Cuando necesité volver a llevar reloj recurrí a un Casio F-91, pero luego, cuando empecé a escribir en este blog, elegí un Casio W-213 que me parecía mucho más completo. Me entusiasmaba mucho más aquel reloj y supuse que habría muchas personas que sentirían aquella agradable satisfacción al llevarlo. Y me entusiasmaba tanto por su robusta correa, su caja con toques de color pero, sobre todo, por su módulo, un módulo con pila para diez años y cuenta regresiva ¡con repetición automática! Me parecía la cúspide de la maravilla relojera.
Pero ha medida que ha pasado el tiempo y he probado más y más relojes, la fascinación tanto por los F-91 como por los W-213 fue desapareciendo.