Comparativa entre las Casio fx-82 más actuales

Llevábamos mucho tiempo queriendo ofreceros esta interesante comparativa entre los modelos más actuales y, a la vez, sus versiones de entrada de gama a cada una de las mismas, es decir, las variantes más básicas fx-82 de la fx-82SP en ClassWiz, de la fx-82MS 2nd edition en MS Series, y la novísima fx-82ES Plus 2nd edition en ES Series.

La razón de no poder hacerlo antes fue, principalmente, por los problemas de acceso. Aún a pesar de que Casio indique en su página oficial que en España se encuentran todas las nuevas ES de la 2nd Edition, como ocurre con las MS también de las Second Edition la realidad es bien distinta.

¿Debo pagar impuestos al comprar un reloj de segunda mano?

Seguramente esta sea una de esas preguntas que muchos ni se plantean, o incluso que ni siquiera hayan llegado a pensar en ello: ¿debo pagar impuestos al comprar un reloj, aunque sea de segunda mano?

Pues la respuesta corta es que, al menos en España, sí. Al ser un incremento patrimonial, tributa como Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), y es un impuesto que debe ser desembolsado por quien compra el reloj (no por el vendedor, que tiene sus propios impuestos).

Imágenes de los nuevos W-S220 y MRW-S300H en NZWatches

NZWatches ha publicado nuevas imágenes de los últimos modelos de la gama Collection de Casio, que precisamente publicamos aquí ayer, los W-S220 y MRW-S300. Como puedes ver, no tienen todos los que son, ya que de los W-S220 hay muchas más variaciones de colores de las que ellos publican (y la razón es tan sencilla como que son tan nuevos que aún no disponen de ellas), pero al menos sí puede servirte para ver estos bonitos relojes desde otros ángulos, y comprobar así que tal les quedan las nuevas tonalidades.

También dan precios, donde se puede ver que ellos los comercializan por 54 € los Tough Solar W-S220C, y por 45 € los MRW-S300H. Sobre estos precios no me atrevo a juzgarlos, porque si bien en algunos relojes los de ese site web tienen precios bastante caros, en otros, sin embargo, tienen unos precios más comedidos. Habrá que esperar a poder compararlos con otras tiendas para poder dar un veredicto con motivaciones razonables. No obstante a esos precios hay que añadirles portes, y aduanas.

Cambios en frontales y tecnología para algunos de los modelos de Casio

Teníamos pendiente realizar un post sobre algunos de los detalles que Casio está cambiando en sus relojes, que hace poco precisamente nos comentaba Stainless (de quien son parte de estas imágenes). Y es que Casio está sometiendo a muchos de sus modelos a cambios en sus frontales, que a veces son sustanciales (como es el caso de los F-201WA, de los cuales ya tratamos aquí, por cierto), y otras pequeños toques casi inapreciables. Admito que uno de los que me costó más darme cuenta fue el que tiene que ver con el CA-53, es decir, el modelo de calculadora (uno de los pocos que sigue fabricando Casio). En éste el "WR" - acrónimo de Water Resist - se ha puesto dentro de un marco que, como el mismo Stainless nos contaba, es muy similar al que se usa en los F-91.

A todos ellos se les ha ido añadiendo el "WR" en un marco, siguiendo el patrón del mencionado F-91.

Entrevista a Adan, del Foro G-Shock en "Hablemos de Relojes"

Todo el mundo se queja de que Casio tiene un poco (o bastante) abandonado al público de habla hispana, pero lo cierto es que, como toda multinacional, sus frentes abiertos son enormes y numerosos, por lo que atender puntualmente caso por caso es bastante complicado. No obstante esfuerzos están haciendo, ya dimos a conocer aquí hace tiempo sus planes de reestructuración para América Latina, en donde entraba una nueva forma de gestión más eficiente y centralizada para todo el continente sudamericano.

Pero no es sólo la marca, sino principalmente sus seguidores y multitud de aficionados quienes prestan servicios de un enorme valor a toda la comunidad de clientes, gracias a ello dichos clientes, la mayoría de las veces, no tardan en adherirse a un grupo tan abierto y entusiasmado, convirtiéndose ellos también en aficionados, y no simples poseedores de un reloj. Una de esas comunidades es sin duda la de G-Shock, numerosísima en todo el mundo. Y si en España alguien ha hecho algo por dar a conocer, incentivar y animar a todos esos aficionados de los G-Shock, tanto del viejo continente como de latinoamérica, ése es sin duda el foro de G-Shock de "Hablemos de Relojes". Y dentro de ese foro hay un nombre propio, Adan, uno de sus responsables, el cual, con multitud de ideas, esfuerzos, mucho tiempo y paciencia, ha logrado que G-Shock sea una marca fuerte, con fieles seguidores y personas que viven su común afición como una fuerza "G" que les une.

El GW-5035 llegará a China

Tras confirmarlo para Taiwan, era casi un paso lógico que Casio lo comercializara también en China, y al parecer así va a ser. Aunque su página específica no funciona todavía, y aunque no haya anuncio oficial por parte de Casio China (de momento), sí podemos encontrarlo entre el listado de novedades de G-Shock para aquel país.

Y que llegue a China es una buena noticia, porque eso nos abre las puertas a que el modelo de caja roscada esté, de facto, en cualquier parte del mundo, bien sea bajo exportación de los distribuidores chinos, o directamente "importado por libre" de tiendas y vendedores pseudo-oficiales (o, simplemente, vendedores particulares, aprovechando el tirón de este modelo, con la única intención de "hacer caja").

Por qué los precios en España no son igual que en Estados Unidos

Siempre que Casio anuncia la aparición de un nuevo modelo en Estados Unidos (o en algunos otros países asiáticos), los clientes se suelen quejar de lo mismo: el por qué allí un reloj que cuesta 100 $ (por ejemplo), al llegar aquí no se aplica la conversión a euros y nos sigue costando esos 100 $, sino que cuesta 100 €. Las razones son varias. Y deberíamos en muchas ocasiones darnos con un "canto en los dientes" porque Casio haga simplemente la conversión de esos 100 $ a 100 €, y no incremente el precio aún más. A grosso modo, se puede explicar de una forma muy fácilmente entendible: los impuestos en Europa son altos. Impresionantemente altos. Impuestos de aduanas, impuestos de lujo, impuestos de reciclaje, impuestos sobre el valor añadido, impuestos... Impuestos y más impuestos. Por ejemplo, cada aparato electrónico (como relojes digitales), tienen que pagar un impuesto sobre el reciclaje de todos sus elementos, pero, además, un impuesto también para que esas pilas botón tan nocivas que utiliza sean recogidas y no se arrojen al Medio Ambiente. Ahora bien, yo (y todos vosotros, probablemente), seguramente que habéis tirado algún producto tecnológico a la basura (un discman, un mp3, un teléfono móvil...)... ¿Ha llamado alguna vez algún operario a vuestra casa para ir a recogéroslo? Y para la batería, ¿os habéis encontrado algún número en el embalaje, o en la propia batería, a quien llamar para que fuera por ese elemento contaminante y lo llevase a reciclar? Pues no. Se supone que en España (y en otros países de la UE) se paga obligatoriamente un impuesto (que no es pequeño, por cierto) para que "alguien" haga eso, para instalar y mantener contenedores de reciclaje de todos esos elementos electrónicas que poseen componentes que, de ser reciclados, se ahorraría al medio ambiente (y a la industria) un buen castigo, en forma de menos contaminación en el primer caso, y de ahorro de compra de materias primas, en el segundo. Pero no se realiza.

¿A dónde va, por tanto, nuestro dinero? Pues todos esos millones de euros que se recaudan vía estos impuestos llamados "indirectos" se pierden por algún sitio. Pero nadie sabe por dónde (menos quienes se llenan sus bolsillos con ellos, obviamente). Dinero que debería dedicarse para mantener a salvo nuestra naturaleza, y que de buena gana pagaríamos muchos de nosotros a través de ese tipo de impuestos a la recogida y reciclaje, acaba en oscuros bolsillos de personajes que se están "forrando" con este invento, poniendo de excusa la protección a la naturaleza.

Los relojes más valiosos ante una pesadilla (y no, no va de Rolex)

Hace unos días asistíamos boquiabiertos ante el espectáculo de una pesadilla. Cientos, sino miles de ucranianos se agolpaban en las gasolineras buscando llenar los tanques de sus coches y garrafas, para salir huyendo de la barbarie rusa que se les avecinaba. Quienes consiguieron llenar el depósito antes de que el combustible de la gasolinera se acabase, se enfrentaban a otro imprevisible obstáculo: las kilométricas retenciones en las carreteras, que les impedían avanzar. Kilómetros y kilómetros de vías de asfalto colapsadas, hasta el punto que tuvieron que asistir viendo cómo su país era invadido, desde el sillón de sus autos, e informándose por la radio de su coche o por internet.

Por eso, explicaba hace unos días un señor cómo él había tratado de prepararse para, caso de ser necesario, que eso no le ocurriese. Tanto era así que había adquirido dos bicicletas MTB de rueda de 26, cuando aún ese tipo de ruedas eran fáciles de encontrar. Lo de las bicicletas tiene su sentido, porque los automóviles, e incluso las motos, pueden ver detenido su avance por la escasez de combustible (que sí o sí, será lo primero en faltar) y por el colapso, al tratar de escapar todo el mundo en tropel. Una bicicleta no tiene ese inconveniente, porque obviamente no funciona con combustible. Tampoco es opción la bicicleta eléctrica, porque pronto su planta motriz se agotará y tendrás que cargar con un agobiante peso muerto.

En Japón no se andan con chiquitas: ya se vende el GWF-D1000 Frogman

Aunque "supuestamente" no llegaría al mercado hasta junio, tener contactos con Casio es muy bueno, y eso deben tener algunos tipos en Japón, en donde ya han empezado a distribuir el novísimo G-Shock Frogman, el GWF-D1000. Hoy mismo (y hasta mañana) salía en subasta uno de los primeros, un modelo que salió de fábrica el pasado día 12, de manera que debe ser uno de los primeros en el mundo en ver la luz.

Su precio de salida son 124.980 yenes, poco más de 1014 euros, un precio que será también su precio oficial, aunque el vendedor puede que logre algún beneficio más al ser en subasta.

¿Por qué son tan caros los relojes?

Esta es una discusión que en muchas ocasiones surge entre la gente que conoce mi afición a los relojes: ¿por qué es tan caro un reloj si lo comparamos con otros artilugios tecnológicos? No entremos ya a valorar la exclusividad de los metales preciosos empleados en las gamas altas, o la construcción tan específica de los G-Shock, todo lo cual sube bastante el precio, sino modelos Outgear, Edifice o incluso Collection tienen unos precios que parecen no corresponderse con lo que es en sí el reloj y con los materiales con los que está construído.

Algunas personas me dicen que eso es porque Casio se lleva una enorme "tajada", se hace con un margen de beneficios tan inmenso que en otros sectores (por ejemplo en el de la telefonía) son impensables por la competencia que hay. Pero esa teoría no se mantiene en pie si la sacamos a la realidad, porque si fuera así, uno no se explicaría por qué tienen que fabricarlos en China y no en Japón, o por qué utiliza materiales como resinas y otros elementos plásticos para abaratar costes y no hace en metal todas sus cajas. Total, si el margen de beneficios es tan amplio seguro que podrían hacerlo sin problemas.

El "pasote" Megatron de G-Shock

G-Shock ha lanzado por China una edición especial de varios de sus modelos, dedicados a los famosos Transformers (si son famosos por estos lares, ni os cuento lo que son por allá). El hecho es que ninguno de ellos me llamaba especialmente la atención, hasta que vi su último modelo.

Como sabéis, estas ediciones especiales la conforman una serie de relojes (tres en este caso: DW-6900, GA-110, y DW-5600). Uno de ellos es "el camioncito" (GA-110), otro "el cochecito" (un Beetle, el DW-6900, por cierto, con un bonito LCD amarillo en positivo), y finalmente el líder Decepticon, o sea, el Megatron (un tanque). És del diseño de éste del que os quería hablar.

Un digital con caja de metal para sentirte tranquilo

Admito que hasta la llegada del A1000, uno tenía muy pocas posibilidades de adquirir un digital de metal. Aunque solo fuese para asegurarse el tener un reloj que sería muy duradero. O te ibas a los dificilísimos de conseguir GW-5000 (hubo personas que tuvieron que enfrentarse a las aduanas y pagar un alto precio por traerlos desde el mismo Japón), o te metías "en camisa de once varas" y lo apostabas todo por un Frogman de caja roscada. Si es que tenías muñeca para llevarlo, claro.

Solucionó un poco "la papeleta" la aparición de los GMW-B5000, pero lejos estaban aún de las posibilidades de muchas personas. Incluso la variante más asequible de los mismos, con correa de resina, tiene un precio similar al de los antaño únicos digitales de caja de acero, los mencionados GW-5000.