Sí, tal vez todo hubiera sido diferente. En el año 2003 Casio tenía unos planes muy avanzados de un reloj que incluiría buena parte de su electrónica en la correa, en donde también se alojarían terminales para los sensores (era un Triple Sensor) y dos espacios de memoria de 8 y 1 Mb respectivamente. En su bonito display se ofrecería información de todo tipo, con gráficas de los sensores y también información horaria como un reloj convencional. Lo que Casio quería hacer (lamentablemente nunca lo comercializaría) era tener un producto con unas correas intercambiables. En efecto: podríamos ponerle unas correas cualquiera, y el reloj se convertiría en un reloj convencional, digital. Pero si le añadíamos las correas con la memoria y los sensores pasaba a ser "un Pro Trek" cuando lo necesitáramos. La idea era genial, no solo eso: podías comprarte correas aparte por si los sensores se estropeaban (muchos que usáis habitualmente sensores sabréis a qué me refiero, con lo delicados que son), y se supone que incluso se podrían añadir opcionalmente otras diferentes por si necesitabas aumentar la memoria, o incluso podría ser un modelo que encabezaría toda una lista de productos con otras funcionalidades (y otros usos).
Por desgracia este reloj nunca vería la luz. No se sabe por qué, Casio lo dejó olvidado entre los múltiples proyectos de relojes futuristas que curiosamente en los años ochenta sí hacía, y que sin embargo, paradójicamente ahora que la tecnología está mejor y más disponible, "se asusta" y se echa para atrás. Porque si este desarrollo lo hubiera realizado en los ochenta casi me atrevería a apostar que ahora este reloj sería una realidad.
Entre las otras opciones con las que podías convertir tu reloj "en cualquier otra cosa" se encontraba un reproductor de música, una cámara de fotos (insisto: sólo cambiándole la correa, no era necesario que cambiaras tu reloj, aunque había también la posibilidad de varios modelos, digamos, "de la misma familia"), un sistema inalámbrico con capacidad de escritura (podías escribir e-mails, por ejemplo), con conectividad al teléfono móvil o al ordenador, un reloj médico con asombrosos sensores como el del ritmo cardíaco o análisis por infrarrojos del nivel de azúcar en sangre, y que incluía un sistema de alarma para emergencias. También había alternativas de vídeo con una pequeña batería extra autónoma e independiente a la del reloj, de 200 mAh, y también opciones de cajas redondas.
Todo esto, que aún casi diez años después nos parece de ciencia-ficción, era algo real, Casio tenía desarrollada la circuitería e incluso los módulos y los procesos de funcionamiento. Pero jamás pasaría de ahí.
| Redacción: Zona Casio
Opino igual. Para nuestra desgracia, parece que el atrevimiento, la inventiva, y la creatividad que tenía Casio se ha ido difuminando.
ResponderEliminarDa pena ver como con la tecnología actual de baterías con altísima densidad de energía comparadas con las de 2003, lo que se ha conseguido con Eco-Drive, Tough Solar, Kinetic, etc, la miniaturización de sensores, la eficiencia energética, haya una marca emblemática como Casio, que se mantenga a la espera.
Muchas veces pienso, o quiero pensar, que simplemente esconden sus cartas para así sorprendernos, y eso de guardar secretos, si que los japoneses lo hacen muy bien!
Este concepto es excelente, con ideas que incluso a día de hoy no se ven. Supongo que están acomodados, y prefieren vender correas de F-91W por 10€, que les deja un margen del 90%, a vender correas de Smartwatches intercambiables por 100€, que apenas les dejaría un 20%.
el concepto esta genial pero las correas se rompen facil por lo que el reloj dejaria de funcionar rapidamente.
ResponderEliminarOpino igual, no me convence meter toda esa morralla en las correas. Aunque el reloj en sí me gusta mucho, sobre todo el de la primera imagen.
ResponderEliminarTambién pienso que como dice Guti Casio ha abandonando esa creatividad que tenía antaño, ahora solo se dedica a experimentar con colores. Una pena.
Pienso igual que chachemir y fustero, ademas de que creo que hay un factor imprtantisimo que no se esta tomando en cuenta: el precio. En esas épocas un reloj así debía costar una verdadera fortuna, y los siento pero a veces uno tiene que hacer un balance entre el costo y la conveniencia. Aun hoy debe ser caro y engorroso: quien querrá estar cambiando extensibles para ir a la playa y después al antro y después al bosque y así.
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