Quiero empezar dejando clara una cosa: creo poder afirmar que personalmente soy una persona que trata de ver fríamente las cosas, especialmente aquellas que tienen relación con el mundo del misterio (de lo paranormal dirían otros, o de lo desconocido), tratando siempre de buscar una respuesta coherente y razonable. Porque, de hecho, creo que en la mayoría de las veces todos estos asuntos se pueden explicar desde un punto de vista de la ciencia (y de la lógica).
Pero voy a ser franco con todos vosotros, y os confieso que hay un hecho que sí me ocurre con mucha frecuencia y del cual no encuentro una explicación razonable: el 11. O el 11:11. Cuando miramos nuestro reloj digital y vemos esta combinación de números, seguramente nos llaman la atención por la curiosa forma que su disposición dibuja en nuestro display, y, tras sorprendernos, lo olvidamos casi al instante y seguimos con nuestras cosas. Pero cuando esto se repite día tras día durante muchas semanas uno tiende a pensar que algo realmente muy curioso ocurre y que no es ya solamente coincidencia. Esto es lo que me lleva ocurriendo desde hace ya años, en donde la mayoría de las mañanas miro el reloj justo cuando es esa hora (hoy mismo, sin ir más lejos). Me paro a pensar y me digo a mí mismo: "pues mira que no hay minutos en la mañana -incluso en una hora- como para que coincida siempre en las 11:11".