Los siete principios de G-Shock de los que -casi- nadie habla (y las cosas que no te contarán los que saben de G-Shock)

Los relojes G-Shock de Casio, los primeros que aparecieron alrededor de mediados de los ochenta, cumplen, como casi todo el mundo sabe, con tres principios, los cuales se les ha dado en llamar "el triple 10". Repasémoslos:
- caída a una distancia superior a diez metros sin daños en el módulo
- más de 100 metros de resistencia al agua
- pila con autonomía de diez años.

Estas tres características más o menos se han seguido fielmente desde siempre, aunque los primeros G-Shock ya nacieran con pilas con una autonomía oficial de "sólo" 7 años, sin abuso de iluminación y sin un uso extensivo de funciones es bastante fácil que alcance esos diez años, por lo que podríamos dar por satisfecho el tercer requisito de autonomía.




También es verdad que con el paso del tiempo empezaron a surgir modelos con pilas de menor duración (otros también de más, con 10 años de autonomía oficial, por ejemplo los GD-X6900 o los DW-D5600), o con módulos no tan bien protegidos, o Tough-Solar, etc.

Pero también la evolución ha ido incorporando más características a los G-Shock, y con la entrada de los años noventa, en 1996, Casio reformó su modelo más legendario, el DW-5600 de la familia 5x, y junto a esos tres puntales llevaron a los G-Shock aún más lejos, dándole una vuelta de tuerca más a ese novedoso concepto de reloj.


Para la ciencia existen cuatro elementos naturales, principales, que todos sabemos muy bien cuales son puesto que los hemos estudiado muchas veces: tierra, aire, agua y fuego. O sólido -tierra-, líquido -agua-, gas -aire- y plasma -fuego-, en los estados de la materia. Pero a nivel alquímico no son cuatro los elementos, sino siete, que corresponden con otros planos cósmicos y en donde según algunas doctrinas se le debería añadir a los cuatro elementos principales la fuerza magnética, la energía y la presión. También en alquimia existen los siete metales planetarios: oro, plata, cobre, hierro, mercurio, estaño, y plomo.

Pues bien, además de los tres requisitos principales, Casio decidió dotar a todo G-Shock también con otros siete más que deben cumplir todos ellos en la actualidad. Los conocidos como "los 7 elementos" de G-Shock son:
-1/ Resistencia a las descargas eléctricas.
-2/ Resistencia a las fuerzas G.
-3/ Resistencia a las bajas temperaturas.
-4/ Resistencia a las vibraciones.
A partir de aquí se realiza una subdivisión tomando los tres principios fundamentales del concepto G-Shock:
-5/ Resistencia a los impactos.
-6/ Resistencia al agua.
-7/ Dureza y durabilidad.


Habréis notado que Casio ha eliminado la primera exigencia de la pila de diez años de duración. En efecto, con la tecnología Tough-Solar, la introducción de acumuladores y/o de pila de menor duración, no tiene sentido prometer una autonomía de diez años en todos sus relojes.

No se debe confundir con el Triple G Resist (1: resistencia a golpes; 2: resistencia a vibraciones; 3: resistencia a fuerzas centrífugas). Un G-Shock Sky Force ha tenido una especial dedicación para que su diseño, construcción y componentes, sean resistentes específicamente a las Fuerzas G. Asimismo, un G-Shock G-lide "invernal" (los Low Temp LCD) poseen una construcción específica para que sus LCD soporten hasta los -20ºC de temperatura (-4ºF). Pero eso no quiere decir que éstos relojes cumplan este tipo de requisitos y los demás G-Shock no. Los siete principios alcanzan ahora a todos los modelos de G-Shock en el mercado, todos ellos son resistentes a las bajas temperaturas, a las fuerzas centrífugas, a los impactos, y a las descargas eléctricas con un módulo protegido por material aislante.


G-Shock, dentro de la especialización de cada serie y modelo, concreta más adecuadamente cada concepto en el uso al cual el reloj puede ir destinado, como puede ser el barro, el agua salada, las tormentas, granizos y ventiscas (Gulfmaster), la nieve y el hielo, las altas velocidades (aviones a reacción) o el buceo. Todos parten, por tanto, del mismo concepto común especializándose en algún campo en concreto para acomodarse y amoldarse lo más perfectamente al uso profesional al que va a ser destinado o en el que su dueño se va a desenvolver.

Esto alcanza también a su electrónica. Por ejemplo, los últimos Frogman han sido desarrollados con un LSI más veloz y eficiente para que el reloj pueda realizar los cálculos de mareas de una forma más ágil, ofreciendo esa información más rápidamente en el display. Otros, como los de la serie Wide Temp, incorporan cronógrafos de funcionamiento simultáneo así como un sistema Illuminator especial para poder reflejar la luz mejor desde cualquier ángulo, con el objeto de que, en zonas invernales con baja visibilidad, podamos ver la hora sin necesidad de realizar movimientos extremos con ropa de abrigo.


Modelos como los G-Mix (GBA-400) incorporan sistemas de notificación con esfera de gran contraste, con el fin de que en lugares con mucho movimientos, luces parpadeantes, neón y sitios oscuros (discotecas, conciertos, fiestas...) podamos conocer el estado del reloj de un sólo vistazo. Su diseño simula una caja de mezclas con una combinación que aúna espectacularidad con funcionalidad, permitiéndonos no solo manejar las múltiples funciones del reloj con comodidad, sino otorgándonos una gratificante experiencia de usuario cada vez que lo hacemos.

Así podríamos seguir uno por uno con todos y cada uno de los modelos de G-Shock lanzados en los últimos años, en donde siguen cumpliendo su concepto principal de resistencia y solidez, pero sin dejar de ofrecer, por ello, productos distintivos y muy variados para todo tipo de públicos, funciones, profesiones, usuarios y gustos.


| Redacción: Zona Casio