El mercado Latinoamericano sigue siendo un mercado marginal

A pesar de los esfuerzos de Casio, y de G-Shock en particular, por introducirse en Latinoamérica, lo cierto es que tanto los números como la realidad dista mucho de lo ideal. No es extraño que, en este sentido, la mayoría de novedades mundiales de G-Shock lleguen antes a España (dentro del mundo latino) y no lo hagan a Latinoamérica, de hecho si uno mira las novedades de G-Shock en Brasil, suelen llegar también tiempo después. No es que Casio ignore esos mercados, y tampoco es que lo discrimine, más bien, yo creo, es todo lo contrario: por desgracia en la mayoría de los países de Latinoamérica, y Sudamérica, están muy lejos de darle el valor que tiene G-Shock en otras partes del mundo, como Estados Unidos, Asia, o la misma Europa.

No ocurre solamente en relojes, lo veo en muchas otras cosas, lo veo también en los números de ventas de algunos de mis relatos, en donde la mayoría de sus ventas van a España y a Estados Unidos, y muy pocos se quedan en Latinoamérica. Y eso que he hecho el esfuerzo de ambientar muchas de sus tramas en países Sudamericanos, y adoptar "latinismos" (muy extraños aquí) de escribir "auto" en lugar de "coche", pero... Por desgracia eso deja en evidencia, una vez más, lo lejos que están esos mercados de ser competitivos y de interesar realmente a muchas firmas de valor.




Y eso que el esfuerzo de G-Shock en México, por ejemplo, es más que meritorio, y de la misma Casio, invirtiendo bastante en implantarse por aquellas tierras.

Si uno pasa por lugares de reunión de aficionados de G-Shock con una gran mayoría Latinoamericana, como G-Shock Hispano, se da cuenta de lo que ocurre: la mayoría de los que escriben de allí adquieren relojes falsos y solo llegan a consultar si han encontrado una ganga o si les han dado "gato por liebre", obviamente no son tontos, y la mayoría también saben que tienen muchas probabilidades de ser falso. También es cierto que el poder adquisitivo no es lo mismo, pero más que a eso yo lo achaco a la cultura. Una cultura latina, que también se da en España en cierta medida, pero muy acusada en esos lugares, en donde poco -o nada- se tiene en consideración el esfuerzo empleado en un producto, la valía y la motivación, y en donde la gente de la calle sigue teniendo esa idea de Casio como relojes de usar y tirar. Muy difícil de cambiar algo así, y sobre todo, muy difícil de hacer entender. No me extraña que los fabricantes de automóviles vendan allí, aunque sea al mismo precio que aquí los nuevos, modelos de pasadas generaciones o vehículos muy lejos de los estándares de seguridad y exigencias del conductor europeo. Ni les importa ni les motiva un cambio.

Qué irónico, cuando marcas europeas (como SIMCA) fabricaban en Sudamérica modelos de renombre, mucho mejores (y más bonitos) que en Europa, y cuando algunas regiones como Argentina eran la envidia incluso de los españoles, que emigraban "a mares" hacia allí. No se si es culpa de sus políticos, o de que no han sabido sobreponerse a su propio éxito, pero no deja de ser una pena que países tan importantes (y grandes) en Latinoamérica estén hoy en día en la cola de los mercados de vanguardia, y vistas cómo están las cosas, nadie va a apostar por ellos. Yo, no obstante, seguiré recordándoles en mis aventuras literarias, porque siento hacia ellos un gran cariño y una inmensa cordialidad. Aunque me sigan ignorando también completamente.


| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com