Hace unos días, con ocasión del
podcast, tuve la ocasión de conversar durante un buen rato con Casio España, en concreto con David, siempre ameno y cordial y con quien mantuve una enriquecedora charla donde me explicó bastantes cosas y, también, me dio algún rapapolvo (críticas constructivas, que por supuesto agradezco: se aprende más con una crítica que con una alabanza, y estoy muy harto de los halagos), entre otras cuestiones por no dar más espacio y valor a sus líneas de productos estrella. También es verdad que no traemos esa clase de relojes aquí ni podemos hacer hincapié en sus bondades porque, simplemente, no podemos acceder a ellos. Para nosotros habría sido un gran placer haberle dedicado unos especiales o, al menos, algunas pruebas a sus modelos "top de gama", los Frogman, los Mudmaster o los mismos Gulfmaster. Qué más quisiéramos. Pero si en su lugar nos centramos en modelos más asequibles es simplemente porque podemos tenerlos en mano, como los últimos F-91 (gracias en este caso a
RelojesDeModa, a los cuales no me cansaré de agradecerles lo mucho que hacen -y han hecho- por este blog).
Resulta cuanto menos lamentable que otros medios más genéricos, que pocas veces (o ninguna) aplauden a Casio ni les siguen, hayan sido de los primeros en España en tener unidades del GWF-D1000 y nosotros no. Conste que esto no es ninguna crítica, sé que no es culpa de Casio España el que las cosas sean así, pero no voy a alabar un modelo, o defenderlo, "per se", simplemente porque sea una gama cara o elitista de producto.