7.17.2012
La flecha del tiempo: lo que domina nuestra vida, el mundo mágico que marca nuestros relojes
Nada en el mundo actual es eterno. Todo acaba y tiende a corromperse. Los metales se oxidan, el cuerpo humano envejece, los plásticos se degradan... Ésa tendencia generalizada a la degradación, a la "aniquilación total", es lo que los científicos denominan "la flecha del tiempo".
Ahora bien, ¿por qué ocurre ésto? ¿Por qué, con el paso del tiempo, las cosas tienden al caos, cambian a peor y no lo hacen a mejor? ¿O por qué no permanecen inalterables?
Alguien dijo que los relojes no nos informan del tiempo transcurrido. Sino del tiempo que queda, de las horas que se nos van agotando. Sea como fuere, ellos son un instrumento vital, porque miden algo que no vemos, pero que sufrimos y experimentamos cada día: miden ésa flecha a la que todos estamos sometidos. Cada paso, segundo a segundo, nos están diciendo el tiempo de juego que nos queda. El hombre sólo empezó a evolucionar cuando se dio cuenta de que "algo ocurría", de ése transitar del tiempo. Los animales no tienen conciencia de él. Sí de las estaciones, como una sucesión cíclica de acontecimientos, pero no del tiempo como fuerza a la que todo está sometido, y a la que nadie puede escapar.
Si la flecha del tiempo domina los sucesos estelares a escala macro cósmica, en nuestra vida diaria aún más. Domina nuestro sueño, y nos encierra en su burbuja desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Domina nuestra tarea diaria, y nuestro devenir por este mundo.
Por eso las antiguas civilizaciones se empeñaron en idear sistemas y máquinas que fueran capaces de traer al "mundo visible" algo tan voluble e intangible como el tiempo. Escalas, relojes de sol o arena, ruedas dentadas... Y finalmente chips. Los chamanes que conocían ese transitar del tiempo y dominaban su influencia en el transcurrir de los años, eran considerados sabios. En nuestra sociedad actual, para nosotros, ahora es imprescindible conocerlo. Quieras o no, esa flecha domina tus momentos. Y esos momentos se encuentran, todos, medidos en una cajita que llamamos reloj. Para muchos es simplemente un práctico instrumento. Para otros, un objeto de diseño. Para algunos místicos, mide el tránsito por una tierra desterrada: "esta vida es sólo una mala noche en una mala posada", decía Santa Teresa. Y para algunos es simplemente una angustiosa cuenta atrás.
¿Qué es para ti?
En cualquier caso, la esfera es cíclica. La cuenta del reloj siempre vuelve a cero. Para decirnos, para recordamos, que aunque el tiempo sea inmutable, tenemos la oportunidad de llenar ése espacio de algo bueno, de enriquecerlo. Llenar de contenido esas huellas vacías. Y ése es uno de sus secretos, de sus motivaciones: dejar en esos huecos lo mejor de nosotros mismos.
| Redacción: Zona Casio
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Zona Casio Semanal
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muy cierto!
ResponderEliminarEl mejor artículo de este blog hasta el momento.
ResponderEliminarGracias por recordarme esa cita de Santa Teresa de Ávila.