12.27.2012
El punto más flojo de tu tesoro
¿Por qué Casio usa cajas de plástico? ¿Cuánto me va a durar una caja de resina? ¿No son excesivos algunos precios por un reloj "de plástico"? Aunque haga un buen mantenimiento a una caja de resina, ¿no corro el riesgo de cuando le cambie la pila al reloj, o le lubrique las juntas, me quede sin ella? ¿Es mejor un reloj solar o uno con pilas para este tipo de materiales?
Cada vez hay más personas que tienen esos interrogantes, y a la mayoría de ellos no sabría qué responderles. En el caso de relojes que sean solares, ciertamente la respuesta es obvia: no vas a necesitar un cambio de acumulador en muchos años. Por lo tanto se puede admitir la decisión de combinar un módulo solar con una caja de resina. Pero en los modelos de reloj con pilas que duran un par de años o tres, uno realmente se pregunta si es una buena inversión y una buena compra adquirir estos relojes.
He desarmado muchas cajas de reloj a lo largo de estos años, y cambiado muchas pilas, y no he dañado ninguna caja de metal. Y eso que me he encontrado con salvajadas de todo tipo: tornillos introducidos que no correspondían con los del reloj, tapas traseras seriamente dañadas por golpes o rayonazos... Sin embargo, han sido muchas las ocasiones en que al extraer los tornillos de metal en una caja de resina, acabas con partes de las roscas desprendidas. Eso supone tener una caja ya dañada irreversiblemente, por muchos apaños que le hagas luego.
Por ello, y sobre todo en esta época de agobios económicos, cabría plantearse si es una buena idea adquirir un reloj no solar que tenga una caja de resina. Honestamente: me parece una decisión más acertada que Casio les ponga tapa trasera de resina a cajas de resina (como en el F-28), a que mezcle tornillos de acero. El acero atravesando plástico no se llevan muy bien, y hasta Citroën se dio cuenta de algo tan elemental con su Mehari. ¿Por qué Casio lo hace entonces?
Bueno, la respuesta no es sencilla. Y, de hecho, modelos como los primeros G-Shock no eran ni mucho menos así, tal como los vemos hoy en día. Pero, entre otras razones, la necesidad de abaratar costes en las cajas de resina para poder competir con los demás fabricantes obliga a esa drástica decisión. No es que Casio no quiera hacer relojes de tapa roscada o de caja de acero (de hecho, tiene bastantes modelos), sino que para competir con su línea G-Shock como modelo "fashion" y de moda, tiene que hacerlo así. La otra alternativa son modelos más caros, como los Frogman, y todos tenemos una idea, viendo lo que cuesta un Frogman, de a dónde nos llevaría eso.
No quiero decir que los G-Shock desaparecieran, sino que la mayoría de personas en lugar de comprarse dos, tres o cinco modelos al año, tendrían que ahorrar para comprarse uno, y probablemente tendrían sólo un par de relojes o tres a lo largo de su vida. Y entonces se dejarían de vender ediciones limitadas, de colores dedicadas a tal o cual artista o por placer. Y las ventas descenderían exponencialmente. Y eso es lo que no le traería a cuenta al fabricante japonés.
Por fortuna, cajas robustas de acero las seguimos encontrando en Edifice, en la línea MTD y AMW, en Duro 200, en Sheen y en Oceanus. Algunos (excepto Oceanus) a un precio más que competitivo. De modo que quien no tenga un reloj con caja de acero y una robusta y duradera tapa posterior es, simplemente, porque no quiere.
| Redacción: Zona Casio
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quien quiera un g-shock de metal lo tiene, están los mr-g. Pero los precios son para echarse a temblar.
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