Hace poco me pidió ayuda una chica, conocedora de mi afición por las calculadoras, y en especial por las calculadoras de Casio, para ver si podía aconsejarla. El caso es que durante estos días de fiesta ella tenía que hacer una sustitución en un quiosco, y aunque no es una tienda de mucho ajetreo, al ser la primera vez que hacía algo así su nerviosismo y preocupación eran enormes. Para no preocuparla más la dueña de la tienda le dijo que, de momento, no tocase la TPV, y que hiciera las operaciones matemáticas de devolución del cambio manualmente.
Obviamente, por mucha experiencia que uno tenga y habilidades con el cálculo mental, es más fiable, rápido, y cómodo, tener a mano una calculadora.
Hasta ahora yo pensaba que en los colegios se les enseñaba a los alumnos el manejo básico de la calculadora, no estoy hablando de calculadoras científicas, (que también debería enseñarse, por cierto) pero sí como mínimo las operaciones más elementales con el manejo de memoria de una calculadora.
Parece ser, por desgracia, que esto no es así, y como ocurría en mis tiempos se le da más importancia a los cálculos manuales (con papel y lápiz) que al manejo de una calculadora. Y este es uno de esos casos elementales en el cual vemos lo que se pierden muchos de los que salen del colegio con una formación básica (obviamente no estoy hablando de estudios medios ni superiores) que se ven en la calle sin saber enfrentarse a algo tan elemental como operaciones de cambio monetario.
De manera que no me quedó más remedio que cogerle su calculadora (una Casio HL-820VER que por cierto acababa de comprarse en un bazar específicamente para esta ocasión) y ponerme a enseñarle algo tan sencillo como aprender a dar cambio en una operación de venta en una tienda.
Por ser algo tan simple (aunque para muchísima gente que ha tenido fracaso escolar no lo es, y es por eso que lo explico muy sencillamente y paso a paso) normalmente no hay muchas explicaciones que entren a dar pormenorizadamente algo tan elemental, pero creo que nunca viene mal para que nos demos cuenta que las calculadoras deberían tener una presencia muchísimo mayor incluso en las etapas más básicas de las edades en las que se aprenden las matemáticas.
Sobra decir que, para hacer una operación de transacción mercantil (o sea: una venta) no tiene mucho misterio: simplemente sumamos el precio de los artículos que el cliente ha adquirido, y esa cantidad se la restamos al dinero que nos dé, lo que será el cambio que debemos devolver. Ahora bien, para hacer esto tendremos que tener un papel a mano (para anotar la suma de lo que ha comprado) o pedirle el dinero antes de realizar la suma (algo poco habitual), o bien restar a negativo (que lo veremos después también).
Lo que os ponemos aquí es la operación completa sumando los productos primero y pidiéndole al cliente el dinero al final, o sea: como lo haría una TPV, sin usar notas, sin necesidad de recurrir a cambios de signos, ni a papel ni cuaderno, recurriendo para ello y haciendo uso de la memoria interna de la calculadora.
El procedimiento insisto que es muy simple, pero lo explicaré paso a paso y tratando de ser lo más claro posible.
- Calcular el cambio de una venta haciendo uso de la memoria
Primeramente, vamos sumando las cantidades como en una operación normal. En el ejemplo, he puesto un señor que acude a nuestra tienda y adquiere un producto de 1,45 €:
... y otro de 0,25 €:
He puesto decimales y céntimos a propósito, porque es algo que suelen temer bastantes personas, y así ven la operación con céntimos de euro.
Sumamos el resultado, y nos da como total 1,70 €:
Ahora, cargaremos ese resultado en la memoria, pulsando la tecla M+. En la parte superior del display nos debe aparecer la letra "M", informándonos que hay algo guardado allí:
Ahora el cliente nos da 2 € para pagar, por lo que limpiamos la pantalla con el botón "AC" (recordemos que lo almacenado en memoria no se pierde, la cantidad que tenemos que cobrarle la tenemos en la memoria interna):
...y escribimos esa cantidad. A continuación pulsamos sobre la tecla "-" (restar):
... y llamamos a memoria con la tecla "MRC". En la pantalla nos pondrá la cantidad almacenada (1,70 €):
... y pulsamos sobre el "=" igual para restarlo. El resultado es 0,30 €, que será el cambio que debemos dar:
Ahora simplemente borramos la memoria pulsando dos veces sobre "MRC" para dejarla libre y lista para la siguiente operación de venta.
Recordad que en cualquier momento -antes de borrar la memoria, obviamente- podremos saber la cantidad guardada pulsando en MRC, y también no hay que olvidar limpiar esta memoria tras cada venta.
La ventaja es que prescindimos totalmente del papel, podemos realizar las operaciones solo con la calculadora, y podemos recuperar el resultado y verificar que sea correcto durante el proceso de cambio. Además, podemos añadir en el proceso, o en la venta final, cualquier otro artículo que el cliente quiera llevar, simplemente sumándolo.
Este proceso es algo muy elemental y sencillo, que creo debería ser algo que cualquier niño debería saber hacer en el colegio, aunque puede ser que lo hicieran y, como en el caso de esta chica, nunca le dieran mayor importancia a lo que puede hacer una calculadora. Hasta que realmente lo necesitan.
Segundo método: restar a negativo
Como ocurre en muchos aspectos de las matemáticas, hay muchas formas de resolver el mismo problema. Esta que os ponemos ahora es una alternativa, que no hace uso de la memoria y que en su lugar recurre a restar en negativo. Es la forma más habitual, simple y, si se quiere llamar así, "burda", de realizar un cálculo de compra-venta, menos elegante que la anterior, pero para algunas personas más rápida e intuitiva.
Esta es también una manera muy fácil de calcular el cambio (la "vuelta" que tenemos que dar, para que todo el mundo lo entienda) en una compra, pero tiene el inconveniente de que, si se necesitan más operaciones (por ejemplo, que el cliente quiera añadir algo mas a la compra) puede liarnos bastante como no nos fijemos que estamos con el resultado en negativo, y podemos correr el riesgo de realizar mal la operación volviendo al positivo, si sumamos tras finalizar la operación un número más (o una venta más), un riesgo que con el procedimiento anterior se reduce notablemente. Por esto precisamente en muchas calculadoras de Casio destinadas a tiendas éstas ya disponen de una tecla para el signo positivo y negativo, que permite cambiar rápidamente el número de signo.
Aunque para la mayoría sobren las explicaciones, vamos a hacer lo mismo poniendo el proceso paso a paso porque, de lo contrario, este post no estaría completo. Además, así quedará mucho más claro para todos aquellos que no hayan usado nunca (o que no estén acostumbrados) una calculadora para devolver el cambio en una pequeña transacción comercial.
En este caso el cliente realiza una compra de un artículo que vale 0,24 € (pondré céntimos también para que sirvan de ejemplo, como en el caso anterior, ya que sumar euros es mucho más sencillo) y otro que cuesta 0,78. Pues es simple, y en la calculadora escribimos eso, 0,24 €:
...y sumamos la otra venta, 0,78:
Le damos a "=", y el resultado es 1,02 €:
El cliente nos da 2 € para pagar, por lo que se lo restamos a los 1,02:
En este caso el resultado será siempre en negativo, -0,98 en nuestro ejemplo, que es el dinero que le devolveremos al cliente:
Explico por qué el resultado es siempre negativo, que es algo de primero de matemáticas, pero que viene bien para que lo entiendan los que odian o llevan con las matemáticas "atravesadas" toda su vida: siempre es resultado el negativo porque, obviamente, el dinero que nos tiene que dar para pagar tiene que cubrir la venta, y como el de la venta es un número menor que el dinero a cobrar, al restarle de un número menor otro mayor, siempre dará negativo (si da positivo algo estás haciendo mal). Por lo tanto, si queremos continuar realizando operaciones de suma, porque el cliente nos solicita comprar algo más, deberemos cambiarle el signo al resultado. Para hacer esto, como dijimos al principio, muchas calculadoras comerciales de Casio ya poseen una tecla específica para el cambio de signo, simplemente la pulsaremos y pasaremos ese número a positivo, con lo cual ya podremos seguir trabajando con él, caso de necesitarlo:
La tecla, como veis en la imagen, suele llevar este símbolo: "+/-".
Un último consejo, antes de dar por concluido este sencillo pero exhaustivo "manual de ventas con calculadora" para personas con pocos o nulos conocimientos de calculadoras: cuando penséis adquirir una calculadora para trabajar en una tienda, intentad comprarla con tecla de cambio de signo, a poder ser, como la JW-200, la WM-320MT, o la SL-1000 si la queréis en formato de bolsillo. De esta forma, podréis realizar esta última operación, porque recordad que muchos modelos de calculadora no poseen esa tecla, sobre todo modelos muy básicos.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Un tutorial muy interesante, y que como vosotros considero que no debería hacer falta. Todo el mundo que ha recibido una enseñanza básica debería saber utilizarlas. Obviamente, no es culpa de ellos, sino del sistema que utilizamos en que parece que este tipo de ayudas sean el enemigo, cuando en realidad, son una herramienta de estudio y trabajo.
ResponderEliminarLa fx-250 es preciosa.
Gracias Guti.
ResponderEliminarAsí es, ver a las calculadoras como un enemigo es uno de los enormes prejuicios que desde casi siempre arrastra el sistema educativo español. Por desgracia, luego lo pagarán muchos alumnos.
¿Ni eso se enseña aún, a pesar que ya desde finales de los '80 empezaban a permitir las calculadoras básicas en la educación obligatoria? En algunos colegios públicos incluso (como fue mi caso).
ResponderEliminarPues así vamos... yo recuerdo que eso no se enseñaba mucho. Incluso ya en instituto y estudios superiores, según el profesor igual sí explicaban a los alumnos algo puntual del manejo de la calculadora que agilizara cierta operación más allá de lo básico. Pero era según el profesor.
Me habéis hecho recordar que en mi caso, más o menos alrededor de 1.990-1.991 cuando ya en mi colegio permitían calculadoras en Matemáticas, no, tampoco se enseñaba expresamente a usar ni eso, las memorias de una calculadora básica. Yo sabía de algo antes porque mi padre en casa ya me lo explicó algunas veces cuando me dejaba para jugar y curiosear la fantástica CANON Palmtronic M8 (que qué pasada y chulada de calculadora aún hoy, por cierto :D). Si no, pues lo habría aprendido por mi cuenta con ella o con la calculadora que hubiera tenido, está claro.