Aunque popularmente se la conozca como "llave jaxa", lo cierto es que ese tipo de herramientas para relojes son más bien "llave tipo jaxa", puesto que permiten abrir cajas de relojes de ese estilo y, a la vez, diferentes tipos de cajas roscadas.
En el mercado podemos encontrar llaves de distintos diseños, y con diversos tipos de mordazas (también llamadas conjunto de puntas o soportes), que pueden ir de dos hasta cuatro o más. Lo ideal es utilizar una llave con tantas mordazas como muescas o ranuras tenga la tapa/fondo roscado, con lo cual reduciremos el riesgo de que deslice y dañe, arañe o raye el reloj, y a la vez podremos aplicarle el par de fuerza correcto.
Como esto - a no ser que tengamos un banco de relojero experto con sus herramientas especializadas, como Adela - no será posible en la mayoría de casos, para nosotros lo más útil será adquirir una llave de jaxa de tres o cuatro mordazas (desechad "las de juguete" que veis en algunos sitios con dos mordazas, aparte de que con ellas podemos dañar fácilmente el reloj, no aplicaremos la fuerza correcta para cerrarlo, poniendo en peligro su estanqueidad; ese tipo de llaves solo servirían, en su caso, para modelos de reloj de gama muy baja con poco par de apriete).
Además de la cantidad de mordazas, una llave tipo jaxa puede ser de distintas medidas. Las medidas estándar permiten abrir la mayoría de relojes de tamaño pequeño y mediano, como los de mujer, o los de hombre convencionales. Para los relojes con medidas muy grandes, que tanto se llevan ahora, se utilizan llaves grandes, llamadas XXL y que permiten abrir cajas con anchos de hasta en torno los 60 mm. También son útiles para abrir cajas de relojes diver (atornillados con elevados pares de apriete para resistir elevadas presiones), ya que estas llaves permiten aplicar mayor fuerza.
No obstante, para relojes de este tipo (diver, como los Frogman), es más recomendable llaves con más garras, mínimo cuatro, para así poder ejercer más fuerza sobre más muescas y hacer más fácil su apertura.
Pero la llave jaxa no es todo lo que debemos de tener para abrir nuestro reloj roscado. Un complemento esencial para esta llave es el soporte, una especie de "cajita" también llamadas "mordazas de sujeción". Generalmente los soportes son de plástico (aunque también los hay de madera), y se utilizan para fijar en ellos el reloj, boca abajo (previa protección de la zona de contacto con cinta aislante), con el fin de mantenerlo quieto y luego operar con la jaxa. Desconfiad de esos sitios donde veis al operario cogiendo el reloj con la mano y abriéndolo a continuación, ya que ni es práctico, ni seguro. Además, sosteniendo el reloj con la mano se nos puede escapar, y por otro lado, es más difícil aplicar el par de apriete correcto. La jaxa debe usarse, por lo tanto, siempre, con un soporte o caja de trabajo para reloj.
Por último, tenemos los llamados adaptadores, puntas o garras. En las imágenes veis tres tipos de adaptadores, aunque las llaves jaxa más completas suelen traer seis, que permiten abrir más variedad de cajas de reloj. Debemos prestar atención a esto, puesto que es vital, y es que los adaptadores solo pueden abrir un tipo de tapa, y no más. O sea, dependiendo del tipo de muescas de nuestra tapa de cierre de reloj, deberemos elegir unos adaptadores que coincidan en medidas y formas con esas muescas. De lo contrario podremos dañar gravemente el reloj, o incluso destruir sus muescas e impedir abrirlo en un futuro
Los adaptadores o puntas pueden ser también de dos tipos, dependiendo de la forma del vástago de unión con las mordazas. Las jaxa más baratas tienen adaptadores que van a presión, mientras que las mejores y más caras las garras las tienen preformadas también con muescas, de fácil manejo. De ahí que haya rangos de precios tan dispares, con llaves de este tipo que cuestan en torno a los 10 €, hasta las que llegan a costar casi 300 €, como las elitistas de marca Bergeon.
Las jaxa con adaptadores a presión sin preforma son las más engorrosas de utilizar, ya que una vez fijado, se hace muy difícil su sustitución. La garra debe incrustarse, en este tipo de jaxa, hasta el fondo del vástago, normalmente empujando con un objeto duro y con notable fuerza, para que quede firmemente encajada en la mordaza. De no hacerlo así, el adaptador puede saltar y armarnos una buena (dañando el reloj, e incluso dañándonos a nosotros mismos al salir despedido). Por eso las jaxa más valiosas han sustituido este sistema por adaptadores por otros de encaje más fácil, con vástagos con muesca, mucho más cómodos, fiables y útiles.
Uso de la llave jaxa
Tras las consideraciones previas, vamos a centrarnos ahora en su uso. Lo primero, abrir un reloj de caja roscada no suele ser fácil, sobre todo aquellos resistentes al agua con alto par de apriete. De manera que es muy aconsejable que probemos antes, para practicar, con algún reloj de poco valor que tengamos por casa.
Antes de dejar que las garras toquen el reloj, debemos fijar muy bien éste en el soporte o caja de trabajo, como decíamos antes. Luego, moveremos con la rueda superior de ajuste, y encaramos las muescas del reloj con sus garras. Si las garras tienen determinada forma, con unas alicates (si es que no podemos con la mano, sobre todo si la llave es de baja calidad), encajaremos la cara de la garra con su respectiva muesca. Es decir: si, como veis en las imágenes, las muescas de la caja del reloj son de tipo rectangular/cuadrado, elegiremos una punta o adaptador rectangular, y giraremos su cara hasta hacer coincidir arista con arista - o ángulo con ángulo, si se quiere vere así -. Si las muescas de nuestra tapa son diferentes, haremos lo mismo con su adaptador.
El secreto está en que la cabeza del adaptador o garra encaje perfectamente con la muesca de la tapa del reloj. Giraremos el adaptador hasta que esto ocurra.
Una vez los adaptadores superiores estén a la altura y posición de sus respectivas muescas, haremos lo mismo con el tercer adaptador, el inferior o más cercano al mango; para ello, giraremos el mango de la jaxa hasta hacer que ése adaptador se acople perfectamente con su muesca o ranura correspondiente.
Ya con la jaxa puesta a la medida de nuestra caja, pondremos cinta adhesiva o plástico de film transparente (como se usa para alimentos) doblado dos veces, sobre la tapa del reloj. Esto se hace para evitar pequeños arañazos o daños, si la llave se nos resbalase sin querer. Luego, volveremos a colocar la jaxa sobre la caja, sujetaremos con firmeza el soporte del reloj, y giraremos, a la vez que ejercemos presión hacia abajo, hasta que consigamos abrirlo. Ni qué decir tiene que para desbloquear la tapa de cierre hemos de girar hacia la derecha, es decir, en sentido contrario a las agujas del reloj.
Recomendaciones finales
Las herramientas de relojero deben ser de calidad, debemos recordar que han de trabajar con objetos delicados y precisos. No tiene sentido tener un buen reloj y querer ahorrar adquiriendo malas herramientas.
Además, una buena herramienta nos compensará con creces la inversión inicial, porque nos dará un gran servicio durante muchos años sin necesidad de sustituirla ni adquirir otra. Y por si fuera poco, nos permitirá trabajar más cómodamente.
En cuestión de llaves tipo jaxa, existe una gran variedad, desde las clásicas baratas de China de dudosa utilidad, hasta las más caras de marcas de renombre, algunas fabricadas en Suiza. Si aprecias tu reloj, demuéstralo adquiriendo unas buenas herramientas para su mantenimiento y cuidado.
En Diloy nos ofrecen, en este sentido, una amplia gama de herramientas para el profesional más exigente, que abarcan muchas opciones tanto de precios, como de calidades. Diloy, como especialista en este tipo de productos, además de fabricar correas y armis, distribuye herramientas tanto para talleres de joyería, como para relojerías, y tanto para profesionales, como para aficionados que quieren poder también realizar el mantenimiento, aunque sea mínimo, de sus relojes. Por supuesto, también para los que desean adentrarse en este apasionante mundo de la reparación y/o el bricolaje relojero.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Un artículo muy didáctico y muy bien explicado, me lo guardo en PDF en mi carpeta de manuales de instrucciones, pilas y tutoriales que ya pesa más de 300 megas.
ResponderEliminarLa herramienta se aprecia en las fotos que es de calidad.
Gracias Pepe.
EliminarBueno, la jaxa de las imágenes no es una Bergeon, ni una Bullonge, pero para el objeto del artículo cumple muy bien.