RelojesDeModa.com

8.23.2015

Lo que el mundo ha cambiado


En 1985 Casio publicaba un catálogo con una portada que en el correr de los años ha acabado siendo apocalíptica. En ella podía verse el skyline de Nueva York, una postal archiconocidísima por todos, con la silueta perfectamente reconocible de sus torres gemelas, símbolo -por aquel entonces- de modernidad y vanguardia.

Por su parte, Casio se acompañaba del lema "es digital", como si esa palabra fuera -y de hecho era- sinónimo de la marca. Si algo era digital y avanzado, por antonomasia casi se podía decir que era algo de Casio. Hoy las cosas le han dado la vuelta a la tortilla totalmente.




En primer lugar las torres gemelas ya no son símbolo de modernidad, más bien de barbarie. El horrible atentado del 11 de septiembre de 2001 las barrió del mapa, y casi ningún medio de comunicación se atreve a mencionarlas, menos aún a ponerlas de ejemplo o de sinónimo para nada. Una de las sagas del filme de Spiderman iba a acabar en ellas, e incluso se cambió y se modificó la película para que no se incluyeran.

Desaparecieron y se borraron de la existencia lo mismo que el lema de Casio. Hoy Casio puede seguir siendo digital, pero si nos fijamos en la portada completa, con todo el protagonismo para los digitales y un solo analógico (y de mujer), nos damos cuenta del peso e importancia que tenía esa tecnología y de lo muchísimo que ha cambiado el mundo, los gustos y la forma de vivir y de pensar de la gente. Desde aquellos años ochenta nada ha sido igual.


Sí, muchos irremediablemente dicen y argumentan que hay que dejar de mirar atrás, que hay que avanzar, que no hay que resistirse a los tiempos. Pero la realidad es que seguimos viviendo de aquello. De aquella tecnología solar, de aquellos movimientos ana-digi, de aquellos sensores, e incluso aquellos modelos superaban a los de ahora. Si se abre el catálogo y vemos lo que ofrecía Casio, nos podemos quedar espantados con lo que ahora podemos encontrar. En 1985 había variedad de relojes con juegos, con sensores, con resistencia a los 200 metros (Marlin, HD o G-Shock, como quisieras, a elegir), táctiles, LCA con módulos que les dan mil vueltas a los módulos de ahora, y eso sin mencionar las cajas de metal macizo, no solo de acero inoxidable, sino incluyendo el titanio.

Resulta paradójico que en pleno siglo XXI, supuestamente cuando los robots debían acompañarnos por las calles, hacer nuestras tareas más pesadas y no habría problemas de aparcamiento ni de contaminación, la realidad sea más dantesca, más dura, más pesada y más trágica que entonces. Los políticos más corruptos, la moda más salvaje, y los artículos de consumo más peligrosos. Por aquel entonces yo tenía una afeitadora compacta hecha en Japón, que aún hoy la sigo usando a diario porque es mucho más eficiente, rápida y cómoda que las más últimas del mercado, y tenía un diseño compacto en el que Philips había incluido espejo, protector de cuchillas y cepillo. No hace mucho mi hermano fue a comprar una, del mismo fabricante (Philips), y también compacta, y resulta que está fabricada en China, la calidad de los materiales si ponemos una al lado de la otra es para desmayarse. Lo bien ensamblada y la calidad del plástico de la japonesa de los ochenta supera a leguas a las actuales. No solo eso: la actual el cepillo va suelto, la tapa de cierre se decolora y no incluye espejo.


No es, por tanto, extraño que la gente pague auténticas fortunas cuando encuentra algún objeto NOS de antes, de cuando se fabricaban bien y para durar. No es solo la mediocre calidad, es que encima te lo intentan colar como si fuera un objeto de consumo vanguardista. Por desgracia hoy no hay término medio. O te vas a productos de lujo y de calidad muy alta (y a precios exorbitantes), o te arriesgas con un producto mediocre. Por desgracia, el equilibrio correcto entre calidad y precio ha desaparecido. Y ocurre en todo. Hasta en las bicicletas, los coches, las motos o las vajillas de cocina. En todo.



| Redacción: Zona Casio

5 comentarios:

  1. En todo, realmente. Da escalofríos pensar que hoy día, con el conocimiento y adelanto técnico que hay, no hay un solo productor de máquinas de escribir, algo básico. Tampoco se fabrican calculadoras de calidad.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo23.8.15

    Que gustazo y qué placer verte por aquí, José. Y además tu eres un buen ejemplo de que las cosas hechas a mano con calidad, paciencia y buen gusto, son insustituibles. Es para mí un privilegio y un placer que te hayas tomado la molestia de comentar, ¡muchas gracias! (por supuesto, estoy totalmente de acuerdo con tu opinión, no podía ser menos).

    ResponderEliminar
  3. Que terrible lo de las torres gemelas.No pasa mucho tiempo sin que te acuerdes de ellas gracias a la cantidad de películas en las que aparecen.
    Y con los Casio de hace tres décadas pasa lo mismo, nunca te olvidas de ellos y como bien dices cuando ves un antiguo catálogo se te hace la boca agua con las cosas que hacían.
    Pero supongo que Japón se encuentra desde hace un tiempo en una fase de estancamiento por una parte y a lo mejor la calidad y la originalidad del producto haya pasado a un segundo y tercer plano por otra.Recordemos que el terremoto de 2011 ha hecho mucho daño a la industria japonesa.
    Por experiencia sé que muchos (no voy a generalizar)de los productos han bajado su estándar de calidad.Pero creo que es una tendencia mundial, no sólo de Japón,hacer productos cada vez más frágiles.Lo que se llama obsolescencia programada.

    ResponderEliminar
  4. La foto de portada, a mi me sugería más la intro del "Equipo A", que el desastre del 11S.

    Por lo demás, ciertamente las previsiones de futuro no se han cumplido. Ni para bien (robots, coches voladores, mundo limpio y justo, ...). Ni para mal (móviles quadcore), internet, ...

    ResponderEliminar
  5. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? Es muy romántica la idea, pero tambien hay que ver las cosas en su justa dimensión. Por ejemplo, los ochentas fueron años muy interesantes en cuanto al salto tecnológico se refiere, pero no fue igual para todo el mundo. En México fueron los años en los que el país estaba básicamente cerrado al comercio con el exterior, si alguien quería vender algo por la vía legal tenia de dos sopas: O pagaba altísimos aranceles que en la practica hacían imposibles de conseguir los bienes para el gran publico, o fabricaban aquí. Así tenemos que Citizen y Rolex montaron sendas fabricas en este lado del charco. Y respecto a lo demás, si eras un ciudadano de a pie como se dice, y querías hacerte con algo de última, tenías que recurrir a la ilegalidad como en el caso de los relojes Casio que se conseguían solo de contrabando (había unas cuatro marcas de autos, imagínense). En muchos aspectos estamos mil veces mejor ahora: estamos mucho mejor comunicados, somos más conscientes del daño que provocamos a la naturaleza, hemos descubierto planetas lejanos, tenemos supercomputadoras y acceso al 99% del conocimiento humano en nuestras palmas de la mano (que se usa para ver porno y gatos) y en general se vive mejor (¿Alguien recuerda cual fue el último famoso que murió de sida? En aquellos lejanos años caían como moscas) y en lo que respecta a los relojes.... Bueno, nadie se imaginó que quedarían como objetos obsoletos...

    ResponderEliminar

Zona Casio Semanal

Hazte miembro de nuestro Canal en YouTube para poder obtener nuestro magazine Zona Casio Semanal, con el cual podrás leer cómodamente todo el contenido de ZonaCasio off-line, y conservarlo como material de consulta o información, y muchos otros privilegios más. En cualquier momento podrás anular tu suscripción, así como configurar cómo quieres recibir los avisos y notificaciones, cómodamente en tu smartphone.
Puedes darte de alta a través de éste link. ¡No te lo pierdas!