La más reciente exhibición dentro del museo Kashio de Tokio está dedicada a la vida de Toshio Kashio, fundador de la firma de tecnología y también inventor. Dentro del museo destaca la denominada "Time Room", que se centra en los avances tecnológicos e innovadores de Casio en materia de relojería. Pocas fotos había de ella, y normalmente este tipo de exposiciones suelen centrarse en la historia de G-Shock y Pro Trek. Por eso sorprende ver que entre la línea de relojes representativos de Casio hayan elegido como uno de los modelos a exponer a todo un Marlin: el W-100, un modelo de los pocos que combinan una caja de resina con un cierre metálico a rosca, y que en su tiempo fue no solo innovador en cuanto a funcionalidad, sino también en resistencia y fiabilidad.
Junto a él aparecen, por supuesto, los primeros G-Shock, el primer solar (W-27), los primeros modelos con traductora, los primeros Data Bank (DB-1000), y también alguno de los Pro Trek, como el mítico ATC-1100. También podemos encontrar modelos de la curiosa línea Filmwatch (Pela) y, ya más cercanos en el tiempo, el primer GPS (PRT-1GP), el primero con cámara de fotos (WQV-1), el primer reproductor MP3 de muñeca con reloj incorporado (o reloj con reproductor, como quieras verlo), el WMP-1V, y, por supuesto, los más recientes Bluetooth.
A continuación tienes algunas imágenes, sentimos su calidad, pero al menos puedes contemplar un poco la exposición en la habitación dedicada a la relojería, que es muy interesante y no hay apenas fotos de esta curiosa y atractiva exposición.
| Redacción: Zona Casio
Excelente museo y fotos. Me llama mucho la atención del Marlin de caja de resina y caja a rosca. No sabía que existiese un reloj así, de hecho en mi ignorancia pensaba que eso no era posible.
ResponderEliminarPor otra parte, me pregunto ZONA CASIO de donde habrá sacado Casio los relojes vintage para dicha exposición? ellos tendrán depósitos con los relojes vintage que nunca vendieron y sobraron? o lo pondrán coleccionistas? O será que tuvieron que desempolvar los viejos moldes y reconstruir estos modelos para la exhibición? Ese tema me parece interesante. Provoca hacer un asalto al museo y llevarse todos los relojes! jajajajaja
Esperemos que sea un granito de arena más, para esos nuevos Marlin que todos esperamos.
ResponderEliminarMiguel Angel Santelmo por supuesto que tienen depósitos con relojes y no fue porque les sobraron y nunca los vendieron sino porque es algo que muchas companías de electrónica suelen hacer, es como que guardan un recuerdo interno de sus creaciones.
ResponderEliminarAsí como en la TV no se pierde ninguna filmación a ellos tampoco no se les pierde ningún reloj ya que es muy fácil almacenarlos, solo tienen que tener una persona que cada tanto mire que tengan pila para que no su arruine y listo.
Si ves las fotos los relojes están nuevos y dudo que hayan pasado alguno de esos que están en la vitrina por las manos de un coleccionista.
Gracias Astrid, muy amable por tu respuesta, que bien encontrarse con una fanática de Casio, según interpreto. Saludos.
ResponderEliminarUn verdadero coleccionista jamás manipula sus piezas. Probablemente las piezas de este "museo" esten re-toqueteadas por varias personas...no por una. ;)
ResponderEliminarEste museo no tiene la calidad de otros MUSEOS vintage Casio. La verdad...no me llama mucho la atención.
San Francisco (EE.UU.), 14 mar (EFE).- El reloj de pulsera, que hasta la Primera Guerra Mundial fue un objeto casi exclusivamente femenino, floreció tras la contienda y languideció con la llegada del móvil, busca reconquistar la muñeca de la mano de Apple.
ResponderEliminaropinan los foristas
El gigante tecnológico de Cupertino (California) presentó esta semana en sociedad su reloj inteligente de pulsera “Apple Watch”, que no solo marca las horas, sino que permite hacer y recibir llamadas, leer mensajes de texto y correos electrónicos y comprobar el ritmo cardíaco, entre otras cosas.
Apple asegura que se trata del “dispositivo más personal” que ha diseñado hasta la fecha y promete que su “revolucionario reloj” ayudará nada menos que a “ahorrar tiempo”.
El Apple Watch no es el primer reloj inteligente del mercado, pero firmas de investigación como Forrester Research insisten en que la incursión del titán de Cupertino en ese segmento le otorga una legitimidad de la que carecía hasta ahora.2
La competencia, mientras tanto, ha tomado buena nota del desembarco de Apple en una industria dominada por nombres míticos como Rolex, Cartier, Omega, Patek Philippe o Swatch.
Así, este jueves, Swatch, el mayor fabricante de relojes del mundo, daba a conocer su plan para implantar microprocesadores programables en sus relojes que permitirán hacer pagos con un simple golpe de muñeca.
“Somos los campeones a la hora de integrar funciones inteligentes en el reloj”, afirmó en rueda de prensa el jueves el consejero delegado de Swatch, Nick Hayek, para quien la entrada de Apple en el sector es “una gran oportunidad”.
“Están abriendo el mercado, sobre todo en Estados Unidos, donde la gente ya no usa relojes. Alguien está abriendo esa oportunidad. Dejen que Apple haga el trabajo. Está bien. Es bueno. Los felicito”, añadió Hayek.
Falta por ver si el nuevo producto de la empresa de Cupertino logrará que el reloj de pulsera vuelva a adueñarse de los millones de muñecas que lo habían dejado en el olvido.
Los primeros relojes de pulsera se fabricaron a principios del siglo XIX y nacieron gracias a los pilotos de aviación que solían atarse sus relojes de bolsillo a la pierna o la muñeca para poder calcular los rumbos, distancias o el combustible restante.
Fue, con todo, un objeto eminentemente femenino hasta la Primera Guerra Mundial.
John E. Brozek recordaba, en un artículo publicado en enero del 2014 en la “Revista Internacional del Reloj”, que antes de la primera contienda mundial el desdén por el reloj de los hombres era tal que muchos aseguraban que preferían usar una falda antes que un reloj de pulsera, modelos mayoritariamente pequeños pensados para la mano femenina.
Las cosas empezaron a cambiar durante las conocidas como guerras de los bóeres, dos conflictos armados que tuvieron lugar en Sudáfrica entre el imperio británico y los colonos de origen neerlandés y que se saldaron con la victoria británica en mayo de 1902.
Los soldados británicos salieron triunfantes, sostiene Brozek, al utilizar los relojes de pulsera para coordinar movimientos simultáneos de las tropas y sincronizar ataques contra los colonos neerlandeses, conocidos como afrikáneres o bóeres.
El catálogo de la firma relojera Goldsmith publicaría en el año 1901 el testimonio de un capitán que combatió en las guerras de los bóeres y quien afirmaba haber usado su reloj de pulsera durante tres meses sin que nunca fallase y se mantuviese puntual.
No fue, con todo, hasta la Primera Guerra Mundial que el reloj de pulsera saltó de lleno a la muñeca masculina, al convertirse en aliado de los soldados que lucharon en el conflicto.
Fue entonces cuando debutaron grandes firmas de relojería como Rolex, cuyo fundador, Hans Wildorf, convirtió la marca en sinónimo de precisión, calidad y estatus.
Años después llegarían los relojes resistentes al agua y las versiones digitales, que dan paso ahora a relojes inteligentes como el Apple Watch. EFE