a la contraria, a ese seguro que se le funde hasta los gallumbos.