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1.01.2021

Los recuerdos que acompañan a un reloj



Los relojes no son más que eso: objetos. Dispositivos electrónicos (o mecánicos, antiguamente) más o menos sofisticados; una serie de manecillas que giran o de segmentos que se apagan y se encienden formando los dígitos. Pero al pasar los años acaban llenándose con tantas cosas nuestras, con tanto de nosotros, que acontece en ellos una curiosa metamorfosis. Y dejan de ser entonces un mero objeto.

No hablamos de quimeras cuando contamos cómo, antiguamente, el reloj pasaba de padres a hijos, era un bien preciado (y cuidado) en la familia, y un testigo directo de su devenir. ¡Cuántas veces habremos oído, o por lo menos leído, aquella pregunta de: "¿por qué llevas ese reloj?". Y la otra persona responde: "fue de mi abuelo..., fue de mi madre...".

11.17.2020

Relojes en la literatura (73)




Título: Yo, el ministro. Un viaje perdido

Autor: Nirca Stevenson

Fragmento:


Luego guardé el móvil, y apoyé mis codos sobre el soporte de piedra, mientras los pensamientos se me iban, y la tarde transcurría a ritmo tan lento, que casi podía sentirla arrastrar los pies entre el segundero de mi Casio de sustitución. Lo miré. Sí, necesitaba un reloj más "serio", aquel W-59 parecía una pulsera de plástico de juguete... Tal vez debía comprarme un nuevo G-Shock, como el que había llevado conmigo durante tantos años.

- ¡Hola! ¿Puedo sentarme?

Era pelirroja. Vieja, arrugada como una pasa, con labios torcidos, una línea un tanto titubeante en la raya de sus ojos, y con un vestido estampado oscuro pasadísimo de moda. Pero pelirroja.





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4.10.2020

En la arena estelar

por Isaac Asimov



Se dirigió a su escritorio, donde guardaba su reloj de pulsera mientras dormía. Su mano tembló un poco cuando lo sostuvo a la luz de la linterna. La correa del reloj era de plástico flexible entretejido, y de una suavidad blanca casi líquida. Lo observó cuidadosamente desde ángulos diferentes; no había duda de que estaba blanco.

Aquella correa había sido otra de sus primeras compras. Una radiación enérgica la convertía en azul, y el azul en la Tierra era el color de la muerte. Si uno se perdía o se descuidaba, era fácil extraviarse durante el día sobre un trozo de suelo radiactivo. El gobierno cercaba tantas manchas radiactivas como podía, y, como es natural, nadie se acercaba nunca a las grandes superficies mortíferas que comenzaban algunos kilómetros fuera de la ciudad. Pero la correa era un seguro. Si en alguna ocasión se tornaba ligeramente azul, había que presentarse en el hospital para recibir tratamiento. No cabían discusiones. El compuesto de que estaba fabricada era precisamente tan sensible a la radiación como el propio cuerpo, y podían utilizarse aparatos fotoeléctricos adecuados para medir la intensidad de la coloración azulada, con lo cual se podía determinar rápidamente la gravedad del caso.

Un azul oscuro brillante era el fin. Así como el color no desaparecería nunca, tampoco la persona contaminada podría descontaminarse. No había cura, escape ni esperanza.

Sólo quedaba esperar en algún sitio de un día a una semana, y lo único que podía hacer el hospital era tomar las disposiciones finales para la cremación.

Pero, por lo menos, la correa estaba todavía blanca, y el tumulto de los pensamientos de Biron se calmó un poco.

(...)

Miró su reloj de pulsera, desvió a medias la mirada y luego, muy lentamente, volvió a contemplarlo. Lo miró fijamente durante un largo minuto. Era el reloj de pulsera que había dejado en su dormitorio aquella noche; había resistido la radiación asesina de la bomba, y lo había recogido a la mañana siguiente con el resto de sus cosas. ¿Cuántas veces lo había contemplado, anotando mentalmente la hora, sin darse cuenta de la otra información que le proporcionaba a voz en grito?

1.01.2019

Primer día del año y último día de Gaceta W-59


Inicialmente no le habíamos puesto un límite a Gaceta W-59, simplemente eran especiales que surgirían "de improviso" y sin orden ni concierto aparente. Aún así, semana a semana hemos ido ocupando estos últimos meses del año -en realidad, desde principios de verano del año pasado, cuando apareció el primer post- y ahora, al consultar los posts pendientes, me he dado cuenta que se han terminado todos. Podríamos plantearnos el continuar con una nueva remesa, pero creo que a veces es bueno saber cuándo conviene cerrar un ciclo, una temporada, o un especial, en este caso, y hemos pensado que, en el fondo, una genial despedida para los especiales y la Gaceta W-59 es hacerlo coincidir con el año. No era algo buscado, salió de improviso y surgió así, sin más, pero no está mal. Además, de por sí no tenia una fecha de conclusión, y siempre creímos que lo mejor sería que las circunstancias fueran las que marcaran la pauta.

Como colofón no vamos a poneros un post convencional, lo que vamos a hacer es una especie de "recopilatorio" con frases, párrafos y reflexiones, pensamientos sueltos en suma, que le hemos dedicado durante esta temporada al W-59. Quizá volvamos sobre él, quizá con otro modelo, quién sabe... Sea como fuere, nos alegramos haber comprobado la cantidad de fans, usuarios y seguidores, que todavía acumula este precioso y estupendo reloj.

¡Larga vida al Casio W-59, pues, y..., ¡feliz año nuevo para tod@s!!

12.25.2014

Fin de año... Y fin de travesía


Nunca me imaginé llegar a redactar este post pero ya me veis, aquí me encuentro haciéndolo. Han sido tres años escribiendo prácticamente cada día, tres años compartiendo con todos vosotros mis experiencias, mis pensamientos, y alguna que otra confidencia, por lo que no me resulta nada fácil despedirme, y la verdad es que no sé muy bien cómo hacerlo. En todo este tiempo ha habido de todo, experiencias muy desagradables pero también he conocido personas increíbles, que me han aportado mucho tanto humana como en la parte práctica del blog. Muchos son lectores, como Guti, con el que me he sentido identificado prácticamente desde el principio de leer sus conversaciones. Adan, de GSW, que siempre se mostró tan atento conmigo, David, de Casio España, al que le he dado más de un quebradero de cabeza y sin embargo siempre me ha tratado -y ha tratado al blog- de una forma magnífica, y que es una persona encantadora, y cómo no, a Jose de Relojes de Moda, del cual me quedaría corto en calificativos por todo lo que me ha ayudado desinteresadamente, y cuya simpatía y gentileza me ha hecho envidiar a los clientes de su tienda al poder contar con una persona tan dispuesta y cercana. Y tantos otros colaboradores y amigos, como Jorge, Cristina, Jokerblue... Recuerdo especialmente a Tere Abumohor y Víctor Gálvez, los dos embajadores de Baby-G y G-Shock respectivamente, y que tan cercanos y atentos se mostraron siempre.

¿Por qué me voy? Bueno, en estas últimas semanas he sopesado mucho esa decisión. No es una razón, creo que es un conglomerado de muchas de ellas y una mezcla de circunstancias personales y también innatas al blog. En parte me siento también un poco con las manos atadas, veo que aquí no puedo crecer mucho más, y aunque algún amigo me ha aconsejado: "no dejes un blog en la cúspide sin irte a otro mejor", la verdad es que no me voy a ningún lado. No me voy porque nadie me haya ofrecido ir a otro sitio, pero siendo sincero prefiero dejar esta publicación cuando está en uno de sus mejores momentos, que no siendo un fracaso. No es por orgullo ni por irme con la cabeza bien alta, sino porque creo que es la mejor forma de hacerlo. No está bien abandonar a tu equipo cuando esté en el peor momento, o saltar del barco cuando se hunde, no. Mejor hacerlo cuando lo hayas hecho arribar a puerto seguro y la tripulación esté completa.

9.19.2014

Casio Europa no opina lo mismo que Casio Japón: para ellos el smartwatch sí tiene futuro


Hace pocas fechas Kikuo Ibe nos desvelaba los pensamientos y filosofía que tienen en Casio Japón respecto a un smartwatch, y venían a decir que eso "no era para Casio". Esto echaba al traste de un plumazo todas las innovaciones que hablaban de un "futurible" reloj smartwatch de Casio con tecnología solar. Hasta ahora. Porque Casio Europa también tiene su opinión, y no es precisamente la de los japoneses. En unas declaraciones hechas a Watchtime, el jefe de la división de marketing de Casio para Europa, Harald Schroder, le ha concedido el beneficio de la duda al Apple Watch. Bueno, en realidad ha ido más allá, y ha dicho que habida cuenta del éxito de los productos de Apple, probablemente la marca de la manzana consiga que su nuevo reloj sea un éxito y cree un precedente.

Schroder ha declarado que en ese sentido Casio tiene ventaja, al disponer de su propia tecnología y fabricar sus propios relojes (ejem... Se ha olvidado de Miyota y Sony, entre otras, pero vale, se lo perdonamos), e incluso se ha atrevido a conjeturar un futuro en el que los smartwatches dejen atrás sus puntos más débiles (el principal, del que habla Schroeder y con el cual creo que todos coincidimos, es la autonomía) y podrían llegar a ofrecer incluso recarga solar.

9.14.2014

Dossier: los smartwatches mataron a la estrella de la radio


Parafraseando a esa popular canción (aunque luego no se cumpliera la predicción, más bien habría que decir que Internet mató a la estrella de la radio, si atendemos a la realidad), la aparición de los relojes inteligentes, los "smartwatches", va a suponer la desaparición de los relojes digitales. Al menos tal como los conocemos en la actualidad. Eso es lo que creen firmemente muchas personas, que no dejan de adelantar una próxima revolución en nuestras muñecas. Pero ¿sucederá así?

La aparición de los teléfonos móviles, allá por la década de los noventa, sería el fin de las calculadoras. Eso vaticinaban también no pocos expertos, sin embargo hoy en día se siguen vendiendo un gran número de calculadoras, y no ha disminuido su uso, más bien al contrario.


6.08.2014

Adelantos de un futuro aterrador: ¿y si nos pudieran controlar el tiempo?


Este artículo que publicamos hoy seguramente se ajustaría bastante bien a la temática de aquella serie de reportajes que difundimos no hace mucho bajo el epígrafe común de "Misterios en torno al reloj". Unos artículos, por cierto, de los cuales voy a contar una anécdota personal: cuando los publicábamos y lo anunciábamos en Twitter uno de nuestros lectores (Kokeriko Melilo) tenía la buena costumbre de "retwittearlo" a un programa de radio del que yo desconocía totalmente su existencia: "El ultimo peldaño", de Onda Regional de Murcia. Desde entonces me confieso un oyente acérrimo a ese programa de misterio, el cual, por supuesto, si os gustan estos temas os recomiendo también. Me encanta muchísimo la forma de llevar las entrevistas su presentador y director, Joaquín Abenza. Al contrario que otros presentadores de espacios parecidos (como Miguel Blanco de "Espacio en blanco", o Íker Jiménez de "Milenio 3"), Joaquín tiene una cualidad que me encanta, y que echaba de menos en este tipo de programas: la de dejar hablar a los invitados.

Los otros presentadores parecen querer ser ellos la estrella y tomar el protagonismo, sin embargo con Joaquín Abenza el protagonismo es de los invitados, de los que, en suma, van a contar su historia al programa. Miguel blanco, por ejemplo, tiene la feísima costumbre de interrumpir a las personas que entrevista con sus archiconocidas palabras: "no lo cuentes ahora, déjalo para el final", y resulta que el final nunca llega, porque siempre se les olvida, o se quedan sin tiempo, o se van por otros derroteros y la entrevista acaba llena de insustancionalidad y sin enterarte de lo importante.

8.27.2013

Del odio al amor solo hay un paso


Dicen que del amor al odio hay tan solo un paso. ¿Y del odio al amor? Yo creo que también. Recuerdo cuando adquirí mi Nokia 7500 Prisma (Nokia 7500 Prism). Me gasté casi todos mis ahorros en él. Me fui un sábado, a primera hora -para que no hubiera mucha gente- a un centro comercial, prácticamente en el mismo momento en que el móvil aterrizó en España, y lo adquirí sin subvención de operador ni nada por el estilo: total y absolutamente libre. En aquellos años no eran muchas las personas que se comprasen móviles libres, porque estaban carísimos. Aquel día me pasé toda la tarde fuera de casa, simplemente para "lucirlo" y disfrutar de él. Su brillo, sus formas marcadas, su aspecto... ¡su ligereza¡ Me entusiasmaba aquel móvil. Pero no todo empezó tan bien. En realidad el móvil empezó decepcionándome, porque era desastroso usarlo, una auténtica pesadilla manejar su teclado con esas formas tan poco ergonómicas de sus teclas... y la pantalla, muy bonita, pero su forma de prisma hacía que en cuanto saliera el sol se reflejasen los rayos en ella y te quedaras ciego al mirarla. Pero aún así sentía ese amor inexplicable por ese celular. Es como esos amores, que sabes que son dañinos y que deberías dejarlos, pero no puedes. No puedes. Te tienen prisionero.

El 7500 Prism lo usé hasta que el pobre aparato no dio más de sí. Lo acabé destruyendo (aunque funcionar, aún funcionaba), porque Nokia le había incluído una especie de "frames" laterales personalizados que se resquebrabajan por todos lados sólo con rozarlos. Un enorme fallo de diseño que hacía que el móvil no aguantase mucho. Sino hubiera sido por eso, tanto en firmware como en el plástico usado (de muy buena calidad), habrían conseguido un móvil indestructible.

10.25.2011

¿Lo mejor que puedes regalarle a tu pareja? Un reloj: cada vez que mire la hora tendrá que pensar en tí


Paseábamos por el parque mientras ella me hablaba de lo mucho que echaba de menos a su marido, fallecido hacía algunos años. Mientras lo hacía, miraba el reloj, y entonces me dí cuenta de que algo relacionaba su recuerdo con el de su difunto esposo. Fue entonces cuando me contó su historia, y me dijo que el reloj había sido un regalo de él, cuando aún eran novios, y que no había dejado ni un solo día de ponérselo.

Me llamó la atención porque el modelo del reloj no era realmente muy llamativo. No era un carísimo Jaeger-leCoultre, ni un Hamilton, sino un Casio. Lógicamente, un Casio muy bonito y pulcramente cuidado. Pero lo que quiero decir es que no era un reloj por el que alguien se gastaría algunos miles de euros.

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