Título: A contrarreloj. Paul Davis. El hombre de los dos relojes
Autor: J. G. Chamorro
Fragmento:
Al llegar al bungalow le hice a Franz un gesto que él comprendió de inmediato. Yo no quería hablar allí, probablemente nos escuchasen o nos estuvieran vigilando. Puse a cargar mi teléfono, y entre tanto, lo vinculé con el GPS que tenía el GPR-B1000. Efectivamente mientras me retuvieron me quitaron mi smartphone, pero el fiel Casio de mi muñeca con su receptor de señales de posicionamiento, sabía dónde había estado. Sólo quedaba que fuera el teléfono el que tradujera las crípticas coordenadas en forma de latitud y longitud, a puntos inteligibles en un mapa.
Estas son el tipo de cosas por las que cada vez tengo más claro que confiar en un móvil es algo poco fiable. Si lo pierdes, si se queda sin batería, si te lo roban, o si tienes la mala suerte de ser investigador privado, que te secuestren y te lo quiten, te quedarás sin nada. El reloj de Casio no solamente me permitía saber la hora, la altitud, el rumbo o la temperatura, sino también la posición. Por defecto el Casio registraba la ubicación cada minuto, se podía configurar para que lo hiciera cada cinco segundos, lo cual proporcionaba mayor precisión, sin embargo en ese modo el consumo energético era elevado, y yo siempre lo llevaba en la modalidad normal.
Instantáneamente se dibujó en la pantalla del teléfono mi recorrido. Fui haciendo "scroll" hasta llegar a lo que me interesaba. Las nueve de la mañana, hora a la que había decidido encaminarme a la piscina. Después la posición iba cambiando, seguía la autopista AP-7 hasta llegar a Jimena de la Frontera, un pequeño pueblecito situado a unos ochenta kilómetros de distancia del camping. Había obtenido la información que buscaba, y ahora, ya sabía dónde se alojaba Gabriel, el hermano de Lefka Lomba.
Siempre es raro releer algo que has escrito. Y este fragmento la verdad que me ha encantado. Algo en lo que ayuda mucho la foto de cabecera que ya comienza a ambientarnos.
ResponderEliminarLástima que a tenor de la cantidad de comentarios, la lectura sea algo poco afín también con los amantes de Casio.
Tenía pendiente poner algún extracto de A Contrarreloj, sin embargo al ser relatos en donde la relojería tiene un papel tan destacado, siempre me daba bastante pereza ponerme a buscar alguno que tuviera que ver con Casio. Creo que este es una buena elección de entre tantísimos párrafos que se podrían elegir de las novelas de Paul Davis.
EliminarEfectivamente Guti.
ResponderEliminarLa lectura es algo que tristemente se pierde.
En los colegios.... prefiero no comentar que me enciendo.
Muy bien descrito en el relato lo que opino sobre los móviles y lástima que el GPR sea tan Enorme.
Para mí muñeca el más grande o tope es el Q-1000.
Un saludo Guti y a Paul Davis.
El problema de no leer es que entonces nos limitamos a consumir lo que les interesa a los gobiernos y empresas (televisión), y lo que les interesa a las marcas (Youtube).
EliminarLa lectura te da acceso información antigua, independiente de poderes políticos y tendencias.
Totalmente de acuerdo contigo Guti.
EliminarEso para alguien mínimamente que despierta se da cuenta.
Pero tristemente es minoría.
La gente sigue enganchada a los dogmas y paradigmas establecidos por una sociedad distópica e inconsciente.
Únicamente motivada por entretenimiento bobaina y distópico.
Así son las cosas.
Y la educación en los colegios ya es terrible....