El tirón de los F-91

Hace unos pocos días, un popular canal de Youtube que se dedica a opinar sobre relojes (y que no suele tratar sobre modelos de Casio, precisamente), dedicó una de sus intervenciones al F-91. No dijeron nada especial, ni nada fuera de la habitual, solo se dedicaron a contar cómo habían comprado el reloj, y poco más. Sin embargo, a las pocas horas atraía miles de visitantes. Ahora mismo lleva nada menos que 318.553 visualizaciones.

Es llamativo cómo estos sencillos Casio siguen despertando el interés y llamando la atención, y eso a pesar del esfuerzo de muchas marcas por imitarles.




Quizá sea porque ya no quedan productos similares. Sí, claro, podemos hacernos hoy con piezas de la relojería muy clásicas, modelos de Rolex o de Zenith que llevan lustros en fabricación, ¡pero a qué precios! Lo que me refiero es que un reloj tan asequible y longevo, ya no se encuentra. Los modelos que había en Citizen, Seiko, y tantas otras por allá los ochenta, ya no se fabrican. Claro que eso explicaría por qué atrae a la gente de más edad, a los que tenemos más años que una pirámide egipcia, pero no explica por qué atrae tanto a las nuevas generaciones, a los jóvenes, adolescentes... Quinceañeros en general.

Mirad: cuando me encuentro con ancianos suelo mirar sus muñecas. Los relojes de los ancianos cuentan muchas historias. Puedes encontrarte con un añejo reloj de los sesenta, que demuestra que ese señor (o señora) tiene una relación especial con él. Puedes encontrarte con un auténtico reloj de aquellos que regalaban antes en los bancos, al domiciliar tu nómina. Si es una ocasión especial, puedes verles con su reloj de regalo de empresa cuando su jubilación, o de aniversario. Incluso con una banda de estas deportivas. Pero raro es el día que no vea alguno con un F-91.


Pero a la vez, resulta que la veinteañera sobre-explotada que me atiende en la caja del supermercado, también lleva ese Casio old-school dorado. Y la chiquilla que acude a clases nocturnas al instituto, o el chavalico que va por ahí repartiendo en su ciclomotor los pedidos de comida rápida, también.

Supongo que las razones son variadas. Nosotros, podemos recurrir al F-91 porque conocemos su historia, sabemos su auténtico valor - por encima del monetario -, lo apreciamos, y somos unos "frikis-pirados" de esto. El anciano, con su exigua pensión o su memoria olvidadiza, nada mejor que un F-91 que si se lo deja olvidado en el hogar del pensionista o en el parque, no pasa nada. Tampoco pasa nada si el nieto se lo llena de babas y lo acribilla a patadas.


La veinteañera necesita algo útil y elegante, que esté a la moda, que sea "cool", pero a la vez funcional. Un Collection Vintage tiene todo eso. El repartidor de comida quiere un reloj "para tirar millas", pero con personalidad. Robusto como un G-Shock, barato como... Pues como eso: como un F-91.

Y cuando buscamos calidad, un buen precio, razonable durabilidad, y fiabilidad, además de un estilo, diseño y medidas que queden bien en todo tipo de muñecas, pues no es extraño que acabemos coincidiendo en un mismo producto que incluye todo de eso. Y luego descubres que son precisamente ese tipo de relojes sencillos y rústicos, los que más te acaban llenando.

De hecho, a veces, hasta acabamos poniéndonoslos sin saber muy bien el por qué, puesto que puede que tengamos mejores relojes guardados. Pues es precisamente por eso, porque son cómodos, tienen lo que necesitas, y no pasan los años por ellos. De hecho, cuanto más temporadas pasan, más atractivos se vuelven.











| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com