Casio GB-6900: el reloj de los hackers y crackers

En "El arte de la intrusión", de los famosos Kevin Mitnick y William L. Simon, ya se mencionaba el uso de los relojes Casio por parte de los hackers y crackers. Era uno de sus elementos más socorridos. Allí cuentan, por ejemplo:

Nos dirigimos a la máquina de prueba, ejecutamos el pequeño programa y nos anticipó correctamente la secuencia de cartas siguiente. Estábamos emocionadísimos. Alex atribuye esa emoción a "saber que eres más inteligente que otras personas y que puedes vencerlas. Y eso, en nuestro caso, nos ayudaría a ganar algo de dinero".

Salieron de compras y encontraron un reloj de pulsera Casio con la función de cuenta hacia atrás y que medía hasta décimas de segundo; compraron tres, uno para cada uno de los que irían a los casinos; Larry se quedaría a cargo del ordenador.


Estaban preparados para empezar a probar su método. Uno de ellos comenzaría a jugar y cantaría la mano que tenía (el número y el palo de cada una de las cinco cartas). Larry introduciría los datos en su ordenador; a pesar de que no era de marca, era un modelo muy conocido entre los aficionados a la informática e ideal para esta finalidad porque tenía un chip más rápido que el de la máquina japonesa de videopóquer. Sólo requería unos momentos para calcular la hora exacta que había que programar en los cronómetros de Casio.

Cuando el cronómetro llegara a cero, el que estuviera en la máquina pulsaría el botón Play. Pero había que hacerlo con precisión, en una fracción de segundo. Aunque no parezca demasiado problema, Alex explica:

"Dos de nosotros habíamos sido músicos durante algún tiempo. Si eres músico y tienes un sentido del ritmo razonable, puedes pulsar un botón en un rango de cinco milisegundos arriba o abajo".

Si todo funcionaba como debía, la máquina mostraría la codiciada escalera real de color. Lo probaron en su máquina, practicando hasta que todos pudieron conseguir la escalera real de color en un porcentaje decente de intentos.

Aunque el mundo de los hackers (y más aún todavía el de los crackers) es muy críptico y reservado, y es muy difícil, no ya obtener información sobre sus miembros, sino aún menos sus imágenes o conocer lo que usan habitualmente, existen algunos de sus miembros que trabajan en seguridad, o "hackeando", y de los cuales se conocen bastantes costumbres. Por poner un ejemplo, uno de los más famosos "hackers" de la Xbox, Andrew 'Bunnie' Huang, puede vérsele en alguna que otra imagen portando su G-Shock.

Pero ahora los hackers (y crackers) tienen un nuevo juguete verdaderamente poderoso: se trata del GB-6900. Su Bluetooth se conecta con nuestro teléfono móvil y a continuación se queda emparejado, pero en teoría podría conectarse con cualquier móvil con versión de Bluetooth a partir de la 4.0. Cada vez habrá más smartphones con esta versión, aunque algunos (como el iPhone 4S, entre otros,) ya la tienen. Nokia está desarrollando en la actualidad un terminal optimizado para ésta tecnología, con una pila que lleva el nombre en clave de "Alpha Engine". Además, están trabajando para que el Nokia N9 sea capaz también de trabajar con BT4.0. De hecho, a nivel de hardware puede trabajar, pero el software para hacerlo aún está en desarrollo. El Samsung Galaxy S3 también integra ya BT4.0.

Mediante ingeniería social (algo que llevan usando los hackers y crackers desde hace años, no es ningún invento nuevo), se puede simular el envío de cualquier archivo (usando nuestro propio teléfono) o simular cualquier conexión, o incluso mediante virus o troyanos, para que el otro móvil lo acepte. Incluso se puede acceder a él físicamente y dejarlo emparejado. A continuación, todas las llamadas que reciba el teléfono móvil, mensajes o correos, también los veremos en nuestro reloj. No sólo eso: podremos enmudecerle el smartphone o activarle la vibración. El otro creerá sin duda que un virus está trasteando en su teléfono.

Es decir: que nuestro G-Shock puede pasar a hacer lo que programas como Super Bluetooth Hack o virus y aplicaciones similares presumen de hacer. Bluetooth ya tiene una presencia tremenda en nuestra actividad diaria: manos libres, aplicaciones, mandos a distancia... Y ese es un terreno en el que el GB-6900 tiene mucho que decir. Puede pasar a ser el espía perfecto. Quién nos lo iba a decir que los hackers volverían a tener en otro dispositivo Casio su mejor aliado, como en su día lo fue el Casio BE-300.

| Redacción: Zona Casio