Se dirigió a su escritorio, donde guardaba su reloj de pulsera mientras dormía. Su mano tembló un poco cuando lo sostuvo a la luz de la linterna. La correa del reloj era de plástico flexible entretejido, y de una suavidad blanca casi líquida. Lo observó cuidadosamente desde ángulos diferentes; no había duda de que estaba blanco.
Aquella correa había sido otra de sus primeras compras. Una radiación enérgica la convertía en azul, y el azul en la Tierra era el color de la muerte. Si uno se perdía o se descuidaba, era fácil extraviarse durante el día sobre un trozo de suelo radiactivo. El gobierno cercaba tantas manchas radiactivas como podía, y, como es natural, nadie se acercaba nunca a las grandes superficies mortíferas que comenzaban algunos kilómetros fuera de la ciudad. Pero la correa era un seguro. Si en alguna ocasión se tornaba ligeramente azul, había que presentarse en el hospital para recibir tratamiento. No cabían discusiones. El compuesto de que estaba fabricada era precisamente tan sensible a la radiación como el propio cuerpo, y podían utilizarse aparatos fotoeléctricos adecuados para medir la intensidad de la coloración azulada, con lo cual se podía determinar rápidamente la gravedad del caso.
Un azul oscuro brillante era el fin. Así como el color no desaparecería nunca, tampoco la persona contaminada podría descontaminarse. No había cura, escape ni esperanza.
Sólo quedaba esperar en algún sitio de un día a una semana, y lo único que podía hacer el hospital era tomar las disposiciones finales para la cremación.
Pero, por lo menos, la correa estaba todavía blanca, y el tumulto de los pensamientos de Biron se calmó un poco.
(...)
Miró su reloj de pulsera, desvió a medias la mirada y luego, muy lentamente, volvió a contemplarlo. Lo miró fijamente durante un largo minuto. Era el reloj de pulsera que había dejado en su dormitorio aquella noche; había resistido la radiación asesina de la bomba, y lo había recogido a la mañana siguiente con el resto de sus cosas. ¿Cuántas veces lo había contemplado, anotando mentalmente la hora, sin darse cuenta de la otra información que le proporcionaba a voz en grito?
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