El reloj de cuerda sobre uno de los estantes hizo clic, seguido por un traqueteo cuando sus ruedas dentadas se movieron. Se volvió y descubrió a Ian en el umbral. Entró en la cocina. El reloj sonaba como un engranaje mal ajustado.
-Oh, lo encontré en el garaje, mientras ordenaba un poco las cosas -dijo ella-. Con tantos cortes de corriente, un viejo reloj de cuerda es siempre mejor que... -Tic-. De todos modos hace un ruido extraño, ¿no?
-Quizá si lo engrasara un poco...
-Oh, ya lo hice. Es algo que necesita reparación, seguro. De todos modos, va bastante exacto.
El se inclinó sobre la encimera y la observó volver a guardar las cerillas. Ella tuvo la impresión de que las estanterías de pino parecían gravitar sobre ellos a las sombras arrojadas por las velas. Las cosas de la estancia oscilaban y ondulaban, excepto las rectas estanterías. Tic.
-Es interesante -murmuró Ian- como seguimos deseando saber la hora que es, en medio de todo lo que está pasando.
-Sí.
-Como si tuviéramos citas importantes a las que acudir.
-Sí.
Se estableció un silencio entre ellos, un abismo. Marjorie buscó algo que decir. Tic. Los estantes parecían ahora más sustanciales que las paredes, con el reloj anidado en medio de ellos, rodeado por las conservas.
Tienen mucho encantos los relojes de cuerda.
ResponderEliminarSí, y también son muy imprecisos.
EliminarMe gusta el modelo de la foto.
ResponderEliminarPodría decirme alguien cuál es?
Casio MTP-E202 / Casio MTP-E201
EliminarGracias.
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