La relación entre los estudiantes y las matemáticas es una tarea pendiente que empeora entre la escuela media y la secundaria, para mejorar esta relación serviría de una valiosa ayuda las calculadoras, pero a menudo se desaprovechan o, incluso, ni se utilizan. Éste es el resultado, a grandes rasgos, de un estudio realizado por Skuola.net para la división de calculadoras de Casio en Italia, en el que han participado 3.200 niños de secundaria.
Casio Italia, en colaboración con el Ministerio de Educación italiano y el Museo de las Ciencias de Milán realizó el proyecto "El mundo de los números", con el fin de apoyar a la difusión de las nuevas tecnologías en 100 escuelas italianas.
Para el responsable de comunicación de Skuola.net, Daniele Grassucci, es imprescindible mostar a los niños los números "con hechos prácticos, ellos necesitan que las matemáticas se vean en aplicaciones prácticas de la vida corriente, con ejemplos para comprender su utilidad, y no la aplicación de meras fórmulas matemáticas".
Casio apoyó el proyecto facilitando 100 kits a las escuelas. Giuseppe Brauner, director de márketing y ventas de Casio Italia, dijo que "ayudamos a las escuelas en dos aspectos: la formación, con metodología de enseñanza, y los contenidos, con lecciones basadas en cómo utilizar la calculadora como una herramienta para interpretar, comprender y mejorar nuestra visión de la realidad".
Según la investigación de los expertos italianos, el 90% de los estudiantes piensa que el uso de la calculadora en clase mejora su rendimiento en matemáticas, pero el 45% de ellos mencionan que sus profesores no sáben cómo usarlas ni cómo explicar su uso. El 92% de los estudiantes apoya la idea de que se permitan las calculadoras gráficas en exámenes oficiales, como ocurre en el resto de Europa pero, curiosamente, en Italia están prohibidas.
El Museo de la Ciencia de Milán, como parte de su proyecto de conocimiento de las matemáticas, ha llevado a cabo actividades prácticas y talleres en donde se simula incluso cómo resolver una investigación criminal basándose en la aplicación de modelos matemáticos.
| Redacción: Zona Casio
ojalá en mis tiempos tuviera las calculadoras que tienen ahora los chavales
ResponderEliminarEfectivamente el problema es el mismo que siempre ha habido. Muchos profesores, no saben enseñar, o no lo hacen con la tecnología actual. Así, el nivel de los alumnos se resiente.
ResponderEliminarExacto, Guti. Prohibir las calculadoras... ¿qué carajo de metodología es esa? Es como si prohibieran ir en tren de alta velocidad y obligaran a la gente a ir en carromatos tirados por bueyes. Ya lo comenté hace poco tiempo en este mismo blog, cómo en nuestra época (digo "nuestra" porque somos de la misma quinta :D ) en clase te prohibían hasta llevar el reloj calculadora, y que los profesores, en lugar de beneficiarse de ello, te hacían estudiar con métodos de enseñanza de principios de siglo. Parece que en ese sentido algo se ha mejorado (al menos ahora en muchos exámenes dejan calculadora), pero no se hace todo lo que se debería.
ResponderEliminarEste año 2015 Casio ha sacado unas calculadoras escolares revolucionarias como son las Classwiz (Estas calculadoras han sido diseñadas por el consejo de los profesores de matemáticas para facilitar el cálculo a los alumnos): http://www.edu-casio.es/calculadoras/calculadora-classwiz
ResponderEliminarEl problema que percibo en la actualidad es un exceso tecnológico que esta convirtiéndose en una barrera entre el profesor y el alumno debido a que la tecnología esta más enfocada al entretenimiento y la distracción que al uso práctico en la escuela, en mí época con una sencilla Casio fx-82(A, B C) nos apañábamos la mar de bien y hoy ni alumnos ni profesores son capaces de sacar partido al potencial tecnológico que existe en la actualidad, una lastima, en los años 80´ habríamos exprimido al máximo cualquiera de las calculadoras Classwiz actuales.
En los años 80´ en las asignaturas técnicas si que te dejaban la calculadora pero en ocasiones excepcionales, sin embargo en los exámenes de matemáticas no te dejaban ni tan siquiera los relojes Casio de pulsera como bien apuntáis en ZonaCasio, eran otros tiempos, para mí mejores, la gente aprendía más con menos tecnología.
Recuerdo una vez que tuve que recurrir en un examen bastante complicado de matemáticas a un Alma caritativa que me dejo un reloj Casio Calculadora con la correa rota, mala suerte la mía que mí amigo tenia la correa partida, tuve que buscar a toda prisa celo en el centro de estudios ya que faltaban 5 minutos para empezar el examen, me toco pegar la correa con celo y darle la vuelta a la misma como si llevara una pulsera, me coloque estratégicamente en el ángulo opuesto a la profesora para poder operar con tranquilidad, ese reloj me salvo el examen, todavía lo recuerdo, en esa época no se podía llevar calculadora a los exámenes... fiu fiu fiu
ResponderEliminarLa verdad que aun teniendo un Casio CA-50, mi recuerdo es que no lo usé en sexto de EGB, más bien no lo utilicé. No lo recuerdo. Quizás sea porque siempre he ido por el recto camino y jamas, pero nunca nunca he hecho trampas, todo legal.....Que cosa. :)
ResponderEliminarTodo tiene su explicación Jokerblue, fue la única vez que utilice la calculadora para un examen, ese día me jugaba mucho con aquella recuperación de matemáticas y solo lo use para unas pocas operaciones, no me hizo mucha falta, pero me dio tranquilidad llevarlo.
ResponderEliminarYo tampoco soy de hacer trampas, de hecho nunca he aprobado un examen por copiar ya que nunca copiaba, sin embargo tenia compañeros que literalmente sacaban los libros de texto de entre las piernas….. He visto de todo como todo el mundo, pero en el tema de las calculadoras es cierto que antes no te dejaban usarlas y en cierto modo creo que era mejor, aunque un poco exagerado.
Pues me puedo considerar afortunado, pues recuerdo a principios de los noventa, haciendo la FP2 de electrónica que además de dejarnos la calculadora también nos dejaban el formulario. Eso sí, los exámenes eran tan jodidamente complicados que aun así, había mucha gente que suspendía. Mis profesores pensaban, con gran acierto, que no servía de nada perder tiempo sacando logaritmos, cosenos etc. si al final no sabíamos aplicarlo en el contexto de un problema. Al final, aquel método nos permitió aprender más rápido lo realmente importante y llegar en la mayoría de los casos a ser buenos profesionales sin perderse en medio de una maraña de números.
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