
Superarse a sí mismo. Conseguir lo que nadie ha conseguido. Tener una sensación de dominio absoluto. Convertirse no solo en el reloj de referencia para los aviadores con sus Sky Cockpit, para los marineros con su Gulfmaster, para los buscadores y exploradores de las profundidades con su Frogman. Para la conquista del espacio con sus digitales de las series 5x y 6x. Más aún. Mucho más. Y Kikuo Ibe ha prometido "que hará lo que pueda", y que el próximo año en Baselworld habrá una gran sorpresa.
Pero ¿por qué el próximo año? Porque el próximo año es el 35 Aniversario de G-Shock. Nada menos que 35 años, desde que en 1983 apareciese un digital que cambiaría el concepto de reloj para siempre. Copiado, inspirado, perseguido, deseado... Y los directivos de Casio no le han puesto límites a Ibe: "que gaste lo que quiera" y "que haga lo que quiera". Dentro de unos límites, por supuesto. Espero que Ibe lo consiga. Y espero que sea en digital. Y espero, también, que no tengamos que vendernos como esclavos para conseguirlo.