La tierra del F-91W

Ayer por la mañana fui a entregarles a Cáritas unos zapatos. Me había comprado un número equivocado al que me corresponde y aunque este mes ya no podré comprármelos, en lugar de cambiarlos decidí llevárselos a ellos para que alguien pudiera disfrutarlos, porque la verdad, son unos zapatos magníficos. Que nadie me malinterprete: puede parecer una estupidez, pero yo el mes que viene (Dios mediante...) podré volver a comprar mi número, y hay mucha gente que no puede hacerlo.

La razón de llevarlos es bien sencilla: durante años he sido voluntario en Cáritas, e incluso llegué a llevar su Twitter en España (luego la dirección central me lo pidió y por supuesto se la cedí a ellos para formar la cuenta que existe ahora), y por experiencia sé que siempre andan escasos de ropa -y sobre todo calzado- de varón. El motivo es que normalmente las mujeres son "más presumidas" (o, si se quiere ver así, no "exprimen" tanto la ropa como los hombres), por lo que para chica suele haber ropa. Sin embargo para hombre hay siempre muy poca ropa, ya que solemos aprovecharla más y no cambiamos tan rápido de prendas, con lo cual los roperos siempre andan escasos de ropa y calzado masculino y, lo poco que suele haber, por lo general tiene muchos desperfectos o está muy desgastado. Explico todo esto con el único fin de que vosotros también lo tengáis en cuenta, y aquella chaqueta o pantalón que creáis que no merece la pena llevársela a Cáritas, si podéis hacedlo porque siempre hay muchos pobres necesitándolo.




Con la comida ocurre lo mismo, este lunes pasado, sin ir más lejos, se quedaron sin existencias (sí, a pesar de todos los bancos de alimentos que existen) y lo único que pudieron distribuir a las familas necesitadas fueron unos cuantos kilos de pasta (que es lo más socorrido porque entra dentro de la campaña de donación de la UE).

Como os podéis imaginar Cáritas es la tierra de los Casio F-91. A diferencia de Cruz Roja, que es una ONG enormemente elitista (en Cruz Roja también estuve bastante tiempo, no hablo por hablar), Cáritas te permite realmente tocar las calles, vivir su ambiente y meterte de lleno en la problemática de personas que no tienen nada. Y es que Cáritas es una ONG fantástica, realmente alucinante. Por supuesto, hay excepciones (como la de aquél cura que cogía las donaciones de comida para alimentar a sus perros mientras a los pobres los despedía con una "bolsita de sobras", claro, no iba a pagar él de su bolsillo la comida del chucho. Sí, eso ocurre..., pero por fortuna son casos muy aislados) pero la mayoría de los que trabajan allí lo hacen con un corazón solidario enorme.


Aparte de su excelente formación (cuando yo entré tenías que pasarte antes por su escuela del voluntariado, EVOCA, y cada ciertos meses tenías una actualización que es muy de agradecer), luego acudes al departamento de voluntariado y te dejan elegir destino de acuerdo a tus habilidades. Dependiendo del destino que elijas el primer impacto suele ser tremendo, así que debes tener mucho cuidado con qué destino decides quedarte porque te puede marcar para siempre (y no positivamente). Los voluntarios hacen milagros diarios con los pocos medios que les dan. Cáritas es una ONG que siempre tiene sus recursos al límite, y que nunca dan para tanto como tiene que atender. Pero a una familia necesitada que llama a sus puertas no puedes decirle que no, así que a veces nos encontrábamos los voluntarios en situaciones muy comprometidas y teniendo que hacer malabarismos.

Hace tiempo que ya no soy voluntario pero sigo apoyándoles todo lo que puedo. Una de las últimas cosas que hice para ellos fue en nombre de este blog, donde les llevé un reloj de Casio para su rastrillo, que habían organizado con el fin de obtener fondos. Creo que ha sido la mejor cosa que he hecho con un reloj en mi vida.


Me hubiera gustado que Casio patrocinara mas ONG's de este tipo (como hace Mazda con Aldeas Infantiles, o Hyundai con su "Desierto de los niños") en lugar de grandes y multimillonarias escuderías de Fórmula 1, pero soy consciente de que Casio en España lo tiene muy difícil, porque tienen muy poco peso dentro de todo lo que es Casio. Aún así Casio sí ha hecho grandes donaciones a nivel local, cuando el terremoto y tsunami de Japón o las inundaciones en Tailandia. Pero creo que una de las cosas que mejor ha hecho Casio por los que menos tienen es ofrecer lo más necesario de su producto a un precio rompedor. Por supuesto, hablo del F-91, el reloj que ves en casi todas las muñecas de los que menos pueden, porque es el mejor reloj del mundo entre los modelos más asequibles. Solo por eso ya merece la pena lucir un Casio en nuestras muñecas y apoyar con nuestras compras a esta gran compañía.


| Redacción: Zona Casio