Y tan raros que probablemente para muchos será la primera vez que los veis. Eran una solución más socorrida y barata a los bull-bars, pero también más engorrosa. Un panel (desmontable) se disponía sobre el reloj, para así protegerle el cristal de golpes y arañazos y, cuando se deseara, se le podía retirar.
Lo cierto es que no solo era molesto de ver la hora así, "con esa cosa en medio", sino que además no le quedaba nada bien al reloj. Viéndolo uno se pregunta con qué tipo de estética está peor el reloj, si con la máscara desmontable, o sin ella, porque sin ella el hueco que deja en el contorno de la caja es horrendo y, con ella, sus gruesos rebordes y su aparatoso frontal incomoda más que otra cosa.
El Casio MRW-43 no tuvo mucho éxito y, de hecho, Casio tampoco realizó muchas más variaciones ni modelos (bueno, había versión con fondo negro o blanco), aunque fue un buen intento y como tal tampoco debemos ser duros con el reloj cuyo módulo, por cierto, era el 311 (lo cual es indicativo de su antigüedad). Como podrás suponer el reloj era íntegramente de resina, y su pila tenía una autonomía de tres años. Eso sí, la protección no solo era en el frontal, sino que también era resistente al agua hasta los cincuenta metros.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
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