A casi todos nos cogió de sorpresa la llegada de los nuevos Edifice ERA-200 y EMA-100 esta semana. La introducción de gráfico de mareas, fases lunares y, además, sensor de dirección (brújula y termómetro), nos "descolocó" bastante. Esas características estaban prácticamente reservadas hasta ahora a las líneas digitales básicas y, sobre todo, a G-Shock, y su inclusión en modelos con robusta caja de acero y pulseras con eslabones macizos nos hizo pensar que tal vez las líneas divisorias entre series de relojes se estaban diluyendo un poco.
Obviamente, los compradores de G-Shock seguirán comprando G-Shock, por sus cualidades, su resistencia, su historia..., y por ser de los pocos modelos totalmente digitales que ofrecen tecnología de vanguardia, junto a los Pro Trek. Pero refrescar el mundo de Edifice con estos nuevos relojes, ¿ha sido un acierto?
Casio ya tenía modelos analógicos con sensores en su línea G-Shock (los GW-A1000 o, sin ir más lejos, el recientísimo GA-1000), algunos de ellos con armis aligerado, pero sin duda en Edifice se echaban en falta mucha de toda esa tecnología. Edifice, en la mayoría de las ocasiones, reunía modelos de reloj de estilo vanguardista, en donde ante todo primaba el diseño (incluso la extravagancia). Pero cuando tecnologías como Smart Access entraron el año pasado en G-Shock (proveniente precisamente de Edifice, aunque anteriormente ya había estado en los Oceanus), ambos mundos se fueron encontrando cada vez más.
Dejando a un lado gustos y preferencias de cada uno, realmente es un gran acierto, y para el cliente mucho más, ya que podrá hacerse con tecnología que quizá envidiase de los G-Shock (o viceversa), manteniéndose en su propio estilo y sin cambiar de línea. Se abre por tanto un nuevo abanico de oportunidades y de opciones que muy probablemente atraerá clientes nuevos que, en ocasiones, pasarán de una línea de productos a otra (de Edifice a G-Shock, por ejemplo, y viceversa). Por lo tanto todos salimos ganando. Además, Casio ha conseguido que en estos intercambios de tecnología y funciones no pierda cada línea su propia identidad, logrando mantenerla en bastante equilibrio. De esta forma, nadie se sentirá extraño ante un reloj de Edifice que lleva en su interior tecnología proveniente de G-Shock.
Ya hubo en su día intercambio de tecnología entre G-Shock (los primeros sensores) y Pro Trek, y ambas líneas lograron mantenerse en su status sin solaparse. De todos estos movimientos, sin lugar a dudas, saldremos todos ganando.
| Redacción: Zona Casio
Yo sinceramente no les veo mucho sentido ya que sus funciones se solapan con muchos G-Shock y Pro Trek y la verdad es que para deportes al aire libre y aventura no elegiría un Edifice. Creo que sería mejor diferenciar bien las gamas de Casio. Pero bueno, habrá que ver como responde el público
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