En la Wikipedia hace unos meses difundieron un artículo en la entrada correspondiente a Pininfarina, sobre su relación con Casio, en concreto con G-Shock, y el modelo GE-2000. Como fuente citaron esta publicación de Zona Casio, y aunque en su día hablamos de él, hemos creído conveniente extender un poco más aquella entrada dando algunos detalles y tratando este modelo tan peculiar un poco más en profundidad, habida cuenta de que desde la Wikipedia seguramente lleguen muchas personas en busca de información.
En 1999, justo antes del "efecto 2000" que tanto temor (e incluso pánico) despertaba, Casio se puso en contacto con los italianos de Carrozzeria Pininfarina, S.p.A. Para que nos hagamos una idea -y salvando las distancias, que sabemos que son muchas- los de Pininfarina son en Italia lo que Porsche Design es en Alemania, es decir: de empezar diseñando carrocerías de automóviles con su fundador, Battista "Pinin" Farina, en 1930 (de sus manos salieron modelos para Lancia, Alfa Romeo, Isotta Fraschini, Hispano-Suiza, Fiat, Cadillac, y Rolls-Royce), con el paso del tiempo han ido extendiendo su saber hacer a todo tipo de productos, convirtiéndose en una firma orientada al mundo de la estética y a darle un toque personal a los artículos más diversos. Una firma o "estudio de diseño industrial", en suma. Famosas fueron sus creaciones para Ferrari, que le darían a la firma de diseño un notable protagonismo: Ferrari 275 GTB, Ferrari Testarossa, Ferrari 550 Maranello, Ferrari F40...
Durante la segunda mitad de los noventa G-Shock, por su parte, ya era una firma bastante bien establecida en Japón, en muchos lugares de Asia, y en Estados Unidos. No tanto en Europa, donde sus lanzamientos lidiaban con mayor o menor fortuna con el maremágnum de modelos y versiones de Collection y de todas las demás líneas.
No es, por tanto, una colaboración típica, en la cual la marca da una serie de criterios sobre colores y aspecto, partiendo de un reloj ya existente en G-Shock, como suele ser ahora. Ni mucho menos y por eso, estos GE-2000 son un caso atípico en la relojería. Fue una de las pocas veces que una firma automovilística de primer nivel, un carrocero, hace un reloj, pero no se limita a poner sus colores y dotarle de un aspecto exterior determinado, sino que hace realmente el reloj entero. Excepto el módulo, obviamente, el GE-2000 es un G-Shock Pininfarina, y así de hecho se le conoce. Se convirtió entonces en una de las creaciones más memorables de G-Shock, un reloj original donde los haya, único en su estilo, atípico en todos los sentidos.
Ni siquiera su denominación es casual. Casio quería con él romper esquemas, dar un impacto bastante notable en el mundo de la relojería europea, de hecho la "G", que hace referencia a G-Shock, va acompañada de la "E", algo muy poco habitual en la submarca de aquellos años, y que probablemente -o casi con toda seguridad- hace referencia a "Europe", ya que era un modelo pensado, diseñado y destinado como mercado principal, el europeo. Y el 2000 significaba muchas cosas: el nuevo siglo, la nueva década, unos nuevos horizontes. En suma: GE-2000.
Se cuenta que G-Shock no les puso ninguna condición: les dieron libertad absoluta. Solo les hizo tener en cuenta que debería llevar la denominación de G-Shock, "por alguna parte". Nada más. Como se temían lo que iba a ocurrir, o tal vez siendo precavidos, lo incorporaron a su novedosa línea G-Cool, aquella serie de relojes noventeros que tenían la particularidad de ser extravagantes, de líneas imposibles, futuristas... ¡Y el GE-2000 vaya si lo era! ¡Eso y mucho más!
El resultado fue un producto asombroso, unas líneas increíbles nunca vistas hasta entonces -ni después- en un reloj. Algo soberbio. Todo en él, además, hacía una clara referencia al mundo del motor: la flecha roja como un indicador de velocidad, los soportes de tubo de escape, los tres indicadores centrales... Era un superdeportivo de primera magnitud, convertido en reloj de muñeca. Así de claro.
Por desgracia las fotos de ahora no le hacen justicia a aquel reloj, lleno de zonas brillantes limpias, perfectas franjas luminosas, correa semi-transparente que el tiempo suele haber ennegrecido en muchas de las unidades que se ven hoy. No era así cuando salió de las manos de los diseñadores italianos ni de la fábrica de Casio, por supuesto.
Otro detalle es su display, perfectamente organizado, ergonómico, muy funcional. Su módulo es el 2155, poco de lo que hoy se ve se parece a él. Su zona central fue realizada íntegramente en matrices, y al contrario que casi todo lo visto en G-Shock hasta el momento (y después), no solo tenía un diseño asimétrico en la caja, sino que el módulo también lo era: acumulaba nada menos que tres pulsadores a la izquierda, y uno solo a la derecha. Y como reloj deportivo que era, ¿sabes para qué estaba destinado ese pulsador? Pues sí: para el cronógrafo. La zona de información está semi-oculta, casi no se la ve, consiste en una fina línea que atraviesa de lado a lado la zona horaria, con una franja en donde nos informa de las vueltas, la llamada de datos (posee memoria de cronógrafo), el DST, etc. Además, la zona central es toda ella animada, cosa que podemos ver nada más cambiar de modo.
La correa es, sin duda, lo que más llama la atención. Toda ella está unida por dos cables de acero, formando un todo, y logrando que las dos piezas de cada lado sean "flotantes". Los dos tirantes se encuentran engarzados en la caja de una forma peculiar, como si fueran unos cables de freno. Pero precisamente esa pieza, que es la más llamativa, es también la más controvertida. Este reloj tiene muy mala fama precisamente por eso, y también no es extraño que por cosas como estas los diseñadores especializados en automóviles no deberían meterse a diseñar relojes (y viceversa). El caso es que una vez partida... Te quedas sin reloj. Dicen en algunos sitios que es imposible de sustituir. Bueno, seguramente no sea del todo cierto y tenga algún arreglo -todo es reparable..., o casi-, aunque sea cambiándole la caja al reloj, pero aunque así fuera casi lo podemos dar por "asumible" a cambio de esta espectacular, peculiar y única realización de Pininfarina diseñando, ni más ni menos - y ahí es nada - un G-Shock. Seguramente no han pensado en hacerlo ni en diseñarlo para durar sino que, como los grandes superdeportivos - que tampoco valen para la rutina diaria -, solo para admirar. Para admirar y disfrutar de su belleza plástica y estética. Y de eso este G-Cool tiene mucho.
Con la denominación "G-Cool Type 1" y bajo el lema "the ultimate watch for the design enthusiast" ("el reloj definitivo para los entusiastas del diseño"), así como en un embalaje especial firmado también por la casa italiana, Casio lo pondría en la calle en las últimas semanas del año 1999, a un precio de unos 140 €. La correa "skeleton" atrajo de inmediato las miradas, cómo no, y fue su principal reclamo desde que en otoño de ese año comenzaran a conocerse los detalles de aquellos novísimos y llamativos GE-2000 destinados para el mercado europeo.
De ellos, Casio lanzaría cinco versiones, todas durante aquel 1999: la GE-2000-1V en negro, la GE-2000-2V en azul, la GE-2000-8V en gris, la GE-2000B-1V en gris oscuro, y la GE-2000B-7V en blanco. Todas con display en positivo, todas con display a dos colores. Todas, con la firma y el logo Pininfarina en la trasera. Ahí es nada.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Me pregunto que pasaría sí Casio (no sólo para G Shock) produciera diseños hechos por aficionados digamos seleccionados en algún evento. Es decir hacer lo opuesto a recurrir a colaboraciones pomposas y exclusivas como Pininfarina.
ResponderEliminarEl reloj lo vi en fotos hace unos años, no en la época que salió. Sin embargo de Pinninfarina tengo multitud de recuerdos en revistas de coches, sobre todo durante los 80.
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