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2.18.2021

Los relojes que desaparecieron de nuestras vidas



Si tienes unos cuantos años, seguramente recuerdes una pregunta que solía ser muy común cuando salíamos de casa con amigos, con la familia o con la pareja, hacia alguna excursión o para hacer trámites. La pregunta, decimos, tan habitual en aquellos años era: "¿llevas reloj?".

La mayoría de las veces eran los padres quienes lo llevaban, y también quienes se aseguraban de que estuviese en la hora correcta antes de salir de casa. En el caso de los amigos, siempre había alguno que solía llevar consigo un reloj, así que alguien solía mencionarlo diciendo: "Fulanito siempre lo lleva". Un reloj, pues, servía para todos y daba la información horaria a todo el grupo o acompañantes.

3.04.2021

La esencia del Kamaz 1111, la Casio de hoy, y un jarabe para la tos



Hace poco estuve investigando sobre la interesante historia del que fue, durante muchos años, "coche del pueblo" ruso. Por 3.000 euros (lo mismo que costaba "la broma de coche" aquella del Tata Nano en la India, y la mitad de lo que nos costaba aquí el coche más barato de su tiempo, el Renault 4), los rusos consiguieron ofrecer a sus ciudadanos - tras invertir unos cuantos años en su desarrollo - un automóvil fenomenal. Lo que no podían hacer en potencia, lo equilibraban con su bajo peso, y lo que no lograban en robustez lo conseguían con su fácil mantenimiento y, en su caso, con unos recambios asequibles y al alcance de la mano.

El Kamaz 1111 (Lada "Oka") se convirtió en todo un símbolo durante generaciones. Más o menos como en relojería lo eran - aún lo son - la clase F de Casio.

1.23.2022

Cosas que pasan desapercibidas ante nuestros ojos



Ayer regresaba en compañía de un aficionado a la astronomía, y mientras caminábamos me pidió que me fijara en un puntito, apenas imperceptible, del cielo. Si uno se detenía a contemplarlo y las capas altas de la atmósfera lo permitían, podía discernir claramente y a simple vista cómo aquel puntito de luz desprendía un alucinante baile de luces de colores, una danza estelar de azules, rojos y verdes. Yo creía que era una aberración debido a la atmósfera, pero en realidad, según me contaba este señor, se trata de un objeto en un sistema solar muy distante, en concreto son dos estrellas que se encuentran tan cerca que una está siendo absorbida por la otra y así es que emite, en su inimaginable caos sideral, ondas en todas las frecuencias, en el infrarrojo, el ultravioleta, y en rayos gamma. Lo que yo estaba presenciando era el espectro de esa luz visible, viajando desde distancias auténticamente vertiginosas, atravesando el cielo, y cayendo literalmente sobre nuestras cabezas.

Para ese espectáculo tan asombroso no es necesario conectarse a Youtube, ni pagar cuota en Netflix, ni tener un teléfono móvil de última generación. Lo tenemos cada noche gratuitamente, real y palpable sobre nuestras cabezas, y lo ignoramos. Preferimos la tediosa y anodina vida que nos arrastra en su vorágine de publicidad y consumismo, y no apreciamos los espectáculos muchísimo más maravillosos que acontecen a nuestro alrededor y que son muchísimo más asombrosos y enriquecedores.

Quizá sea debido a que no tenemos que pagar cuota por ellos, ni tenemos que esforzarnos por adquirir un bono o una suscripción.

9.20.2017

Mi confesión


Desde hace mucho tiempo una idea, una inquietud, un deseo ronda por mi cabeza con ansias de llevarla a cabo. Y me gustaría compartirlo con todos vosotros.

Repito que es una idea, de momento solo una aspiración que al final (por cansancio, aburrimiento, o por causas ajenas a mí) puede que no realice, pero a día de hoy la motivación está ahí.

5.12.2022

Tu G-Shock



Quizá hace tiempo que no se fabrique. Puede que tampoco sea el mejor del mundo, el más completo, el que tiene mejores materiales. Puede que tampoco sea el más cómodo de los relojes. Pero es tu G-Shock.

Es el G-Shock que te ilusionaba, por el que tanto te esforzaste para conseguirlo incluso, puede, quitándolo de otros caprichos, o ahorrando dinero de otras necesidades. Un euro, un dólar, una peseta aquí, allá... Este viaje en autobús que hago andando, este café que no tomo, esta revista que no compro...

6.13.2022

¿Son los Casio relojes para gente pobre?



Yo creo que . Francamente. Los Casio son relojes de precios populares para gente no pudiente o, lo que siempre hemos llamado, "currantes". Personas que buscan un producto de calidad insuperable a un precio inigualable. Y si salen de ahí creo que se les podrá llamar otra cosa (como ha hecho Citizen, comprando marcas top de relojería), pero no serán ya Casio.

De hecho, creo que eso piensa la mayoría. Hace poco leía una interesante entrevista a la embajadora oficial de Breitling, la modelo Ronja Furrer, que le hacían en el medio suizo Bellevue, en donde confesaba que antes usaba un Casio pero, en cuanto empezó a ganar dinero como modelo (y eso fue hace ya mucho tiempo), el reloj de Casio desapareció de su muñeca. A pesar de sus 30 años, Furrer es muy cotizada, recientemente ha sido contratada por clientes de la categoría de La Mer o Victoria's Secret, y tiene su propia academia donde enseña a las jovencitas que aspiran a ser modelos. Además, también colaboró en anuncios con Ford, fruto de los cuales adquirió un Ford Mustang (de los clásicos, de los auténticos, de los antiguos, no de estos modernos de ahora).

9.25.2018

Sí, pero se lo paga la marca


Hace poco veía en algunas publicaciones reportajes sobre algunos famosos con sus relojes, todos gente de éxito, principalmente actores y deportistas, mostrando a propósito sus muñecas vestidas con relojes de renombradas marcas. Los autores de los reportajes destacaban cómo esas personalidades vestían el reloj de tal marca, y ponderaban su estética, sus virtudes, sus acabados... Gente que, sobra decirlo, perfectamente pueden adquirir de su propio bolsillo esos relojes y aún mucho más caros, pero que visten el reloj que les da determinada marca porque, obviamente -y ahí está el truco- a la marca le conviene que se le vea con él.

Por supuesto, no es culpa de ellos, o al menos no solo de esos famosos, que engañan -y es cierto-, pero también a la gente que se los compra les gusta ser engañados. Porque yo sigo sin entender qué mérito tiene un reloj, sea éste cual sea y de la marca que sea, qué mérito tiene, insisto, darlo a conocer si te pagan por ello. Si te lo paga la marca para que lo lleves, y para que algún fan tontaina, queriendo imitarle -que de esto hay mucho-, vaya corriendo a la tienda y se lo compre.

7.16.2021

Ya puedes descargar el número 8 de 291Magazine



En el número 8 de 291 Magazine celebramos el lanzamiento del Casio A100 trasladándonos a 1978, y nos preguntamos: ¿qué estabas haciendo tú en ese año? Por de pronto, a finales de los setenta se vivió una psicosis en donde el incierto futuro estaba lleno de bombas atómicas, artefactos nucleares, y por supuesto robots humanoides que amenazaban la existencia sobre el planeta en un escenario apocalíptico que sería llevado a la gran pantalla en filmes de la talla de Mad Max (1979). No es que ocurriese tal como nos lo presagiaban, pero no es menos cierto que estamos camino de ello (mira a tu alrededor y date cuenta de cómo va la gente por la calle..., hasta hace unos pocos meses la omnipresencia de las mascarillas en el día a día era tan inaudito que, a quienes les dijeran que esto acontecería, pensarían que esta crisis colectiva y a escala global - y a todos los niveles - no sería más que el guión de otra secuela de aquella película, pero no, por desgracia es muy real).

Pero junto a este tema central que llevamos en portada también encontrarás un repaso a la resistencia (hoy muy familiar, hace no tanto muy exclusiva) de los 200 metros WR, la misma que nos ofrecen los DW-291 de HD. Más reflexiones sobre el futuro y el colofón del consultorio cierran este último número del tabloide dedicado a los DW-291 específicamente, y a los HD en general. Para hacerte con él, recuerda que sólo tienes que descargarlo gratis desde éste link. ¡No te lo pierdas!

5.02.2021

¿Está Casio alcanzando sus límites?



Las compañías de tecnología llevan años viviendo una auténtica revolución, un cambio de su modelo de negocio y de su mercado que las obliga a unos desafíos cuyas consecuencias las lleva, en muchas ocasiones, al borde de la extinción. Lo hemos visto con Siemens, vendiendo su línea de electrónica de consumo a los chinos, con Philips haciendo otro tanto de lo mismo, o más recientemente, con LG siguiendo la misma senda. Anteriormente ya habían sido devastadas por esa vorágine firmas del calado de Telefunken, Amstrad o Grundig. Eso por mencionar algunas europeas, porque las japonesas no se han quedado atrás. Baste mencionar marcas como Aiwa, Sanyo o Radiola, que los que peinamos canas tenemos en nuestro recuerdo como buenas y fiables firmas de la tecnología.

Todas han sucumbido ante la pujanza de las chinas que, a precios más asequibles, y aun a pesar de su peor calidad, se han ido haciendo con el mercado.

3.05.2021

La fijación por los detalles



Hace poco fui al médico, y mi doctora me recetó unos comprimidos. Se quedó un rato pensando si dármelos genéricos, o de una farmacéutica de renombre. La "marca blanca", el genérico, tenía el mismo principio activo, pero finalmente concluyó diciendo: "te lo voy a dar de marca, que poca, pero hay diferencia". Así que al final me recetó los comprimidos de una firma muy famosa últimamente: Pfizer.

En efecto, había diferencia. Empezando por el envase, la caja de Pfizer tiene una solapa para cogerla y abrirla, y otra para cerrarla cómodamente. La del genérico te queda abierta por cualquier parte. Por otro lado, está fabricada en un cartón de calidad, con un diseño muy cuidado. La de los genéricos te pone el nombre del principio activo y lleva un cartón "de pulpa gorda", o sea, el más basto y barato que venden las papeleras, que se pone muy feo y envejece muy mal.

3.09.2021

No solo hay que ser pobre, sino parecerlo



Hace unos cuantos años me regalaron un reloj bastante, digamos, elitista. No lo compré yo, fue un regalo, insisto. Pero el caso era que, llevando aquel reloj en mi muñeca, no acababa de sentirme bien. Puede ser por falta de costumbre en llevar relojes lujosos, por no estar habituado a vestir modelos escandalosos, o porque me sentía mal conmigo mismo por la razón que sea. La cuestión era que, yendo por la calle, miraba los relojes de la gente, y sobre todo los de las personas más humildes: currantes, jubilados, mendigos, parados... Y empezaba a darme vueltas la cabeza pensando: "mira, ese no lleva un reloj como el tuyo", o: "con el reloj que tú llevas, y esos no tienen ni para zapatos".

Por fortuna para mí, el reloj acabó estropeándose, así que me deshice de él. Y fue un gran alivio, os lo confieso.

1.26.2022

Influencers de pacotilla



Hace poco el equipo de fútbol Zénit de San Petersburgo tuvo la infeliz idea de salir al estadio con sus jugadores cogiendo cachorros de perros en brazos. Su intención era la misma que buscan las marcas cuando ponen a un famoso o "influencer" mostrándonos su reloj en la muñeca: incentivar la compra por impulso. En este caso mucho más grave claro, puesto que un perro no es un objeto, y se juega con el bienestar de un ser vivo.

La llamada "compra por impulso" nos parece la forma más rastrera y más inhumana de hacer que los clientes compren un reloj, de incentivar las ventas. Por desgracia, en Casio recurren mucho a ella (en especial en G-Shock), y nos atreveríamos a decir que más del 80% de sus ventas se deben a ese tipo de compras. Personas que no quieren ni necesitan ese reloj, pero terminan adquiriéndolo por influencia de "famosetes" y "artistitos". El problema es que un reloj adquirido así, sin pensarlo, sin valorarlo, sin sentir lo que transmite, no crea aficionados ni compradores a futuro. Solo crea compradores insatisfechos y decepcionados.

11.18.2020

Tu reloj-fetiche



Conozco a una persona que está bastante anclada a su F-77. En fotos antiguas de sus vacaciones, cuando era niño, se le ve con un Casio F-77 "remendado", posando con él en su muñeca. Otra de las personas con las que habitualmente me relaciono siente un apego especial por el F-87, y otra mantiene un "feeling" por el F-81. También hay quienes el W-24, o el W-26, les atrae enormemente, y acaban siendo coleccionistas de ellos, o acumulándolos. Podría decirse que son, en suma, sus "relojes fetiche". Puede que no se los pongan apenas, pero por una u otra razón se encuentran muy unidos a ellos.

Porque un reloj, en suma - y un F de Casio mucho más -, no tiene demasiada importancia ni peso económico, lo que nos motiva de verdad son las historias que hay detrás de ellos, y que nos van llenando y uniendo a él con lazos tanto de cariño, como de compromisos. Como esos abuelos que se resisten a cambiar o deshacerse de su viejo SIMCA 1000, porque les trae buenos recuerdos y, a fin de cuentas, puede que hubiesen pasado toda su vida con él (un coche, a diferencia de ahora, era para toda la vida).

10.24.2023

El Casio militar perfecto

ZonaCasio


Hace un tiempo, a raíz de la publicación en el blog ZonaCasio de las fotografías de la princesa Leonor en su acceso a la Academia Militar de Zaragoza para iniciar su formación castrense, se especuló sobre el reloj que la susodicha llevaba consigo. Inicialmente se pensó en que se trataba de un Casio. Posteriormente se desmintió este extremo y, si no recuerdo mal, se dijo que era un reloj de tipo económico de una conocida gran superficie francesa. Del "Decartón", para entendernos. Lo bueno es que esto dio pie para iniciar un pequeño debate en el grupo de Telegram sobre el por qué de esta elección y cuál sería el reloj perfecto para un militar. A continuación expongo algunas reflexiones al respecto, muchas de ellas extraídas de las reputadas opiniones que algunos miembros ofrecieron.

Cierto es que el reloj elección de SAR no es "de cartón", pero casi. La futura reina de España no eligió un reloj caro de altas prestaciones, con un sinfín de sensores y la mayor de las precisiones. Y es que cuando se habla de un reloj militar a muchos se nos vienen a la cabeza esos épicos filmes estadounidenses donde los "protas" lucen flamantes G-Shocks en sus andanzas por tierras extrañas salvando al mundo de terribles amenazas terroristas y salvaguardando la paz mundial. Pero tras un fructífero cambio de impresiones en el grupo, donde se leyeron interesantes opiniones, la principal conclusión a la que se llegó es que el reloj militar perfecto no es un reloj caro, ni aparatoso, ni voluminoso, ni cargado de sensores. Muy al contrario se postuló que el reloj militar perfecto sería un reloj de tamaño lo suficientemente contenido como para poder llevarlo bajo la -a veces aparatosa y recia- ropa miliar de manga larga de forma cómoda, que se pueda tener acceso a su consulta de forma rápida y que, tras esta operación, quede convenientemente oculto bajo la indumentaria de dotación sin mayor complicación. ¡Y barato! Un reloj económico que el usuario no tenga miedo de maltratar sin el dolor de barriga de pensar que está arrastrando por el barro un buen fajo de billetes obra maestra de la ingeniería horológica. Una herramienta fácilmente sustituible si se pierde o se rompe.

11.20.2021

Si Casio fuera Frederique Constant



Hace unos días tuve el privilegio de asistir a la presentación de Frederique Constant en la relojería Unión Suiza. Siendo este un blog dedicado a la marca Casio quizás os estaréis preguntando qué pinta esto aquí o quiénes son esos de Frederique Constant. Otros diréis, ya vuelve el pesado de Guti otra vez, con lo tranquilitos que estábamos... Permitidme que lo aclare en orden inverso.

¿Quiénes son Frederique Constant? Pues para no alargarnos (si os interesa en la crónica anterior lo explico con más calma), es una joven marca relojera, inició su andadura en el año 1988, en contraposición de Casio que es de 1946 y por tanto mucho más antigua. Si bien es cierto que su primer reloj no llegó hasta 1974. No obstante los de Casio tienen, mejor dicho, deberían tener mucha mayor experiencia.

3.17.2021

Una declaración de intenciones



Hace unos días me encontraba en la sala de espera para entrar al médico, y me di cuenta de mi reloj. Siempre llevo reloj, pero lo que quiero decir es que me di cuenta de lo "excesivamente llamativo" que resultaba mi reloj. Fue una de las pocas ocasiones en las que no me sentí a gusto con él, hasta el punto de decidir quitármelo y guardarlo.

Antes había detalles que le permitían a uno conocer las capacidades económicas y la posición social del tipo de persona que tenías frente a ti. Y no me estoy refiriendo a su categoría o empleo (cuestiones esas que, por cierto, hasta solo unas décadas atrás te venían reflejadas en tu mismo carnet de identidad y bien a la vista de todo el mundo), sino a su vestimenta y a sus complementos.

1.11.2012

Casio mejora la recepción de sus radiocontrolados


Casio acaba de registrar a principios de este mismo mes un procedimiento algorítmico para la mejora del sistema de recepción de señal en los relojes radiocontrolados. Ese procedimiento permite extrapolar los datos obtenidos, comparándolos con parámetros de la señal y permite que se pueda sincronizar la hora aunque haya mucho ruido en la transmisión de la señal (o que la señal no llegue con la suficiente claridad).

El problema reside en que, por ejemplo, cuando se recibe un código de señal en modulación AM, transportado por una señal estándar (de 40 o 60 kHz), su recepción se hace difícil por las reflexiones o atenuaciones de objetos como edificios, además de la mezcla en la señal de ruido turbulento. En la actualidad, y especialmente para la recepción de la señal de hora, se utilizan alrededor de cuatro minutos de recogida de datos para evitar que el reconocimiento sea erróneo. Como este tiempo es bastante largo, se hace difícil recoger una señal clara.

4.18.2021

¿Cuándo es un capricho comprar relojes, y cuándo una necesidad?



A partir de ahora Susana se incorporará a nuestra "plantilla" de locutores de podcasts en Radio Ibérica, allí podréis escuchar sus amenos, entretenidos e interesantes programas semanales que, bajo el título tan "relojero" como "A Deshoras", esta simpatiquísima mexicana nos hará pasar un agradable rato. La traigo aquí a Zona Casio porque uno de sus programas me ha llamado la atención, lleva por título un planteamiento tan atrevido como éste: "¿Cómo ahorrar sin dejar de consumir?". Digo "atrevido" porque ahí es nada: gastar, y ahorrando a la vez. Supongo que eso es difícil de hacer, y más si uno tiene aficiones digamos medianamente caras.

Esto viene un poco al hilo del tema que tocábamos el otro día sobre el coleccionismo, y que tanta controversia (e interesante debate, con nada menos que treinta comentarios) generó entre los que nos leéis. No sé si Susana nos dará la fórmula secreta para poder coleccionar sin arruinarnos, pero en estos tiempos en donde muchos las están pasando realmente duras, puede que sus consejos, reflexiones o "tips" os resulten útiles. Os dejamos con su maravillosa voz tras el salto.

6.08.2021

Perorata calurosa sobre el paso del tiempo



Amigos, la siguiente parrafada la escribí pensando que varias veces he leído en ZonaCasio, que muchos de sus lectores somos ya maduritos o como se dice en mi pais: "Tembas" con sus añitos a cuestas.

Bueno, al lío:

Perorata calurosa sobre el paso del tiempo.

Son las 4:36 PM. Ya terminé las labores de hoy. Hace calor y con una cervecita en la mano pienso y hablo solo. El tiempo tiene su manera especial para tomarnos desprevenidos al paso de los años. Y yo, que toda la vida he mirado fascinado las esferas de los relojes en su eterno andar, ahora no dejo de elucubrar sobre el paso del que nunca regresa, y la llegada del llamado "Otoño de la vida"

Me parece que apenas ayer era joven ... Pero no. De seguro sé que fue hace mucho tiempo.

¿A dónde se fueron los años? Sé que los viví.

2.16.2021

Cuando un reloj pesado es mucho mejor que uno ligero



Seguramente muchos de vosotros seáis como yo en cuanto a preferencias de peso, y prefiráis los relojes muy ligeros de resina, a los pesados de acero o titanio. Pero admito que esta pandemia - como en tantas otras cosas - está cambiando algunas de mis costumbres. Y es que cuando salgo, sobre todo si tengo que estar en sitios con mucha concurrencia y tocando cosas, intento tocar el reloj lo menos posible. Dejarlo en la muñeca y, eso sí, consultar en él la hora - como siempre -, pero sin manosearlo demasiado. No es que me vuelva obsesivo con ello, tampoco es eso, pero mira, si tengo que llevar mascarilla todo el puñetero día, al menos no ser tan gilipollas como para llevar luego el virus conmigo en el reloj. Sería de tontos, ¿verdad?. Claro que luego tocas el móvil y ni apenas lo desinfectas, o el volante de tu coche o las llaves de la puerta... Pero eso es otro cantar. Las llaves, el móvil, la cartera..., sé que están "sucios" (o potencialmente contaminados), así que llego a casa y me olvido de ellos. Pero si en un momento dado toco el reloj, quiero saber que está limpio - o lo más limpio que se pueda, claro -, quizá porque el reloj sea más importante para mí (por algo escribo en esta publicación) y el resto de esos elementos que he nombrado me importen una puñeta.

El problema con el que me he dado cuenta - no sé si tú también lo has notado - es que los relojes "pequeños", como los W-202, F-201, AE-1200 y similares, que usaba hasta ahora, son demasiado "ligeros". Con esta ropa de invierno se camuflan en las mangas y tienes que ir "a buscarlos", tocando todo por el camino (reloj incluido, claro).

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